Escucha la entrevista con Cándido Quintana, activista ecologista
Hace 24 años que un temporal arruinó el muellito ubicado en las instalaciones de la Sección de Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval de la Escuela Politécnica Superior de Ingeniería de la ULL, más conocida como Escuela de Náutica.
“La reparación de ese muellito no cuesta nada comparado con los grandes gastos como el del circuito del motor”, subraya Cándido Quintana. Habría que intentar solucionar este “pequeño problema de recursos públicos”, destaca el activista.
Sin embargo, la Autoridad Portuaria de Tenerife realizó a principios de siglo una concesión a la empresa Airlink Canarias de Inversiones S.L. para construir “una marina privada de alto standing”, en connivencia con la Universidad de La Laguna, relata Quintana.
La empresa terminó ingresando un millón y medio de euros del presupuesto público para poder “rescatar la concesión”, como cierre a este caso en el que las partes implicadas podrían haber recibido incluso mordidas, afirma sospechar Cándido.
El avance de este proyecto hubiera supuesto la pérdida de “un espacio público de playa, con la carencia que tenemos de ello en la ciudad de Santa Cruz de Tenerife”, recalca Quintana.