Escucha la entrevista con Meri Pita, diputada por Las Palmas
Tiene una trayectoria de lucha social forjada en el ámbito sindical desde Co.bas. Pablo Iglesias le pidió que fuera la primera secretaria general de Podemos en Canarias y aceptó este envite que la llevó al Congreso de los Diputados. Allí sigue defendiendo sus ideas, aunque separada del partido morado. Hablamos en Radio San Borondón con Meri Pita, histórica sindicalista y diputada por Las Palmas.
“Yo nunca he sido una tránsfuga de las ideas, que es lo que hay que mantener”, responde Meri Pita a quienes desde Podemos le recriminan constantemente que mantenga su acta de diputada, después de haber abandonando la formación. Considera que la “partitocracia se está cargando la democracia” y que Podemos se transformó en pocos años en una estructura vertical al estilo tradicional: “se convirtió en un partido más y no veníamos a eso”, señala.
“Los sindicatos eran una herramienta en manos de los trabajadores y de repente los trabajadores nos convertimos en una herramienta en manos de las cúpulas sindicales. Lo mismo está pasando con los partidos políticos”, apunta Meri Pita.
Relata la diputada que, como portavoz del partido en el ámbito de las pensiones, con quienes más tensiones tenía era con sus propios compañeros. Sostiene que siempre defendió los postulados de la Coordinadora Estatal por la Defensa del Sistema Público de Pensiones: “ese era el programa de Podemos”, afirma. Sin embargo, relata Pita que una vez que se conforma el gobierno de coalición con el PSOE “empiezan los tacticismos” y le retiran la portavocía: “obedeces o no sales en la foto”, lamenta.
“Estoy cansada, yo ya estoy pa’ pocas cositas más”, reconoce Meri Pita entre risas. Este año cumplirá los 65 años y su intención es empezar a escribir sobre su experiencia en estos años de lucha social y política. Pretende narrar desde su punto de vista cómo ha sido la oportunidad histórica de que la izquierda transformadora consiguiera 5 millones de votos, un caudal perdido por “malas decisiones” que se justifican, argumenta, en el ataque sistemático por el resto de actores. “Pues claro, si vienes a hacer un proceso constituyente, no nos iban a poner la alfombra roja”, sentencia.
Sobre las posibilidades de la izquierda en 2023
Considera Meri Pita que a la izquierda le hace falta autocrítica. Lo ilustra en un ejemplo: “la gente que trabaja se supone que 8 horas pero son 12 o 14, que llegas a tu casa muerta, que vas al supermercado y dices ‘joder, cuatro cosas, 30 euros’; ¿tú le vas a vender que has mejorado? ¿le vas a vender que tenemos un gobierno de progreso que hace maravillas? Baja, escucha a tu gente”.
Opina que este año electoral se debe hacer lo posible por “aunar voluntades sobre un programa de mínimos” y defiende que “la estrategia es la unidad, no la uniformidad”. Critica a quienes enuncian buscar la confluencia de fuerzas, pero sitúan el debate en la discusión por los puestos en las listas. Recuerda, en esta línea, las palabras de Fernando Sagaseta, cuando decía que en una asamblea donde se pregunta quiénes quieren asumir la representación en las listas: “a los primeros que levanten las manos los desechamos”.
Ante un gobierno de progreso que ya no le representa, declara Meri Pita: “hemos decidido que hay que seguir peleando y en esa línea surge Reunir Canarias, para escuchar a nuestra gente organizada y tratar de ser los intermediarios”. No estará en la primera línea para la próxima batalla electoral, pero la diputada seguirá haciéndose escuchar desde el Congreso en este último año de legislatura.