Por: Antonio Aguado Suárez
Esta es la denominación de una asociación, que el 23 del pasado mes de octubre organizó un acto en un hotel de Las Palmas de Gran Canaria. Se había anunciado en un grupo de watshap al que pertenezco y sólo se informaba del lugar, día y hora y, que presentado por el ministro Ángel Víctor Torres, participaría el magistrado Baltasar Garzón.
Por desconocimiento de quienes convocaban asistí, más bien por escuchar lo que el señor Garzón iba a decir. Por su experiencia, capacidad e integridad, es una persona que suele exponer sus ideas con rigor y coherencia, tanto en los artículos que redacta, entrevistas que le hacen y en las tertulias que participa.
Mi sorpresa fue cuando llegué al recinto y lo vi muy concurrido, pero muy mayoritariamente de militantes del PSOE. No lo esperaba y a punto estuve de marcharme viendo quiénes eran, muchos auténticos indeseables “estómagos agradecidos”, que, para perpetuarse en el poder como profesionales de la política, se apoyan entre ellos “repartiéndose los cromos” de los cargos públicos. Sin embargo, opté por quedarme para escuchar lo que iba a exponer Baltazar Garzón y pensando en participar en caso de abrirse un coloquio. Cosa que no ocurrió, pues el acto finalizó después de su intervención.
La misma discurrió en su totalidad hablando sobre la Ley de Memoria Democrática y de algunas de sus experiencias vividas con casos en Argentina y Chile, como fue el que le enfrentó al general fascista Augusto Pinochet. No expuso nada sobre la defensa que le hizo a Julián Assange, sin lugar a dudas, digno merecedor del Premio Nobel de la Paz, debido a todo lo que, con mucho esfuerzo y sacrificios, incluida la represión y el presidio, tanto luchó por la libertad y la democracia de los pueblos, denunciando los burdos y mezquinos intereses de Estados Unidos.
No mencionó el genocidio que por parte de Israel viene soportando el pueblo palestino. En mitad de su disertación, parecía que le iba a dar alguna orientación reivindicativa, cuando planteo lo siguiente: “algo estaremos haciendo mal, para que la extrema derecha de Vox tenga tanta aceptación por gran parte de la juventud” (por cierto, la media de edad de los asistentes era de más de 60 años). Al respecto, parecía que se hablaría de los muy graves problemas que les afectan: absentismo y fracaso escolar, paro, precariedad laboral, muy alta carestía y falta de alojamiento habitacional, etc. Sin embargo, se limitó a insistir sobre la Memoria Democrática y que ésta, tendría que impartirse a los jóvenes en los institutos y universidades.
El acto al inicio lo presentó Emilio Mayoral como promotor de Democracia Canarias XXI. Aunque él en el primer acto de presentación de esta asociación, celebrado el pasado abril en otro hotel de Las Palmas de Gran Canaria, “muy democráticamente” se erigió o autoimpuso el título de presidente. A sus 71 años, estuvo vivienda de la política durante 32 en diversos cargos públicos: Gobierno de Canarias, Parlamento de Canarias, Alcaldía de Las Palmas de Gran Canaria, Presidencia de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, consejero territorial insular del Cabildo de Gran Canaria y director de transporte de la Consejería de Obras Públicas del Gobierno de Canarias.
Pude comprobar entre los asistentes a varios empresarios y personas con profesiones muy influyentes y significativas que, con mucha frecuencia y con tertulias incluidas, suelen almorzar en un determinado restaurante de la capital Gran Canaria, ejerciendo como grupo oligárquico cierta influencia en la sociedad grancanaria en general y en el PSOE en particular.
La impresión que saqué del mencionado acto, es que la referida asociación Democracia Canarias XXI, la han constituido significativos jerarcas “socialistas”, conjuntamente con empresarios y renombrados profesionales, para defender sus respectivos intereses. Claro está, los jerarcas “socialistas”, lo hacen al margen de la militancia y sin en absoluto contar con esta. El caso es perpetuarse en sus cargos y como casta (la peor de las lacras), seguir vivienda a perpetuidad de la política.
Me extrañaba no verlo, pero si pude comprobar que asistió el secretario general insular del Partido Socialista Canario -PSOE- de Gran Canaria Chano Franquis. A sus 64 años, lleva viviendo 20 como político profesional. Se inició como concejal en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria en 1985 y permaneció hasta 1989. Regresó y estuvo entre 2009 y 2011. Este año al perder el PSOE las elecciones, le faltó el respeto y la consideración al electorado y abandonó su puesto de concejal en el ayuntamiento. Aprovechó su cargo de secretario insular y desde este año y hasta el 2019, paso a ser diputado en las Cortes Generales. A partir de este último año desempeñó el cargo de consejero de Obras Públicas del Gobierno de Canarias hasta el 2023. Desde ese entonces y hasta la actualidad, es parlamentario del Parlamento de Canarias y portavoz del Grupo Parlamentario Socialista.
Precisamente Pedro Sánchez en el acto central de las ultimas elecciones generales del 2023, puso a Chano Franquis como “referente” de los socialistas canarios. Por lo visto no estaba enterado de que el acto se celebraba en Las Palmas de Gran Canaria, ciudad donde nació Juan Negrín que, como presidente del Gobierno de la II República, dejó un gran legado y, en consecuencia, era y es el digno merecedor de ese reconocimiento.

