Viendo el Manifiesto Fundacional del PSOE y la Sociedad tan injusta que tenemos, con tanta falta de libertad (entre otras continua y no se ha derogado la reaccionaria e injusta Ley Mordaza) y de justicia social, es más que evidente que el mismo tiene vigencia.
Sin embargo y como se puede comprobar, de un tiempo a esta parte, se ha venido haciendo dejación de sus postulados y en gran medida, el PSOE por mediación de sus dirigentes ha sido absorbido por el Sistema Capitalista. A éste la Social Democracia le vino muy bien y la aprovechó después de la Segunda Guerra Mundial como contención del comunismo.
Pero después de cumplirse esa etapa y con la consolidación plena del capitalismo, ya para éste también las organizaciones políticas socialdemócratas, pasaron hacer sus adversarios políticos o más bien como se viene comprobando enemigos.
El PSOE con sus jerarcas al frente, le ha venido dando una mano de barniz al Sistema Capitalista, pero no lo cuestiona en lo fundamental: modelo de Estado Republicano Federal y Laico, creación de sectores estratégicos públicos, como la banca, empresa energética. de transporte, empresas industriales esenciales, sanidad y educación realmente con carácter publico y de calidad (quien quiera sanidad y enseñanza privada ¡que la paguen!), igualmente los servicios sociales y culturales, viviendas del Estado dignas para las familias necesitadas, etc.
Terminar con los monopolios y oligopolios de las grandes empresas y que estás, sean cogestionadas con la participación en sus órganos de dirección por los trabajadores y trabajadoras. En definitiva, no continuar supeditados a los poderes fácticos: Iglesia Católica con sus tantos privilegios intactos, ejercito, policía, poder judicial, e Ibex 35. Significa, que la derecha, aunque no gobierne, pero tiene el poder.
Esto demuestra que las siglas PSOE han continuado desde el 2 de mayo de 1879 hasta nuestros días inalterables, pero se ha estado demostrando que desde hace mucho tiempo las políticas llevadas a efecto por sus dirigentes, no se corresponden con las mismas, ni con el referido manifiesto y las reivindicaciones que en el se contemplan y que, en gran medida, se han venido abandonando.
En consecuencia, quienes no estén con lo que significa y representan las siglas PSOE, si fueran coherentes con sus ideales, principios y convicciones, deberían crear otro partido político a su imagen y semejanza y dejarnos las referidas siglas, para quienes de verdad las sentimos como nuestras propias por todo lo que han representado y deberían continuar representando.
Antonio Aguado Suárez