El grupo de arqueología social denuncia el estado de abandono de una emblemática fuente de Fasnia, con varios yacimientos guanches asociados en pésimo estado de conservación. Imastanen se suma a esta reivindicación que desde hace años defienden varios colectivos del municipio en relación a este reconocido manantial, pudiendo comprobar como la fuente, que dejó de brotar hace unos años, se encuentra en un estado de abandono total, así como la estación de cazoletas y canales asociada a este lugar.
La fuente, muy conocida en el municipio (cuyo nombre el colectivo no quiere divulgar por motivos de seguridad de cara a evitar posibles alteraciones o destrozos), se secó hace un par de años. La causa de su desecación, además de por motivos climáticos -la sequía que sufre el municipio fasniero en los últimos tiempos- se sospecha pueda haberse producido como consecuencia de unas obras que alteraron el terreno que se encuentra a unas decenas de metros por encima de la propia fuente. En su día se pudo constatar cómo dichas obras modificaron el terreno, allanándolo para uso agrícola y desde ese momento la permeabilidad de esa ladera disminuyó considerablemente, lo que muy probablemente colaboró en la extinción definitiva del curso natural del agua que afloraba en ese manantial.
El grupo de arqueología social explica que las cazoletas asociadas a esta fuente milenaria, nos hablan una vez más del importante rol que jugaba entre las antiguas sociedades isleñas este los hontanares, que mediante este tipo de prácticas cultuales se convertían en espacios de veneración. Todo ello dentro de la lógica importancia que las fuentes de agua suponían para la supervivencia de las poblaciones humanas y el mantenimiento de sus recursos, como rebaños y otros animales domésticos. La factura de esta estación de cazoletas en particular resulta especialmente hermosa, con formas poco comunes que sin duda eran el centro de las prácticas ceremoniales guanches en esa zona.
Varios colectivos del municipio llevan años demandando al consistorio que se haga cargo del mantenimiento y preservación no solo de la fuente sino de los yacimientos guanches que la acompañan, sin respuesta hasta el momento. En la misma línea denuncian que hace ya dos años el portavoz del colectivo avisó a los técnicos del área de patrimonio del Ayuntamiento de Fasnia sobre otra serie de yacimientos dentro del municipio de cara a su catalogación, sin que se concretara respuesta efectiva. En concreto se trata de dos yacimientos con grabados rupestres de gran valor. Lejos de tratarse de “cuatro líneas”, como algunos responsables institucionales han llegado a calificar a los grabados guanches más comunes, Imastanen aclara que las Tarhas son señales supervivientes de una sociedad ancestral que sigue siendo el pilar fundacional de la actual identidad cultural canaria, con gran parte de sus significados y usos prácticos y simbólicos aún por determinar. El desinterés y desprecio por estas señas identitarias de nuestro pasado es una tónica entre
los diferentes responsables políticos a la cabeza de las varias administraciones insulares, lo que está conduciendo a su desaparición sistemática, con la gravedad que ello comporta.
Los colectivos asimismo denuncian como las administraciones responsables se pasan la responsabilidad unas a otras: «El Cabildo deriva responsabilidades a los ayuntamientos, quienes a su vez se quejan de la falta de recursos y colaboración por parte del Cabildo, el cual, cuando no le queda otra, culpa al Gobierno de Canarias, quien a su vez sigue permitiendo que la ley se siga vulnerando de manera constante cuando se trata de proteger y preservar el legado patrimonial indígena. Un patrimonio que pertenece a todos los canarios y canarias que está muy por encima de cualquier interés empresarial privado».
Imastanen acusa a las autoridades responsables de velar por el patrimonio cultural canario: «se llenan la boca con la importancia y necesidad de invertir millonadas en elementos arquitectónicos erigidos en nombre de la religión católica -impuesta hace siglos al pueblo guanche a fuego y sangre- como es la Basílica de La Candelaria y otros valores del patrimonio colonial hispano, mientras el patrimonio aborigen sigue olvidado y desprotegido. Lo cierto es que la pervivencia de la cultura guanche aunque sea bajo formas tan sencillas -por lo que su protección no requeriría en la práctica de grandes recursos y sí de buena voluntad- sigue siendo algo que parece no merecer el mismo respeto».
Por otra parte, indican que a comienzos de este año el Ayuntamiento de Fasnia anunciaba en sus redes sociales la adquisición de una vivienda catalogada como de gran valor patrimonial. Sin que tengamos constancia de quienes eran los propietarios de la casa, lo que sí se sabe a ciencia cierta es que la compra de este inmueble en ruinas por parte del ayuntamiento se valdrá de una subvención del Gobierno de Canarias por un importe de 471.484,61€ destinados a su rehabilitación. La intención según el propio Ayuntamiento es la de rehabilitarla y convertirla en un centro de interpretación aborigen. Frente a esto, el colectivo afirma no entender bajo qué principio ético se permiten gastar esta suma de dinero para supuestamente, visibilizar el patrimonio indígena del municipio, cuando éste se encuentra en un estado de abandono y deterioro lastimoso.
Recuerdan además que este municipio sigue sin haber elaborado su propia carta arqueológica tal y como exige la Ley 11/2019 del 25 de Abril del Patrimonio Cultural de Canarias. «No vemos lógica en invertir cuantiosas subvenciones en una vivienda para pretendidos fines de divulgación arqueológica cuando no se ha cumplido ni con los mínimos requisitos en la materia estipulados por la propia ley. Todo lo que rodea la adquisición de este inmueble, por tanto, resulta sospechoso, pues como ya ha ocurrido en otros tantos
municipios de la isla, decenas de miles de euros invertidos con la intención manifiesta de crear Centros de Interpretación Arqueológicos, nunca se han visto convertidos en realidad y el dinero acaba en manos privadas sin mayor resultado y sin que se protejan efectivamente los mismos yacimientos que se dice pretender divulgar».
Finalmente el colectivo de arqueología social invita a los técnicos del ayuntamiento a mostrar interés pongan en marcha el trabajo para catalogar, proteger, custodiar y fomentar el estudio y el conocimiento de la cultura guanche y su legado material e inmaterial. «Mientras tanto seguimos esperando coherencia y respuesta por parte de los responsables de este municipio para abordar la grave problemática que asola el legado arqueológico guanche sin que a nadie parezca importarle lo más mínimo que sigan desapareciendo irreversiblemente. Quizás esperan a que desaparezcan definitivamente los propios yacimientos para que les sean concedidas subvenciones y así elaborar paneles fotográficos que los recreen tal y como eran. Sin duda se trata de una cuestión de preferencias», concluye el colectivo.