Escucha la entrevista con Pilar, trabajadora del Servicio de Ayuda a Domicilio
La situación que viven las trabajadoras del Servicio de Ayuda a Domicilio en Santa Cruz de Tenerife va empeorando con el paso de los meses. En 2018, el ayuntamiento presidido por José Manuel Bermúdez (CC) adjudicó a la empresa Clece, S.A. la explotación de este servicio con un contrato de más de 31 millones de euros.
Desde su privatización, las trabajadoras denuncian un empeoramiento en la calidad de los servicios prestados y un incremento de la precariedad laboral que sufren.
“Esto ha sido un caos”, explica Pilar, una de las trabajadoras de atención domiciliaria en el municipio. Explica que desde septiembre del año pasado no se tramitan altas en la plantilla, por lo que la mayoría de ellas siguen a jornada parcial.
Relata Pilar que, en muchos casos, las propias trabajadoras se ven obligadas a acudir a los asuntos sociales, puesto que las jornadas de entre 20 y 30 horas semanales no generan retribución suficiente para mantener a sus familias.
“Si una jornada completa es un mísero sueldo, se pueden imaginar lo que es una jornada parcial”, señala. Por 27 horas de trabajo, estas empleadas perciben un sueldo que ronda los 500 euros, lo cual resulta absolutamente insuficiente.
Las trabajadoras exigen la remunicipalización del Servicio de Ayuda a Domicilio, aunque lamentan que no haya voluntad política. “Los servicios públicos no deberían darse a las multinacionales o empresas privadas, porque ellas persiguen su beneficio económico; ¿cómo lo hacen? precarizando a las trabajadoras y dandole un mal servicio a los usuarios”, manifiesta Pilar.