CUADERNO DE BITÁCORA
Los psicólogos y psiquiatras están de enhorabuena, tienen sus agendas repletas, no dan de si para atender a tanto paciente que sufren el efecto del síndrome Dunning – Kruger.
Antes de entrar en materia les explicaré los síntomas que detectan la enfermedad, El síndrome Dunning-Kruger es un prejuicio de tipo cognitivo a través del cual las personas creen ser más inteligentes y capaces de lo que en realidad son.
Me comenta mi amigo Angulo, experto psicólogo que: “El problema de fondo es que las personas que tienen bajas capacidades no cuentan con las habilidades necesarias para reconocer su propia incompetencia. Precisamente esta combinación de ignorancia y falta de percepción sobre los propios límites es lo que hace que una persona termine sobreestimando sus capacidades”.
Aquí, en España y particularmente en Canarias, estamos rodeados, además de agua por todos los lados, por gente que padece este tipo de síndrome.
Pero lo más preocupante no es que un importante empresario sea un garrulo deslustrado, o lo que llamamos cariñosamente “un mago de mierda”, porque influye en su entorno, en sus empleados y en su perspectiva de los negocios, tenemos miles de ejemplos de estos tipos a nuestro alrededor, algunos en el talego precisamente por eso, por creerse el rey del mambo y ni saber tocar las maracas.
Lo jodido es que nuestro sistema político este plagado de personas enfermas del efecto Dunning – Kruger. Los que llevan el timón que maneja los destinos de nosotros, de los españoles y los canarios en particular, todos, (con grandes excepciones) se creen más inteligentes y eficaces de lo que lo son.
La realidad es que estamos dominados por personajes arribistas que han llegado a la política quitando el polvo de los zapatos del secretario de organización del partido, lameculos y abraza farolas, con el único proyecto de colocarse, de forma vitalicia, en el entramado de la burocracia partidista. Ejemplos los tenemos en el pasado, el presente y desgraciadamente, si no sale una vacuna lo más rápido posible, en el futuro inmediato estaremos plagados de totufos y totufas, totorotas metiendo mano en la caja de caudales del dinero público, de nuestro dinero.
El gobierno de Canarias, ahí tienen ustedes un ejemplo donde observar la evolución de la enfermedad. Si tiramos de hemeroteca, veremos como Angel Víctor Torres (maestro de secundaria) lleva 24 años viviendo de la política militando en el Psoe de Canarias. Desde concejal del Ayuntamiento de Arucas, hasta presidente del gobierno de Canarias, ha sido de casi todo, incluso de fiel escudero de Juan Fernando López Aguilar al que dio la espalda a la primera de cambio.
El gobierno de Canarias está lleno de personajes de una mediocridad propia de garrulos y zoquetes, no se salva ninguno, de hecho, la ciudadanía no conoce por su nombre a ningún consejero del gobierno de coalición, compuesto por una amalgama de personajes, algunos investigados por casos de malversación de fondos y estafa, dignos de estudio psicológico y tratamiento al respecto.
Cabildos, Ayuntamientos, administraciones públicas repletas de incompetentes. Ventanillas llenas de personajes siniestros sin más intelecto que el de una mosca cojonera y es que las personas que en realidad merecen tener la responsabilidad y el honor de gestionar lo nuestro, están en el extranjero sirviendo pizzas o lavando platos en Dublín, Londres, París, etc.
Mucho antes de las investigaciones de Dunning y Kruger, Charles Darwin se había referido a este prejuicio de manera magistral cuando decía que “la ignorancia engendra confianza con más frecuencia que el conocimiento”.
El efecto Dunning-Kruger es uno de los problemas más serios que enfrentamos hoy en día no solo a nivel de nuestro entorno y proyectos personales o de emprendimiento empresarial, sino a nivel de nuestro futuro colectivo ya que son muchos los líderes mundiales que lo han expuesto de manera peligrosa en los últimos años.