Por Joaquín Hernández
CUADERNO DE BITÁCORA
No cabe la menor duda que la maniobra de Carlos Mazón al nombrar a militares dentro de su gobierno autonómico, es una cortina de humo para ocultar su incompetencia y asi presentar un equipo de gestión, encargado de la reconstrucción de los daños producidos por la riada valenciana, con prestigio suficiente para hacerse cargo de gestionar los miles de millones de euros que se necesitarán para devolver a la normalidad la zonas desbastadas por la Dana.
El teniente general jubilado, Francisco José Gan Pampols es un militar de prestigio, con numerosas condecoraciones y destinos nacionales e internacionales entre los que destaca su participación en Afganistán donde lideró el Equipo de Reconstrucción Provincial en Qala-e-Naw, impulsando la estabilización regional. Su último cargo como jefe del Cuartel General Terrestre de Alta Disponibilidad le dan el crédito suficiente como hombre experto y preparado para actuar con carácter inmediato en situaciones muy complejas es el nuevo Vicepresidente para la Reconstrucción de la Generalitat valenciana.
Pero Gan Pampols no estará solo, un compañero de armas, el general Venancio Aguado Diego, ocupará la secretaría de la vicepresidencia de Recuperación, otro militar de reconocido prestigio en el ámbito castrense.
Ambos militares, en situación de jubilación, dejarán de cobrar sus respectivas pensiones al estar en activo desarrollando una actividad en el sector público. Se presupone que en tanto vuelvan a dejar dicha actividad se volverán a acoger al sistema de pensiones de las fuerzas armadas y de seguridad del Estado.
Hasta aquí todo normal, dos prestigiosos militares aceptan sendos cargos políticos para salvar el culo de un politiquillo de cuatro cuartos. Se presupone que la capacidad para resolver los múltiples problemas que conlleva la reconstrucción de una zona azotada por un fenómeno natural de las características de la riada valenciana, está de acuerdo con el curriculum de Gan Pampols y Aguado Diego.
Supongamos que es asi y que los dos generales triunfan y en argot taurino cortan dos orejas, rabo y dan 6 vueltas al ruedo, saliendo a hombros de los valencianos por la puerta grande del Palau de la Generalitat en Valencia. Supongamos que todo les sale a la perfección y la gestión de los militares es un ejemplo por seguir y deja con el culo al aire a los políticos españoles, a todos de todos los partidos…
¿Qué sucedería si Gan Pampols y Aguado Diego dieran un paso adelante y se decidieran por crear una agrupación política integrada por exmilitares, exguardiaciviles y expolicías retirados?
No sería nada extraño que lograsen votos suficientes como para llegar a ser el tercer partido más votado, muy cerca del segundo y delegando a la desaparición a partidos como Vox, porque estaría clarísimo que parte del voto de la derecha rancia del PP y de la extrema derecha de Vox, votaría a favor del “militarismo político activo”. Porque ser militar o integrante de las fuerzas de seguridad del Estado no significa ser fascista, ni mucho menos, son personas “educadas” en el respeto constitucional, algunos más escorados a la derecha y otros más a la izquierda, pero tanto unos como otros creen en la democracia y descartan cualquier otro sistema político de otro signo.
No es nuevo el hecho de que militares ocupen cargos de responsabilidad en el gobierno, el general Gutiérrez Mellado es un ejemplo, pero también el general, ex Jefe del Estado Mayor de la Defensa, fue nombrado secretario general del partido Podemos en Madrid.
Nos encontramos en una incógnita que será resuelta en no menos de 3 años, si todo funciona, tomen nota, que creo no equivocarme, en las elecciones generales del 2027 tendremos un nuevo partido compitiendo por lograr entrar en la Moncloa.
Cosas peores se han visto, y no descarto un consejo de ministros presidido por un exgeneral de 3 estrellas, tiempo al tiempo, al fin y al cabo serán los votos de los españoles los que decidan si quieren un cambio de “estilo” o siguen con los insultos y el hedor a mierda que despide el hemiciclo madrileño.