El municipio de Arico ha sido víctima, nuevamente, de un atentado contra su patrimonio arqueológico. Se trata de varios grabados que han sido expoliados, en algunos casos, y alterados, en otros. Además ha desaparecido parte de material de superficie que se localizaba en la zona como: cerámica y obsidiana.
Así lo denuncia el experto en arqueología y defensor del patrimonio cultural Sixto García Noda, tras la alarma dada por vecinos de la zona, que alertaron de la gran afluencia de personas a la localización de este yacimiento en los últimos meses.
Sixto García Noda afirma: “Nuevamente lamentamos la ausencia de los catálogos patrimoniales, que cumplirán el próximo mes de mayo dos años de retraso, tras finalizar el plazo de la creación de los catálogos patrimoniales”.
Para el investigador, la desprotección en la que se encuentra el legado de nuestros antepasados sigue siendo una asignatura pendiente de las administraciones en las islas ya que, pese la existencia de legislación específica, en la mayoría de los casos, no se aplica.
En este sentido, García Noda recuerda que la Ley de Patrimonio establece que les corresponde a los ayuntamientos elaborar, gestionar y tramitar los catálogos municipales de bienes patrimoniales culturales. Además deben formular, tramitar y aprobar los planes especiales de protección que establezcan la ordenación de los bienes de interés cultural con categoría de conjunto histórico, sitios históricos, zona arqueológica y pasaje cultural que no excedan de su término municipal.
Son las administraciones municipales quienes tienen la obligación de vigilar el patrimonio cultural existente, notificando al Cabildo insular la existencia de cualquier acción u omisión que suponga riesgo de destrucción o deterioro de sus valores, sin perjuicio de la inmediata adopción de las medidas cautelares que sean precisas para la preservación de los mismos. Las administraciones locales también deben crear consejos municipales de patrimonio cultural, que serán los encargados de asesorar a los ayuntamientos.
La “moda” de geolocalizar yacimientos arqueológicos
Por otra parte, Sixto García Noda ha comunicado a la Unidad de Patrimonio del Cabildo de Tenerife la vulneración de la normativa vigente por parte de un individuo que se dedica a georreferenciar vestigios indígenas canarios, poniéndolos en grave peligro.
Uno de los lugares en los que se ha producido este hecho una cueva situada en el municipio de Icod de los Vinos que está declarada como Bien de Interés Cultural. Lamenta el investigador que al abandono de las administraciones públicas se suma el saqueo de materiales del lugar por parte de vándalos que llegan gracias a la geolocalización –algo prohibido- que difunde este individuo a través de redes sociales. “En ese BIC de Icod, hemos encontrado una caja con cerámica, obsidiana, restos óseos de topología indígena, etc”, indica.
García Noda reclama a las instituciones públicas que pongan todos los medios, incluyendo las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, como Policía Autonómica o SEPRONA, para que desarticulen esta mala práctica de la geolocalización de yacimientos arqueológicos, pues en la actualidad absolutamente todos están desprotegidos por los responsables políticos y técnicos, lo que constituye una grave dejación de funciones, como ya se ha visto en otros municipios de la isla, como Granadilla o Santa Cruz de Tenerife.