El Partido Socialista Canario (PSC) designará entre tres “amigos” los puestos de salida para ser incluidos a dedo en las listas para las próximas elecciones del 28 de mayo.
Según publicó el periódico Canarias7 en su edición del sábado 11 de febrero de 2023, en los próximos días está prevista una reunión entre Torres, Franquis e Hidalgo para definir «los perfiles de cada lista». Algo así como someter a un casting o desfile de modelos a los futuros candidatos y candidatas como si fueran a participar en el reality de “La Isla de las Tentaciones” de TelecincoTV.
La gran noticia, la principal novedad, es que “Los tres jinetes de apocalipsis”: Ángel Víctor Torres, Sebastián Franquis y Augusto Hidalgo -que llevan casi más de 30 años en la política bailando con lobos- continuarán con su tradicional estilo o estilismo “socialista” caciquil de quitar y poner a dedo y por amiguismo a sus obedientes soldaditos de plomo.
Por un cargo de concejal, alcalde, consejero o diputado, hasta los monos estarían encantados de presentarse al famoso casting del PSC aportando sus títulos universitarios. Pues hay monos y chimpancés que tienen un coeficiente intelectual y cultural más desarrollado que algunos políticos. Esos supuestos representantes de los ciudadanos son algunos de los que ignoran quién fue el autor de El Quijote, dónde nació don Benito Pérez Galdós y si han leído Doña Perfecta, su obra más importante. ¿Conocerán la corriente liberal de autores como: Adam Smith, Friedrich Von Hayek y Karl Popper?Habrán leído a James Joyce, Albert Camus, Virginia Woolf, Constantino Cavafis, García Márquez o Vargas Llosa?
Las elecciones municipales que, a la vez, discurrirán con las autonómicas, se celebrarán el domingo 28 de mayo de 2023.
En el cuartel general del PSC, “El Clan de la Avaricia” o la “secta” representativa del Ku Klux Klan del socialismo canario, lo tiene todo atado y bien atado siguiendo la escuela de cuando ÉL habitaba entre nosotros. Todo se pega…
Como recordarán los miles de lectores del periódico digital San Borondón donde sí puedo escribir en Libertad (estoy vetado por los demás medios escritos porque sólo les interesa el negocio de la publicidad y no contar la verdad), Franco, el carnicero, estuvo en el poder desde el 1 de octubre de 1936 hasta que murió como un perro rabioso el 20 de noviembre de 1975. Es decir, el dictador permaneció 39 años y 50 días al mando de una España militarizada y secuestrada por un fascista que imponía su única ley: la dictadura de las pistolas. Aquel genocida sufría la esquizofrénica obsesión de matar a los españoles que luchaban por la libertad y la democracia.
Si con Franco España era un cuartel, en la democracia y en ciertos partidos políticos, presuntamente democráticos, también se practica la dictadura interna: el silencio y la obediencia.
En la sede del PSC, donde pagan o premian presuntas lealtades por aquello de el “voto amigo”, tres dirigentes “socialistas” aplican su reglamento castrense que consiste en el ordeno y mando. O lo que es lo mismo: La ley del silencio. Los que pretenden ir en las listas electorales y sueñan con comer y vivir de la política y del cuento hasta llegar a cumplir los 90 años, se tienen que hacer los sordos, los mudos y los ciegos. Como dijo el ex vicepresidente del Gobierno del PSOE, Alfonso Guerra: “el que se mueve no sale en la foto”.
Lo digo y lo escribo más claro: el Partido Socialista Canario (PSC), cuyo secretario general y presidente del Gobierno se llama Ángel Víctor Torres, está “militarizado políticamente” por un grupo de “amigos” que controlan un poder político al que están pegados como lapas a las rocas.
Así funciona la “democracia” interna de una fuerza política que no es socialista, sino neoliberal capitalista como lo es el PSOE, cuyas diferencias y peleas personales por figurar en las listas electorales, trasciende desde los intramuros y sótanos del PSC. Los mismos combates se repiten en todos los partidos, sin excepción. No se escapa ni el gato. Algunos hasta se arrodillan para que los incluyan en las listas electorales. ¡Patético!
Todo el mundo quiere entrar en la política, pero nadie quiere salirse de la política. ¿Tanto dinero se cobra? Tiene que ser apasionante y emocionante cobrar no menos de 7.000 euros mensuales, más dietas, disponer de coche oficial que te viene a recoger a tu casa, contar con un despacho de lujo con secretarios y secretarias, viajar en aviones gratuitamente en clase VIP y pagar en los restaurantes de lujo con la VISA del Gobierno. Es decir, con nuestro dinero.
Los militantes y ciudadanos que conocen lo que se cuece en la trastienda de lo que fue el Partido Socialista Obrero Español, fundado por Pablo Iglesias, sí están comprobando desde hace muchos años que en toda la estructura del aparato del PSC y en las decisiones y acuerdos que se tomen, participan distintas “familias socialistas”. Lo expreso aún más claro: los tres grupos o “familias socialistas” a las que me refiero, están representados por Ángel Víctor Torres, Augusto Hidalgo y Sebastián Franquis. Son los mismos de siempre, los mismos que se creen que regentan el PSC como una churrería o cortijo particular. Presuntamente, claro.
Ese triunvirato de supuestos “compañeros” del partido, viven de la política y de lo que cobran de sus altos cargos institucionales desde hace muchos años. Cargos para los que se proponen entre ellos mismos previas refriegas intestinales personales y pactos negociados al cincuenta por ciento de cuota de poder.
Entre las propuestas para cerrar las listas y otras maniobras orquestales, para elegir al resto de componentes de las candidaturas, los socialistas se han procurado un sistema de participación que se inicia el lunes día 13. Durante cuatro días, destaca el Canarias7, “los militantes del PSOE pueden presentar una propuesta en su agrupación municipal para ir en la lista de ayuntamientos, cabildos y listas insulares al Parlamento regional”.
Se pretende, por tanto, limpiar los espejos sucios de los contubernios para intentar dar una imagen de transparencia democrática. “En la última semana de febrero se celebran las asambleas locales para votar, y sus resultados se elevan a las ejecutivas insulares que ordenan la candidatura, es decir, que el resultado de las asambleas es «orientativo». Quieren dejar bien claro que no es vinculante. Aquí, el que hace la ley hace la trampa…
Los que deciden quiénes asistirán al banquete donde previamente ya han acordado los nombres que aparecerán en las listas, serán los mismos de siempre: Franquis, Hidalgo y Torres. Todo lo demás es un teatro esperpéntico.
Seguimos sin listas abiertas. Hay pánico a un cambio de sistema electoral que, en España, está caduco y es antidemocrático. Hay miedo y terror a dar paso a las juventudes socialistas que sueñan con la renovación y regeneración de un PSOE marchito, decrépito y alejado cada día más de la sociedad, de la calle, de los barrios, de los pueblos, de las fábricas, de las escuelas, de las universidades. Viven en otra dimensión.
La historia se repite porque, en el PSC, nadie quiere jubilarse. ¡Vergonzoso y patético! Llevan cuatro años desaparecidos sin preocuparse por resolver los principales y lacerantes problemas de los ciudadanos. Ahora, después de olvidarse de sus votantes, o virarnos la espalda con arrogancia y soberbia, vuelven a pedir el voto hasta vía WhatsApp y videollamada. O también te llaman para tomar café con leche y churros. Otros, los veteranos, asisten a los entierros sin conocer al muerto ni a sus familiares. Lo que les importa es estar presentes en todos los eventos y pescar votos donde sea. Incluidos los bautizos y las bodas donde aparecen sin ser invitados. Bailan hasta con lobos…
¡Qué falta le hace al PSOE a nivel nacional una figura histórica como Pablo Iglesias, considerado el padre del socialismo en España!
¡Qué falta le hace a Canarias un líder político de prestigio de la talla intelectual, cultural y humanística como el expresidente del Gobierno canario y dos veces exministro en los gobiernos socialistas de Felipe González, mi querido y buen amigo, el socialista Jerónimo Saavedra Acevedo.
Hay que culturizar la política y exterminar a los políticos incultos, corruptos, vagos y analfabetos.
Tenemos que contar con políticos que no desafinen. Si un político no es culto ni está preparado, la política se prostituye y se convierte en un burdel.
La política no es un tugurio. La política no se gestiona en la oscuridad de un arrabal.
Armando Marcos. Periodista