El pasado sábado tuvo lugar el pleno de constitución del Cabildo de Gran Canaria y mi toma de posesión, por tercera vez, como presidente del Cabildo de Gran Canaria.
“Gracias Gran Canaria” fueron mis primeras palabras. Gracias por la confianza renovada, por el esfuerzo compartido y por la complicidad sostenida durante estos ocho años que, aunque muy duros, han sido apasionantes y fructíferos.
Solo puedo devolver tanto afecto y compromiso prometiendo, una vez más, mi lealtad insobornable a las necesidades y derechos de cada una de las grancanarias y grancanarios que compartimos la pasión de vivir en la isla de nuestra vida.
No tengo espacio para referirme a las miles de personas que me gustaría citar por su nombre, darles un abrazo y repetirles que asumo este nuevo mandato como presidente del Cabildo de Gran Canaria con fuerzas e ilusión para devolver con dedicación, cercanía y pasión tantas esperanzas confiadas. Las 90.281 personas que votaron a la candidatura que encabezaba tienen todo mi agradecimiento, aprecio y consideración. También las que votaron a otros grupos porque expresan una conducta cívica y comprometida con el Cabildo, con la isla y con la democracia.
Gobernaremos para todos y todas y tengan la seguridad de que todos los grupos políticos presentes en esta institución, porque así lo ha decidido la ciudadanía, ejercerán sus responsabilidades como oposición con los recursos y el respeto que así se establecen en un estado de Derecho
La tarea de transformación de Gran Canaria, que la ciudadanía ha reconocido, no hubiese sido real sin el equipo de consejeras y consejeros que han conformado el gobierno de la isla en estos últimos ocho años junto a directores, asesoras, trabajadores y trabajadoras que durante el mandato se han entregado con profesionalidad, integridad y colaboración a esta hermosa tarea colectiva.
El esfuerzo compartido es la mayor fuente de satisfacción entre las personas y esta experiencia nos ha marcado para siempre en beneficio de Gran Canaria y de su gente. Y en este reconocimiento me detengo también en los 21 alcaldes y alcaldesas de Gran Canaria con quienes nos hemos fundido en los tiempos más difíciles para atender, socorrer y recuperar a miles de personas, de empresas y entidades que las crisis habían dejado en la soledad, el desamparo o el desconcierto.
Hemos sido primero de Gran Canaria que de nuestros partidos y la isla lo ha notado y lo ha premiado. Hoy el Cabildo de Gran Canaria es más municipalista que nunca, tal vez porque aplico todas las enseñanzas aprendidas en mi Agüimes natal y me siento alcalde junto a los alcaldes y alcaldesas de nuestra isla.
Y tengo que celebrar y agradecer también que en Gran Canaria, y para conformar el nuevo gobierno de la isla los próximos cuatro años, las fuerzas políticas mayoritarias, PSOE y Nueva Canarias, hayan actuado con responsabilidad y respeto a la voluntad popular.
No quiero terminar este capítulo de reconocimientos sin agradecer su apoyo, su abrigo, a Nueva Canarias, a Roque Aguayro, a mis amigos y amigas, a mi familia, a mis padres y, desde luego, a Maribel y a Ardiel por su apoyo constante, por sus sacrificios, por tanta entrega. Sin ellos sería imposible haber recorrido este camino y pensar en nuevos retos. Su generosidad es infinita, mi amor también.
Y con estas energías renovadas nos disponemos a avanzar en la culminación de tareas iniciadas y decisivas, a iniciar otros compromisos que la isla necesita y están en nuestras manos. En cualquier caso a avanzar hacia la Gran Canaria de progreso que soñamos y proyectamos y que empieza a descubrirse para satisfacción de todas y de todos.
La isla que impulsamos tiene que seguir integrando a toda su gente y reduciendo desigualdades, ofreciendo oportunidades de vida a quienes vivimos aquí, asegurando que ninguna mujer es víctima de la violencia de género, garantizando la sostenibilidad ante los desafíos del cambio climático, dinamizando la actividad socioeconómica y protegiendo a las pequeñas y medianas empresas canarias que son las mayores generadoras de empleo. Tenemos que aprovechar el talento que vive entre nosotros y sobretodo de las generaciones jóvenes que nunca tuvieron tanta formación.
Hacer más sostenible el turismo que estructura un sector decisivo de nuestra economía, consolidar la isla de arte que nos convierte en referencia internacional y asentar todos los elementos de identidad cultural que hacen de Gran Canaria Patrimonio de la Humanidad y Reserva de la Biosfera.
No es fácil que en el Cabildo de Gran Canaria la ciudadanía renueve la confianza en su gobierno. El cambio de mayorías ha sido casi una constante en la etapa democrática. Por eso, tiene más valor y debemos leer bien qué se ha reconocido y valorado en este periodo para que fuera confirmado en las urnas. Creo que se ha percibido una institución cercana, sensible con las dificultades y comprometida con nuestra gente en los momentos más duros. Y se ha percibido también un proyecto, una mirada a medio y largo plazo. Se ha percibido que Gran Canaria tiene un Plan.
En la crisis de 2020 decidimos poner los recursos del Cabildo que estaban en los bancos a disposición de quienes lo necesitaban, sin economicismos que deshumanizaran nuestra acción. El Plan de Medidas de Emergencia cuando el Covid nos llevó a la parálisis, los distintos programas de inversión pública para reactivar la economía y para proteger a los más vulnerables o los planes de cooperación con los municipios, hicieron visible a un Cabildo que a lo largo de la historia, a veces, ha aparecido demasiado invisible o lejano.
La ciudadanía insular también comprobó que la isla evolucionaba, que avanzaba hacia una transformación económica paralela a una potenciación de los cuidados, la inclusión y la igualdad. Tenemos claro por dónde transitar. La isla está en marcha y anda por una senda firme, segura y con proyección de futuro. “…Que tiene el mayor mar como camino…”, como escribió Alonso Quesada
La diversificación económica presenta sus primeros frutos y deja de ser un eslogan para convertirse en realidades como las de las economías azul y circular, la industria audiovisual, la movilidad sostenible, la modernización y la digitalización turística, la adaptación y la mitigación de los efectos del cambio climático, la biotecnología, el conocimiento y la proyección inteligente de la isla, la triple transición energética, hídrica y alimentaria, el impulso a la industria y el comercio locales, los cuidados, la igualdad, la inclusión social…
El objetivo del mandato que acaba de finalizar fue consolidar un modelo ecosocial en nuestra isla y además, mejorar sus infraestructuras, sus servicios y sus políticas públicas para garantizar los derechos universales. El mandato que iniciamos debe permitirnos extender y afianzar la ecoísla que orienta nuestro proyecto y la acción de gobierno.
Pero no queremos trabajar obviando la realidad que nos rodea. Frente a soluciones populistas o neofascistas quiero presidir un gobierno que amplíe los derechos de las personas, la igualdad de oportunidades y el autogobierno de nuestras islas. Hablamos de un gobierno de Gran Canaria que garantiza continuidad, pero no es continuista porque tiene objetivos ambiciosos, promete eficiencia para culminar y acortar plazos, modernidad para afrontar nuevos retos que garanticen futuro, determinación para encontrar financiación de proyectos estratégicos, fortaleza y firmeza para defender los derechos de Gran Canaria y diálogo para que toda la sociedad grancanaria sienta como propia la acción de este Cabildo.
El Gobierno del Cabildo que ahora comienza su andadura garantiza lealtad institucional a los gobiernos autonómicos y central con los que tenemos una relación necesaria y obligada porque hay proyectos supramunicipales que requieren de negociación y colaboración. Y al mismo tiempo, reclamo de todos el respeto a la voluntad de Gran Canaria que ha confirmado una orientación política progresista que este gobierno desarrollará con la firmeza y la responsabilidad de un gobierno democrático.
No queremos retroceder, ni volver a políticas especulativas que contradigan el avance rápido hacia el modelo progresista de ecodesarrollo que demandan los tiempos nuevos que vivimos… Descarbonización, diversificación económica sostenible (con las soberanías estratégicas que demanda la realidad insular), igualdad, equidad y justicia social, solidaridad, participación, identidad cultural…
El Cabildo de Gran Canaria a lo largo de sus 110 años de existencia ha sido defensor de los fueros y de los anhelos de nuestra gente. En tiempos de bonanza y de dificultad el Cabildo supo liderar unas veces, y respaldar otras, las ansias de libertad, autogobierno y bienestar que el centralismo insular o estatal dificultaban o literalmente impedían. Y con la legitimidad del respaldo democrático renuevo mi promesa de ser fiel a esta historia, a este legado y a esta impronta que ha servido para el engrandecimiento de la isla a la que represento.
No nos desviaremos ni un ápice de esta trayectoria. Nos espera una tarea apasionante, facilitar una Gran Canaria mejor, más cohesionada, próspera, verde, igualitaria y creativa cuando nos asomemos a 2027. Nos disponemos a asumir este compromiso histórico. Y les digo que vale la pena dedicar una parte de nuestras vidas a ello.
Antonio Morales Méndez
Presidente del Cabildo de Gran Canaria