Cuando constituí en víspera de la Pandemia, la Plataforma Ciudadana Reivindicativa para que el Centro Histórico de Las Palmas Vegueta-Triana, sea declarado Patrimonio Mundial Cultural por la UNESCO, por su significado y lo que representa al margen de la política, se le dió carácter transversal y heterogéneo. En ese sentido, se venía cumpliendo escrupulosamente esa trayectoria, hasta que en vísperas de las pasadas elecciones municipales, un grupo de personas pertenecientes a la Plataforma, nos reunimos con la candidata a la alcaldía Carolina Darías en la sede del PSOE. Se había aprobado en enero del año pasado por unanimidad nuestra moción, donde quedaba bien reflejado los argumentos y el objeto de nuestra reivindicación. Sin embargo, nos manifestó que, la propuesta en caso de plantearla, sería como Patrimonio Inmaterial.
Al yo contestarle de que por nuestra parte eso era inaceptable y mucho más, por el redactor del proyecto Alfredo Herrera Piqué que, nunca tenía previsto el termino inmaterial. Por llevarle la lógica y justa contradicción a la futura alcaldesa, algunos miembros del PSOE presentes en la reunión, hicieron causa común con ella y no con nuestra reivindicación y decidieron abandonar la Plataforma. Por cierto, Alfredo Herrera Piqué es un miembro destacado y de los más veteranos del PSOE. En cuanto Carolina Darías salió elegida alcaldesa, al respecto, ambos tuvieron una reunión y nada más salir Alfredo me llamó y describió la referida reunión con una sola palabra: ¡frustrante!.
Con la Plataforma configuré dos niveles, uno el más amplio donde estaban todas las personas pertenecientes al conjunto de la misma que, llegó a contar con más de 230 componentes y para hacer a esta más ágil y eficaz, otro mucho más reducido que, pasé a denominar Coordinadora que, reuniéndose con cierta frecuencia en tiempo y forma, debatía los temas objetos de las convocatorias y adoptaban las decisiones oportunas.
Aparte de constituir a la Plataforma, de lo primero que hice fue redactar un escrito solicitando apoyo a nuestra reivindicación y se lo envié a las instituciones cívicas y organizaciones del Centro Histórico Vegueta-Triana y la contestación fue de inmediato y muy positiva. También redacte la moción institucional y junto con la compañera Pepa
Molina, la enviamos a todos los ayuntamientos de la isla, Cabildo de Gran Canaria, Junta Directiva de la FECAM y Parlamento de Canarias. En todas estas instituciones públicas la moción fue aprobada por unanimidad.
He defendido el proyecto por mediación de varios artículos, ruedas de prensa, tertulias y entrevistas radiofónicas. Tuve la iniciativa para realizar el acto en el Paraninfo de la Universidad, contando con las extraordinarias colaboraciones de la compañera Pepa Molina en el protocolo y la organización, situando en el escenario a los responsables de las tantas instituciones cívicas y organizaciones que nos apoyan, empezando por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y su rector Lluis Serra al frente, y del compañero Juan Lasso que, con su extraordinaria profesionalidad, lo grabó y dejó constancia de todo lo que aconteció. La presentación y dirección del acto corrió a cargo de la excelente profesional y mejor persona Asunción Benítez, al pedirle su colaboración no lo dudo, y nos dijo que la causa lo merecía y podíamos contar con ella.
Como promotor y coordinador de la Plataforma intervine en el acto que estuvo muy concurrido. Pensaba que, a partir de entonces, todo iba a ser más fácil (de ahí mi frase al terminar: “nunca es tarde si la dicha es buena”), pero por insensibilidad y falta de voluntad política de los responsables institucionales, lamentablemente no se ha hecho realidad. La moción la presenté en varios ayuntamientos como el de Las Palmas de Gran Canaria y el 26 de octubre del año 2023, en nombre de la Plataforma presenté un escrito en el registro municipal dirigido a la alcaldesa, solicitándole información sobre nuestra reivindicación y las gestiones que, al respecto, se estaban realizando. El caso, es que hasta la actualidad no ha tenido la deferencia de contestarnos.
Han sido muchas las iniciativas y gestiones que a lo largo de todo este tiempo he realizado, por ejemplo, contactar y hablar personalmente en abril del 2023 con el alcalde de La Laguna, para que dando ejemplo su ayuntamiento fuera el primero de Tenerife en presentar nuestra moción. Sobre la marcha me dijo que si y que lo llevaría al próximo pleno. Pero a los pocos días me llamó para decirme que, lo había pensado mejor y, en caso de hacerlo Coalición Canaria lo reprocharía y podría sacar réditos electorales. Al salir reelegido, le llamé para felicitarle y recordarle la presentación de nuestra moción. Según me contestó, comprobé (se ha demostrado) que, no estaba por la labor.
También por esas fechas, Eligio Hernández y yo, nos reunimos con Miguel Ángel Clavijo, director de Cultura y Patrimonio y tío del presidente Fernando Clavijo. Le fuimos a plantear retomar y relanzar el proyecto de Alfredo Herrera Piqué. Para tratar de “quedar
bien ante la galería” y “tirando balones fuera”, nos dijo que a la siguiente semana se iba a reunir en Madrid con sus homólogos y que llevaría el tema. A eso le contesté, que ya el proyecto se había enviado en mayor de 2006 al Ministerio de Cultura que lo cogió muy favorablemente y que está en plena vigencia. En consecuencia, lo único que tendría que hacer era reclamarlo y reactivarlo. Tanto Eligio Hernández como yo, desde aquel entonces, hemos pretendido comunicarnos con él, para saber la situación del proyecto, pero nuestras gestiones han sido infructuosas. Lo mismo que con el propio presidente Fernando Clavijo y el Vicepresidente Manuel Domínguez. Que casualmente todos son de Tenerife. En este sentido, la impresión es que La Laguna no quiere que el Centro Histórico Vegueta-Triana le haga sombra.
Desde que se puso en marcha la Coordinadora y en varias ocasiones, repetía que, para poder realizar nuestras gestiones con garantías, teníamos que ser leales, primero con el proyecto, segundo con su redactor Alfredo Herrera Piqué (con el que estoy en permanente contacto) y después y muy importante entre nosotros. Sin embargo, esto último por parte de un par de personas y la connivencia de algunas otras y aprovechando mi coyuntura personal, no se ha materializado. Lamentable pero triste realidad. Desde la Coordinadora todo se hacía de común acuerdo. Para que hubiera transparencia, estuve mucho tiempo levantando actas de sus reuniones, hasta que comprobé que la gran mayoría de sus miembros ni tan siquiera las leían. Si, lo hacía siempre un compañero muy responsable y me contestaba a las mismas positivamente. Éste compañero, me ha llegado a expresar que hasta el 99% de lo realizado por la Plataforma incluida la Coordinadora, lo he gestionado yo. Por supuesto, si hay alguien que pueda hacer más soy el primero en apoyarle. De lo contrario, no me explico porque se está cuestionando mi posición y el papel que he venido y vengo desempeñando.
Llevé a una reunión de la Coordinadora dirigirnos a Pepa Luzardo, para que intercediera
ante el vicepresidente del Gobierno de Canarias por ser de su mismo partido político y nos pudiera recibir. Al terminar la reunión de camino a mi casa, acompañado por los compañeros Erasmo Quintana y Alfonso Rodríguez. Al pasar delante de la Estación del Hoyo pude aparcar. Llamé a Pepa Luzardo y le informé sobre lo que habíamos acordado y con el móvil en sonido para que pudieran escuchar los compañeros la conversación, me contestó que eso no era tan fácil y necesitaba un proceso a través del Gabinete del vicepresidente y que tendría que hacer yo mismo las gestiones requeridas.
Quedó en enviarme el contacto de la persona a la que al respecto me tenía que dirigir. Lo hizo al día siguiente, pero me remitió un número equivocado. Posteriormente, me envió un email mediante el que podía dirigirme al referido vicepresidente del Gobierno de Canarias, cosa que hice, exponiéndole nuestra solicitud para reunirnos con él. Pero hasta la actualidad no nos ha contestado. Tanto el director del Gabinete del Ministerio de Cultura, como el embajador de España en la UNESCO, en escritos que me enviaron, coinciden en que el proyecto debe contar con el apoyo del Gobierno de Canarias. En consecuencia, si Coalición Canaria y el PP están en el Gobierno de Canarias, en la Presidencia con Fernando Clavijo y Vicepresidencia con Manuel Domínguez respectivamente, tanto Francis Candil y Pepa Luzardo por formar parte de esas dos formaciones políticas, podrían (y deberían) hacer las gestiones oportunas para interceder en esos dos mandatarios y se pueda llevar a efecto nuestra reivindicación.
Francis Candil y Pepa Luzardo, hasta la última legislatura, formaban parte como concejales del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y en esta, él pasó al Gobierno de Canarias y ella como consejera en la oposición en el Cabildo de Gran Canaria. Significa que han buscado en la comodidad de la polí8ca, su medio de vida y al margen de cualquier otra consideración, es lo que más les preocupa e interesa. En el caso de Pepa Luzardo, cuando era muy joven en el año 1997 como concejala de Cultura, estuvo muy implicada para que Alfredo Herrera Piqué, redactara el proyecto y llevó la toma de decisión al pleno municipal y salió su aprobación por unanimidad. Posteriormente y como alcaldesa, en mayo de 2006 envió el proyecto al Ministerio de Cultura que lo acogió muy favorablemente. Pero desde aquel entonces, estando ella y su partido político tanto en el gobierno como en la oposición, muy poco o nada ha hecho, para que se pudiera hacer realidad.
Eso ha venido ocurriendo hasta que se configuró la Plataforma, para tratar de recuperarlo y relanzarlo. Pepa Luzardo con su actitud demostró falta de colaboración. Ahora y como si fuera la gran panacea, pretende hacer gestiones para que una vez más nos reunamos con la alcaldesa. Dudo que esta se preste a esa reunión, pero en caso de hacerlo, lo más probable, es para seguir negando el proyecto de Alfredo Herrera Piqué. Ella está más por lograr el polémico boulevard del Guiniguada y, reivindicar que Las Palmas de Gran Canaria sea la Ciudad Europea de la Cultura en 2031. En caso de conseguir esto, será solo y exclusivamente por un año. Sin embargo, la declaración de Vegueta-Triana como Patrimonio Mundial Cultural por la UNESCO, sería para siempre.
Antonio Aguado Suárez