Por: Santiago Pérez
Créanme que ante el panorama aterrador de este Siglo XXI, y después del discurso ante Naciones Unidas de este individuo que, en medio de sus atrocidades y de las de su aliado Netanyahu, se atreve a invocar el nombre De Dios (¿a qué dios se refiere?¿tal vez a Belcebú divinizado?), los asuntos de aquí, de estas Islas nuestras y “asirocadas” -que diría el maestro Alemán-, parecen juegos de las casitas. De las casitas aunque se trate de una nueva ruindad más de ese Clavijo, que nunca da la cara, sino que pone por delante a sus matones periodísticos o parlamentarios.
Otra más y van…ni sé cuántas comisiones de investigación parlamentarias o municipales que han zanjado imponiendo (o tratando de imponer) una sarta de mentiras por la mayoría de la derecha: de la que se maquilla con el traje de mago, de la del PP, cada vez más ultraconservadora; y de la que quiere hundir al OPEN ARMS, se ausenta del Congreso durante el minuto de silencio por las víctimas del Genocidio o reivindica como propia la herencia de la dictadura sangrienta del General Franco.
Recuerdo la Comisión Eólica y la degradación del Parlamento que vivimos con José Manuel Soria y Coalición Canaria sumando sus votos a favor de unas conclusiones obscenas, que veían imaginarias responsabilidades en todo el orbe socialista cuando los juzgados investigaban por los mismos hechos exclusivamente a su hermanísimo y a altos cargos de “su” Consejería de Industria.
Recuerdo también cómo intentaron acabar con la Comisión de Investigación del “Caso Baute” en La Laguna con una conclusiones delirantes, que no fructificaron por la negativa de la concejala del PP, Raquel Lucía Pérez Brito, cuyo voto era imprescindible a la mayoría que sustentaba a la entonces alcaldesa.
Se trataba de la oferta que le hizo a unos “empresarios” un reconocido conseguidor de ATI, Nicolás Baute, empleado del Ayuntamiento, de arreglarles unos serios problemas de ilegalidades urbanísticas que tenían en la zona de Valle Tabares, en La Cuesta, si se comprometían a secuestrar a Raquel Lucía para que no pudiera asistir al Pleno ni respaldar una hipotética Moción de Censura para la que el Grupo Socialista necesitaba un solo voto.
Pues las “conclusiones” de la Comisión de Investigación, que no lograron sacar adelante, trataban de convertir en responsable de aquella trama al concejal que podría liderar la imaginaria Moción de Censura que trataban de frustrar secuestrando a Raquel Lucía. Es decir, reconvirtiendo en responsable político de la propuestas delictiva -que los “empresarios” grabaron para usarla como arma de chantaje- a quien habría sido víctima política propiciatoria de aquellas fechorías.
Y ahora toca ejecutar a Ángel Víctor, el mismo que le ganó holgadamente dos elecciones seguidas a Clavijo.
Mi impresión -con los años de “mili” que uno tiene a las espaldas- es que Clavijo cree que puede lograr superar al PSOE en número de escaños en las próximas elecciones “ajusticiando” al líder socialista, ya sea con sus matones periodísticos (la última de González Jerez, con insultos que prefiero no repetir, fue insuperable) o con su peoncito parlamentario herreño; aumentando su poder municipal, a base de intentar romper Nueva Canarias y defenestrando a cualquier alcalde o alcaldesa socialista que se les ponga a tiro de censura. Y así no verse en el trance de depender del voto de Vox, que va a merendarse una parte de los escaños actuales del PP, para una futura investidura. ¡Qué dirían en el PNV!
Sería el de Vox, que quiere destruir el Estado de las Autonomías, un apoyo que mancharía el traje de mago de ATI-Coalición Canaria, obligándoles a exhibir sus desnudeces conservadoras. Pero que, a buen seguro, Clavijo y los intereses de los que es un mero gorgorito en las Instituciones aceptarían si fuera necesario. Como han aceptado el voto de los postfranquistas, cada vez que les ha hecho falta para ganar alguna alcaldía por estos lares ultraperiféricos.
Me he leído el apartado 6. CONSIDERACIONES SOBRE LA RESPONSABILIDAD del “Borrador” de Conclusiones que han filtrado a través de los medios de Prensa Ibérica (¿pero estos no son empresarios “godos”? ¿qué hacen al servicio del insigne Clavijo, el canario que no es de izquierdas ni de derechas, sólo canario?) y no he visto mayores cantinfladas juntas desde hace tiempo. Serían para descojonarse si no estuviéramos hablando de lo que estamos hablando: de intentar masacrar políticamente a Ángel Víctor.
De modo que después de calificar al Comité de Gestión de Emergencia Sanitaria como “un instrumento formal de consulta y asesoramiento, cuyas actuaciones ni tiene efectos jurídicos ante terceros ni son preceptivas” dan un salto de canguro para atribuir al coordinador de ese Comité, Conrado Domínguez, “poderes plenipotenciarios en la contratación”. Y (qué importa una raya más a un tigre), achacar responsabilidad política “a quienes erigieron” a Conrado Domínguez como coordinador. Es decir, a Ángel Víctor.
Sí se puede achacar esa responsabilidad, en cambio, a quienes erigieron a Conrado Domínguez como coordinador del mismo con poderes plenipotenciarios en la contratación.
A mí, Conrado Domínguez no me merece confianza ninguna. Mucho cuidado con eso.
Y ya el tiro de gracia, perdón el remate a gol, consiste en responsabilizar al Gobierno, es decir a Ángel Víctor, de la desaparición de cuatro millones de dinero público ya que si el Gobierno se felicitó en diferentes ocasiones por el resultado de las decisiones adoptadas por el Comité “es lógico que también se responsabilice en igual medida de aquello que no funcionó”. Ah! Es la lógica “stupid”!!. ¿Es que no se habían dado cuenta?
Es por lo tanto la “lógica”, y no la verificación parlamentaria de decisiones o de instrucciones gubernamentales sobre la compra de mascarillas, la ultima ratio del linchamiento de quien le ha ganado a Clavijo dos elecciones consecutivas. Tantas elecciones como se han celebrado desde que se rebajaron las barreras electorales, la trampa a la democracia que incrustaron en la Reforma Estatuto de Autonomía de 1996 para perpetuar el Régimen de Coalición Canaria per secula seculorum. Y lo perpetraron, cómo no, con el apoyo del PP en Las Cortes y frente la oposición de Jerónimo en el Congreso y de un servidor en el Senado.
Y la cita, como argumento de autoridad, del artículo de un Catedrático de Derecho Constitucional me recuerda a los dictámenes de ilustres juristas que Clavijo, la alcaldesa de Mogán y algunos otros del mismo bando se han especializado en aportar a causas judiciales, dándoles-la-razón-previo-pago-of-course. Mera asociación de ideas.
Por eso, desde la oposición no debe proponerse ni legitimar participando en ninguna comisión de investigación cuando la maraña de la derecha tenga mayoría. Porque está cantado que intentarán imponer con esa mayoría un relato y unas conclusiones mentirosas. Y, de paso, degradar aún más -si cabe- las Instituciones democráticas y la calidad de nuestra Autonomía.