La pasada campaña electoral para las elecciones autonómicas y municipales, el Partido Popular con su presidente Alberto Núñez Feijóo al frente, no la centraron en hacer un balance de la gestión realizada por las diversas corporaciones y la exposición de un programa de gestión para los próximos cuatro años.
Por el contrario, le dieron carácter de plebiscito a Pedro Sánchez por su labor de gobierno, pactos alcanzados para su configuración y apoyos de organizaciones políticas independentistas como ERC y sobre todo EHBildu. En esa ocasión el diseño de la campaña de crispación y su desarrollo le salió bastante bien, hasta el punto de ganar las referidas elecciones, en algunos casos con mayoría absoluta como en Madrid, pero en el conjunto de las comunidades autónomas y municipios, mayoritariamente las victorias han sido insuficientes como para poder formar gobiernos al margen y sin el apoyo de Vox.
Como eso ya viene ocurriendo, significa que la involución ya la tenemos servida y se podrá acrecentar mucho más, si llegan a configurar el gobierno de todo el país, haciendo que éste sea a su imagen y semejanza con falta de libertades y de justicia social. La derecha extrema del PP y extrema derecha de Vox no gobiernan, pero ostentan el poder mediante los poderes facticos: eclesial, económico, judicial, militar y policial, pero se complicará mucho más si entre ambas, consiguen la mayoría absoluta en el Parlamento, posibilitándoles el control del BOE (Boletín Oficial del Estado), donde incluirán todas las leyes retrogradas que aprueben en el Poder Legislativo.
Para lograrlo están haciendo una campaña burda y miserable a Pedro Sánchez. Lo hacen desde el populismo y la mentira creando confusión e indignación. Lo adornan con frases impactantes como por ejemplo: “hay que derogar el sanchismo”. El colmo es utilizar Feijóo la frase: “Pedro Sánchez o España”. Ya de por si, utilizar esa expresión lo debería descalificar, pues da la impresión de que él se arroga la representación del conjunto de España y sin vacilación se le tendría que contestar: Feijóo o España y ya entrando en materia y en vista de que, no tiene ningún reparo en la configuración de gobiernos autonómicos y municipales con Vox, también se le podría añadir: fascismo o libertad. Esta expresión y sin ningún complejo, se tuvo que emplear pero inexplicablemente no se hizo, para contrarrestar a Isabel Díaz Ayuso, cuando en la campaña electoral para las elecciones de la Comunidad Autónoma de Madrid del 4 de mayo de 2021, hipócritamente sacó a relucir la frase: comunismo o libertad.
La gestión del gobierno de Pedro Sánchez ha sido realmente muy notable e importante, aún teniendo que afrontar una pandemia de la que, España fue uno de los países europeos que mejor la gestionó, obteniendo más rápidos y mejores resultados. Lo mismo ocurre con la Guerra de Ucrania que, como se puede comprobar, ha venido afectando mucho menos a nuestro país en relación a los de nuestro entorno europeo, como se demuestra con la inflación que ha bajado al 1,9% inferior a la media europea que es del 7% y el PIB viene creciendo el 2,1%, comparado con el 0,6% de nuestros socios de la UE. La creación de 1.400.000 empleos en esta legislatura es otra de las grandes gestiones realizadas, habiéndose incrementado a mas de 20,8 millones, cifra que hasta la actualidad no se había alcanzado. Si a esto se le une la consecución por parte de la Unión Europea de 140.000 millones, 70.000 de los cuales son a fondo perdido y el resto por mediación de créditos blandos del BCE, no cabe la menor duda de que ha sido todo un éxito, aún en contra de las maniobras del PP para tratar de boicotear este gran logro para nuestro país.
Lo mismo ocurrió con la llamada “isla energética” creada conjuntamente con Portugal para abaratar el servicio energético, sin las repercusiones oscilantes y muy negativas del precio del gas. La subida del SMI a 1080 euros, comparado con los 735 que lo había dejado el gobierno de Rajoy, que en siete años lo incremento sólo el 7 % y Pedro Sánchez que en tan solo dos años lo subió el 29 %. Igualmente, de lo mejor que ha podido ocurrir en esta legislatura ha sido la subida de las pensiones con arreglo al IPC y para recuperar el poder adquisitivo perdido en este año su incremento ha sido del 8%.
La campaña populista que le ha venido haciendo el PP con Feijóo al frente a Pedro Sánchez, la ha centrado burdamente a nivel personal, cuestionando su legitimidad como presidente del gobierno, con expresiones como la de que es un ocupa en clara alusión de la Moncloa. Precisamente Feijóo no es la persona más indicada para hacerle a Pedro Sánchez ese tipo de oposición y es que su autoridad moral brilla por su ausencia. Es publico y notorio la relación de amistad que mantuvo con el narcotraficante Marcial Dorado que fue juzgado y condenado a 14 años de cárcel. Fueron varios los viajes que en su yate hizo por diversas zonas de España y Portugal, mientras Galicia estaba sumida en un autentico drama, sobre todo en la década de los ochenta con tantos jóvenes victimas de la drogadicción y, con sus madres organizadas combatiendo a los capos de la droga, para salvar la situación de dependencia de sus hijos.
Últimamente ha salido a relucir el sobresueldo que cobra del PP. Practica ilegal que parecía se había desterrado del Partido Popular cuando salió a relucir “los papeles de Bárcena” y en los que se especificaba los dirigentes que accedían a esa remuneración, incluido uno especificado como M. Rajoy y que no se ha dado por aludido (por lo visto en el PP hay otras muchas personas con ese extendido apellido y con la M “que podría ser” de: Miguel, Manuel, Marcial, María, Marta, Montserrat, Magdalena, etc.). Lo cierto es que, a diferencia de los dirigentes del PSOE, en los del Partido Popular esa indecente y fraudulenta practica sigue muy extendida y como no podía ser de otra manera, Feijóo es el primero en “dar ejemplo”. ¿Cómo un personaje de esta calaña se atreve a postularse para presidir el Gobierno de España?. Sería el colmo que lo consiga, lo mismo que ocurría con el de la Junta de Galicia. Por lo visto los votantes del PP gallego no conocían las fechorías que durante mucho tiempo estuvo cometiendo. Ahora continua en las andadas, pero esta vez a nivel de todo el país. Esperemos que en esta ocasión no se salga con la suya y, sobre todo, por que iría acompañado del fascista Santiago Abascal al frente de su indeseable y reaccionario partido político Vox.
Antonio Aguado Suárez