El senador y concejal de Urbanismo de La Laguna, Santiago Pérez explica en qué consiste el proyecto y la importancia que tendrá para el municipio.
La balsa inundable que se va a acometer, es una infraestructura hidráulica que está prevista por el Plan Insular de riesgos hidrológicos, que es una norma jurídica. La propuesta y la elaboración del proyecto de balsa inundable para La Laguna, dada a conocer recientemente, ha sido gestionada por la empresa Teidagua, con la intervención de la Gerencia de Urbanismo de La Laguna. Como fruto de todo ello, la alcaldía solicitó al Gobierno de Canarias la declaración de interés autonómico del proyecto y la aprobación de unas Ordenanzas Provisionales, que sustituirán la ordenación urbanística de esta zona establecida en el vigente Plan General, y darán plena cobertura legal a la Balsa Inundable.
Santiago Pérez afirma: «Esta es una infraestructura imprescindible en estos tiempos de fenómenos atmosféricos adversos, a veces de consecuencias catastróficas, relacionados con los trastornos climatológicos. La gestión de lluvias torrenciales permitirá proteger no tanto a la Ciudad de La Laguna, como a la de Santa Cruz. Y la Alcaldía de La Laguna y el Gobierno Municipal han estado especialmente activos al respecto. A mí, como lagunero nativo, me encantó el proyecto desde el primer momento también por su extraordinario valor simbólico y sentimental.
Y por su incuestionable interés medioambiental.
Porque estamos hablando de la recuperación de “la laguna de La Laguna”. La primitiva laguna fue, en realidad, un humedal. Pero para los laguneros fue y volverá a ser Nuestra Laguna.
Hay unos versos que compuso Elfidio Alonso en honor de La Farola de Santa Cruz que me vinieron a la cabeza desde la primera vez que los responsables de Teidagua me hablaron de esta idea, hoy proyecto: “…tantas veces hechizada y hoy regresas a la vida porque el pueblo te ha besado y ha roto la hechicería”.
Pues La Laguna va a volver a la vida, porque el pueblo lagunero representado por el actual Alcalde y su gobierno “la ha besado y ha roto la hechicería”.
La Laguna como municipio está viviendo un renacimiento en todos los órdenes que se va a ver acompañado maternalmente por nuestra laguna, materna y ancestral.
La continuidad de La Laguna como municipio independiente Ayuntamiento fue tantas veces cuestionada por los que propugnaron su Fusión-absorción por el de Santa Cruz, en el contexto de las sucesivas oleadas del “pleito insular”.
Pero hoy su Ayuntamiento está fortalecido por su inclusión en el club y el régimen legal de las Grandes Ciudades, fruto de una lucha de la que prácticamente se inhibió Coalición Canaria.
Pero todo eso ha quedado atrás. Y quienes siempre hemos estado a favor y al lado de La Laguna, y en contra de nadie, lo celebramos con orgullo.
La condición de la Ciudad Histórica como Bien Patrimonio de La Humanidad y la recuperación de la laguna quedan así ensamblados, preservan nuestro pasado y auguran un futuro en el que tradición, progreso y sostenibilidad ián de la mano.
Nos queda un asunto pendiente: desembarazar a La Laguna de un sistema viario impuesto desde el Cabildo en 2006, forcejeando contra la legislación canaria de ordenación del territorio y hasta con las disposiciones del Plan Insular de Ordenación de Tenerife, y siguiendo instrucciones del Ayuntamiento de Santa Cruz. Ese sistema viario, además de efectos de devastación sobre importantes dotaciones de suelo agrario, como es el caso de la llamada Autopista o Vía Exterior, convertiría territorialmente a La Laguna en mera periferia del municipio capitalino. Y la devaluación de su propia centralidad y de su autonomía sería su consecuencia inevitable. Sería como la Fusión-absorción por otra vía.
La verdad es que participar en la vida institucional cuando la razón y los sentimientos caminan en la misma dirección es una experiencia digna de ser vivida»