El pasado fin de semana apareció ante la puerta del ayuntamiento de Granadilla la palabra VERGÜENZA en el suelo con fragmentos de platos fruto de la práctica de tiro, para denunciar el destrozo medioambiental, paisajístico y el daño al patrimonio, tras la celebración del 30 de mayo al 5 de junio pasado, del Campeonato de España de Recorridos de Caza en los aledaños de Los Llanos de Ifara (municipio de Granadilla de Abona).
Diversos colectivos vienen denunciando el destrozo que ha supuesto para este espacio natural protegido, con reconocimiento de Bien de Interés Cultural, área de protección ambiental y ‘espacios de alto interés geomorfológico, ecológico y/o paisajístico’, el hecho de que durante tres días seguidos, 250 tiradores hayan estado haciendo prácticas de tiro por diversos circuitos en la zona dejando millones de fragmentos de platos y miles de plásticos de los cartuchos, además de muchos de los cardones y tabaibas destrozados con proyectiles y restos de platos clavados.
Sixto García Noda, miembro del Grupo de arqueología Social de Tenerife, denunciaba recientemente en radio San Borondón el que las instituciones organizadoras no hayan elegido otro lugar para celebrar este evento y que hayan hecho caso omiso tras la denuncia presentada por el grave impacto y daño medioambiental que han generado.
García Noda advierte que este material no es biodegradable, tal como argumentan desde algunas administraciones, pues se necesitarían unas condiciones de humedad que en ninguna época del año tiene esta zona.
Este grupo de Arqueología social, emitía recientemente el siguiente comunicado:
«No entendemos por qué se apuesta por este tipo de prácticas en esta zona, cuando llevamos años escuchando promesas de la creación de un futuro parque arqueológico, al mismo tiempo que se produce la destrucción del espacio y del yacimiento, también por actividades como el geocaching, entre otras.
Ya han sido varias las ocasiones en las que nos hemos dirigido al Área de Patrimonio del Cabildo de Tenerife para alertar del daño que se está provocando al patrimonio de esta zona, como es el caso de las cabañas. No entendemos por qué las administraciones -Ayuntamiento de Granadilla, Cabildo de Tenerife y Gobierno de Canarias- promocionan una zona que no se está protegiendo.
En un encuentro con el gobierno local, durante el mandato pasado se abordó nuestra preocupación por el estado de los yacimientos, donde las cabañas están sufriendo un deterioro paulatino, y son víctimas de la sustracción de piedras con grabados. Lamentamos que de este encuentro no haya surgido ninguna medida que garantice la perdurabilidad, protección, estudio y divulgación de esta joya de la arqueología canaria.
Recordamos que el Plan Insular de Ordenación de Tenerife, aprobado definitivamente mediante Decreto 150/2002, de 16 de octubre, clasifica el Monumento Natural de Montañas de Ifara y Los Riscos como ‘área de protección ambiental I’, a las que define como ‘espacios de alto interés geomorfológico, ecológico y/o paisajístico’. Ya desde el Gobierno de Canarias se manifestaba en 2021 que la declaración de Bien de Interés Cultural “obedece a la necesidad de establecer un ámbito de protección que garantice la conservación de los yacimientos arqueológicos y los elementos de interés etnográfico que albergan”. Suelo rústico de Protección Ambiental, Subcategoría Protección cultural, recogido con el
Plan General de Ordenación del Ayuntamiento de Granadilla. De acuerdo a la normativa vigente, en esta categoría de suelo queda prohibido:
– “Movimientos de tierra que no respondan a medidas de conservación o adecuación paisajística o reestructuración de cultivos existentes.”
– “Cualquier otra actividad que pudiera significar peligro de erosión del suelo o poner en peligro la flora, fauna y equilibrio ecológico del lugar.”
– “Las obras de conservación y adecuación paisajística de los caminos existentes, que deberán atender a la restitución de las condiciones originales del área ocupada.
Si dichas obras supusieran movimientos de tierras, deberá asegurarse la restitución de las condiciones previas, incluyendo en su caso la replantación de especies características.”
En este caso es evidente que las condiciones originales han sido alteradas tanto en su forma (ensanches y apartaderos), como en la estructura del camino cubriéndolo de hormigón, grava y cemento. Estas alteraciones han supuesto el destrozo de la vegetación que se ubica en el trazado. Los aparcamientos que se ubican en el área meridional de la obra han requerido de desmontes y aplanamientos del terreno.
Desde la finalización de la obra se ha detectado un importante incremento de tráfico rodado y de personas en las zonas aledañas que ha quedado patente con la celebración de un campeonato multitudinario. Los efectos sobre el ecosistema y sobre el patrimonio no han sido previstos por las autoridades promotoras de la obra a pesar de tratarse de estar tan próximo y en algún caso dentro del propio espacio natural protegido con categoría de protección de Monumento Natural.
La mejora y pavimentación de esta pista beneficia a las personas que desde hace años ocupan las cuevas patrimoniales en los límites de un espacio natural protegido, llegando a documentarse importantes destrozos. Estos casos de ocupación se han denunciado en numerosas ocasiones tanto al Cabildo de Tenerife como el Ayuntamiento de Granadilla».