La Coordinadora Fuerteventura Tiene Un Límite se posiciona contra la ejecución de la autovía eje norte-sur Corralejo-Jandía en Fuerteventura:
«En estas últimas semanas, hemos asistido a la publicación y difusión de diversas noticias e informaciones, relacionadas con la autovía eje norte-sur Corralejo-Jandía, del tramo Cuchillete-Matas Blancas centrándose en el paso por el Valle de La Lajita.

Un modelo económico que como viene demandando la sociedad civil canaria organizada, tiene que dar un giro de 180 grados, ya que se siguen sobrepasando los límites de destrucción de nuestros paisajes, ecosistemas, naturaleza, de nuestro patrimonio cultural e histórico, y aumentando la precariedad laboral, social, sanitaria y educativa. Mientras se baten récords de visitas de turistas cada año, encabezamos las listas de paro, fracaso escolar, listas de espera sanitarias, precariedad laboral, los salarios más bajos del Estado españos y falta de vivienda, nuestra clase política asistió recientemente a su romería favorita, la romeríade San Turismo, conocida más popularmente como Fitur, para seguir con sus planes de destrucción de nuestra tierra y obstaculizando un desarrollo integral y realista.

En segundo lugar, respecto a la polémica suscitada sobre el trazado de dicha autovía, a su paso por el valle de La Lajita, mostramos también nuestro rechazo a los trazados alternativos, ya sean propuestos por los vecinos y vecinas, empresariado, técnicos/as o la propia administración. Decir también que sea cual sea la propuesta definitiva, se verán afectadas más o menos personas propietarias, de una u otra forma, ya sea en fincas o casas. Por otra parte, hacemos una pregunta ausente en todo debate y nota de prensa, ¿cuánto dinero público nos costará de más el haber desechado el proyecto del tramo del valle de La Lajita para hacer otro nuevo? En este punto hay que recordar que el dinero gastado y presupuestado no es ni mágico, ni gratuito, ni infinito; con esto queremos señalar que los gastos monumentales como este, acaban por verse reflejados en la economía de cada persona, recibiendo un mayor impacto quienes tienen menores ingresos, así como también en el detrimento del gasto en políticas públicas, y todo esto con la promesa del progreso cuando lo que venimos viviendo es lo contrario.

Nos parece cuanto menos llamativo, que la sociedad civil canaria organizada, que lleva más de un año intentando participar en la toma de decisiones sobre todos los temas mencionados, no haya sido escuchada, y que una lucha vecinal y empresarial de tan poco recorrido como esta haya sido tenida en cuenta (entre muestras de respeto aparentes a las decisiones de las y los vecinos y alabanzas al talante «democrático» desplegado por partidos o autoridades en las reuniones que convocaron), hasta el punto de que el desgobierno canario aceptara cambiar el trazado mencionado.
Para acabar, hacemos una reflexión o más bien refrescamos la memoria sobre comentarios comunes que se daban hace no mucho tiempo. Cuando vivimos el cero turístico por causas derivadas de la covid-19 y vimos claramente la fragilidad y el potencial peligro de este modelo económico del que dependemos a un nivel como nunca en la historia, del que el poder político-empresarial (como beneficiarios fundamentales) sigue empeñado en perpetuar en su huida hacia adelante, ¿acaso estamos libres de que se dé otro parón forzado o suceda de nuevo algo similar? Por plantear varias interrogantes en torno a lo más inmediato, ¿a través de qué medios podríamos generar una actividad económica distinta de la turística? ¿Qué alternativas tendríamos a la importación masiva de alimentos con un sector primario desmantelado? ¿Y otras cuestiones esenciales como el agua o la energía? ¿Acaso pensar así es de alarmistas o bien es, además de hipócritas, de una irresponsabilidad suprema el no virar hacia donde reiteradamente reclamamos desde las manifestaciones de Canarias Tiene Un Límite?»