Mamitu Abeydi Hamadi es responsable de Relaciones Internacionales de la Unión General de Trabajadores de Saguia El Hamra y Río de Oro (UGTSARIO). Lucía -Lucy- Rodríguez es secretaria de Relaciones Internacionales de Intersindical Canaria y una histórica en la lucha sindical del Archipiélago. Hablamos con ambos en Radio San Borondón sobre la situación que atraviesa la clase obrera saharaui en la actualidad.
Mamitu Hamadi está en Gran Canaria invitado por Intersindical en el marco de la socialización internacional del conflicto que están desarrollando desde la lucha por los derechos de los trabajadores saharauis. En octubre del pasado año, 58 organizaciones sindicales de distintos países y continentes se reunieron en Tinduf para conocer la situación de éstos en los territorios ocupados, los campamentos de refugiados y también de la diáspora saharaui.
Sostiene Hamadi que su deber es sensibilizar y dar a conocer su trabajo frente a la censura mediática que sufren. “Marruecos pretende terminar de normalizar una situación anormal”, expresa, por lo que su intención mediante el establecimiento de estas alianzas internacionales es forzar al país alauí a respetar los derechos de los trabajadores saharauis y su voluntad de constituirse como estado independiente. “No hay otra alternativa que vivir en un Sáhara independiente donde caben todas y todos los saharauis”, defiende.
Destaca además los vínculos que existen entre su pueblo y el canario: “la población que vivía en la provincia 53 tenía muchos lazos culturales y de hermandad en Canarias, hasta en nuestra gastronomía hay mucho en común”, declara.
Lucy Rodríguez también hace hincapié en esa conexión entre ambos pueblos y va más allá: “que Canarias a futuro pueda constituir su propia nación depende también de que el pueblo saharaui sea independiente, porque es la única manera de tener paz en la zona. Nosotros no queremos ser una plataforma de agresión al continente africano. Tenemos unos intereses tan vinculados que nuestro futuro depende de lo que le pase al pueblo saharaui en los próximos años”, señala.
Recalca Rodríguez además el agravante que supone la condición de género en una población ya oprimida en la cuestión nacional y de clase. Afirma que las violaciones de Derechos Humanos que se dan sobre el pueblo del Sáhara Occidental es “especialmente cruda para las mujeres y los más jóvenes”. En este sentido, llama a todas las trabajadoras a ser también “las voces activas de las mujeres saharauis”.
Tanto Hamadi como Rodríguez están convencidos de que esta lucha por un referéndum de autodeterminación amparado por la legalidad internacional como finalmente la libertad de la República Árabe Saharaui Democrática serán una realidad a base del esfuerzo y la lucha que hoy está desarrollando el pueblo saharaui y el apoyo internacional que se le brinde.