La Asociación Salvar La Tejita responde de manera contundente a Valentín Barroso Cruz, arqueólogo responsable de la supervisión arqueológica en el proyecto Cuna del Alma a través de la empresa Arqueocanaria SL, quien ha negado recientemente en medios de comunicación cualquier tipo de daño a los yacimientos arqueológicos por parte de los trabajos de Cuna del Alma.
Para Salvar La Tejita esta afirmación resulta difícil de sostener a la luz de los hechos que evidencian la destrucción de yacimientos arqueológicos. En este sentido recuerdan que Arqueocanaria SL fue la empresa encargada de llevar a cabo la prospección arqueológica en 2018 y la excavación en 2019. Sin embargo, a pesar de estas intervenciones, en mayo de 2022 se produjo la destrucción intencionada de un yacimiento arqueológico, causando daños irreparables, tal y como confirmó el Gobierno de Canarias. Este grave hecho fue el que motivó una de las tres paralizaciones que afectaron a la obra en 2022.
Las obras para la urbanización se iniciaron con dos informes desfavorables sobre Patrimonio Arqueológico, emitidos por el Cabildo de Tenerife en 2014 y 2017 y sin la correspondiente supervisión arqueológica. Este hecho quedó constatado en el informe que emitió el Jefe de Servicio de Patrimonio Histórico del Cabildo de Tenerife en 2022: «Durante la ejecución de estos movimientos de tierra no se efectuó una labor de seguimiento arqueológico y, desde luego, tampoco se procedió a recoger la totalidad del material arqueológico existente en la zona 4-0 del yacimiento, que se corresponde con, aproximadamente, un tercio de su superficie original».
Desde la Asociación indican que la afirmación de Valentín Barroso de que únicamente un yacimiento se ha visto afectado por las obras, también resulta incierta. El yacimiento catalogado como PA 23, popularmente conocido como la “Atalaya Guanche’’ también se ha visto afectado parcialmente por los trabajos realizados,
concretamente por la entrada de maquinaria pesada para el arranque y trasplantado de ejemplares de tabaibas.
Y añaden que otra afirmación de Barroso sobre el excelente estado de conservación del yacimiento PA 4 también es completamente errada. Y se refieren nuevamente al informe del servicio de Patrimonio Histórico del Cabildo de Tenerife de 2022 evidencia la gravedad de la situación: «este yacimiento ha sido destruido completamente en una superficie de un tercio, aproximadamente, y sin haber cumplido con las medidas propuestas en el propio estudio patrimonial encargado por la entidad promotora de las obras, que estimaba la necesidad de recoger todo el material que pudiera verse afectado por los movimientos de tierra previstos y contar con una labor de seguimiento arqueológico durante la ejecución de dichas obras».
El Servicio de Patrimonio Arqueológico del Cabildo de Tenerife, en su informe, subraya la importancia de proteger y conservar este yacimiento en su ubicación original, ya que el entorno original de un yacimiento es tan importante como el yacimiento en sí, «algo que todo arqueólogo debería saber», añade Salvar La Tejita, y añaden que la destrucción intencionada del yacimiento arqueológico en 2022, del que tenían pleno conocimiento, representa una grave violación de la legislación patrimonial y un atentado contra nuestro pasado histórico.
«A pesar de que el actual Gobierno de Canarias dejó caducar el procedimiento sancionador por la destrucción del yacimiento, los hechos podrían constituir un delito contra el patrimonio histórico, según los artículos 323 y 324 del Código Penal y aún pueden ser perseguidos. Cabe destacar que Miguel Ángel Clavijo Redondo, tío del presidente del Gobierno de Canarias y director general de Patrimonio, tuvo un papel fundamental en este hecho».
Finalmente recuerdan al arqueólogo Valentín Barroso que, a pesar de las investigaciones arqueológicas realizadas por Arqueocanaria SL, en 2022 se destruyó un yacimiento arqueológico, por lo que sus afirmaciones no tienen nada de credibilidad.