Margarita es una anciana de casi 98 años, a cargo de un hijo con una discapacidad reconocida del 76%, que lleva viviendo en el barrio de Guanarteme en Las Palmas de Gran Canaria más de 70 años, y en su actual casa más de 20. Es una familia arraigada en el populoso barrio de la capital grancanaria, que ha cumplido escrupulosamente con los pagos de su alquiler de 700€ al mes, pero que se ha convertido en una víctima más de la especulación urbanística.
Su nieta, Itahisa, explica en Radio San Borondón que desde hace dos años el casero comenzó a subirle el precio del alquiler cada vez más, hasta que finalmente la han querido echar de la vivienda.
La familia presentó un recurso que no fue tenido en cuenta y finalmente les llegó el aviso de desahucio para el próximo lunes 16 de junio. “Afortunadamente, no sabemos el motivo, nos han anunciado que se retrasa el desahucio con lo cual nos dan un pequeño respiro”, afirma su nieta.
Doña Margarita y su hijo no tienen alternativa habitacional, no encuentran una casa adaptada a las necesidades de su hijo, ni en su barrio ni en otra zona y no pueden asumir los elevados precios del mercado. Itahisa considera que expulsarla del que ha sido su barrio toda su vida sería un maltrato, “aquí los vecinos los conocen, se ayudan mutuamente, sé que mi abuela y mi tío no podrían vivir en otro lugar”.
Itahisa afirma que el barrio de Guanarteme se ha convertido en un lugar donde es imposible vivir, donde han permitido que la especulación expulse a los vecinos de toda la vida “ahora mismo el alquiler normal aquí puede ser de más de 1.500€ ¿qué familia normal puede asumir una renta tan elevada?”, se pregunta. Además para los seguros de vivienda se está exigiendo que el alquiler no supere el 35 % de la renta, y eso es imposible “tendríamos que tener sueldos de más de 3.000€ y eso no lo cumplimos nosotros ni prácticamente ninguna familia trabajadora”.
Muchos colectivos y personas han prestado su ayuda a esta familia. Ithaisa transmite el agradecimiento y asegura que sin este apoyo y movilización ciudadana posiblemente no se hubiera logrado la paralización del desahucio, aunque no sepan por cuanto tiempo. Y hace un llamamiento a la sociedad canaria a movilizarse contra estas injusticias.