Por Joaquín Hernández
CUADERNO DE BITÁCORA
El mundo del siglo XXI está lleno de necios, de estúpidos, que es la definición según el diccionario de la lengua española un gilipollas.
Pues si señores, después de mucho meditar, escuchar, leer, escribir, sentir, comer, beber y cagar; el mundo está dominado por gilipollas y gilicoños (versión femenina del gilipollas)
Lo peor es que los tenemos gobernando, mandando, rigiendo los destinos de miles de millones de personas que habitamos este planeta llamado Tierra. Los gilipollas que manejan el timón del destino de nuestras vidas son mayoría absoluta.
La pregunta es: ¿El gilipollas o la gilicoños nace o se va haciendo a lo largo de toda su existencia? Estudios realizados por el Instituto Tecnológico de Massachusetts hablan del “virus del gilipollas/gilicoños” que lleva mutando durante más de 5.000 años en el mundo. Cada mutación que realiza contagia a miles de millones de seres humanos, tanto es así que el profesor Sutton afirma que “es posible que estemos viviendo un pico de contagio con un nuevo retrovirus que es mucho más peligroso que los actuales”. Esto quiere decir que cuantos más gilipollas o gilicoños te rodean, más gilipollas o gilicoños te vuelves.
Las investigaciones efectuadas a Donald Trump y su conocido insomnio. “Es lo que le pasa”, explica el psicólogo del presidente de los EEUU. “La privación de sueño es una de las formas infalibles de conseguir que alguien supere el grado normal de gilipollas y se convierta en un peligroso gilipollas esférico”, que es el grado cum lauden del gilipollismo o gilicoñismo, ya que por todos los lados que se le observe es un perfecto gilipollas.
Donald Trump es un perfecto gilipollas, digamos que representa al sector privilegiado del sistema. El presidente de los EE.UU. tiene el honor de presidir el conjunto de la población mundial afectados por el virus. A tal estado ha llegado a afectarle la enfermedad que no duda en soltar estupideces tras estupideces y además sus palmeros no cesan de aplaudirle.
El Presidente de los yaquis nos repite lo de necesitados que estamos los europeos del paraguas de la OTAN y que debemos pagar más para tener más protección. En definitiva, nos quiere convencer para que subamos nuestra contribución económica al 5% del PIB de cada uno de los países europeos para “adecuar nuestros ejércitos a la modernidad de las nuevas armas para matar que fabrican, por supuesto, fabricas de armas en EE.UU. O sea que el gilipollas esférico del presidente de los yanquis les importa nuestra seguridad en la Alianza Atlántica una docena de huevos de pato. Los intereses de Trump son los señores de las armas. Las cinco empresas cotizadas en bolsa más importantes del sector. Y todas son estadounidenses. Hablamos de Lockheed Martin, Boeing, Northrop Grumman, Raytheon y General Dynamics.
Desde la invasión rusa a Ucrania, estas empresas han multiplicado por 1.000 sus beneficios y la cotización en bolsa está al alza día a día que pasa con la guerra de Israel a Irán y el genocidio gazati. No tiene nada de particular que conforme se incrementa el stock en armamento se vaya liquidando, ampliando las guerras en otras partes del mundo.
Aumentar el gasto de los europeos aumentando al 5% su contribución en la defensa de la OTAN obedece simple y llanamente a enriquecer a los señores de la guerra norteamericanos, otra cosa es que nos amenace y trate de convertirnos en gilipollas y gilicoños con matrículas de honor.
Al fin y al cabo, los muertos no son yanquis y forman parte de los efectos colaterales de cualquier guerra, incluyendo los genocidios…
De momento no se han encontrado vacunas al respecto, pero no dudo que cuando se vacíe el arsenal nuclear, lo encontraran, aunque sea demasiado tarde.