Escucha la entrevista completa con Juan Martín Vega, de lacasademitia.es
Dirige el digital La casa de mi tía, una de las páginas web que ofrece mayor cobertura a los movimientos sociales en Canarias. Vivir pegado a la actualidad le permite a este amigo del CCPC analizar cuestiones de actualidad de la realidad archipielágica, estatal e internacional. Una vez más, contamos con Juan Martín Vega en Radio San Borondón.
Uno de los temas más relevantes comentados por el analista tiene que ver con la retirada de los buques pesqueros rusos del Puerto de la Luz y de Las Palmas, en la capital grancanaria. El Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, aprobó como parte de las medidas sancionadoras al país presidido por Vladimir Putin la entrada de embarcaciones rusas en los puertos de la UE.
Recuerda Juan Martín Venga que “desde finales de los años 60, llegó a ser el tercer puerto pesquero del mundo”, siendo base de muchas compañías internacionales especializadas en esta área comercial. “La flota rusa fue importantísima”, explica Martín Vega, aludiendo a la gran empresa mixta Sovhispan, que con capital ruso y español se convirtió en una de las grandes compañías de proyección comercial en las Islas Canarias.
En el Puerto de la Luz ya no puede recalar ninguna embarcación rusa, lo cual supondrá una pérdida de empleo y negocio muy importante. Juan Martín Vega aclara que existe todo un tejido alrededor de la presencia de este tipo de buques pesqueros en un muelle y las consecuencias que puede tener eso para la el comercio marítimo en Canarias las sintetiza en una frase: “un crucero no da un duro a un puerto, pero un pesquero le da mucho”.
Subraya además el director de La casa de mi tía la tragedia que supone que esos buques ahora trasladen su base hacia Marruecos. A pesar de ser un aliado estratégico de España y la UE, el reino alauí ha sobrepuesto sus intereses económicos sin que ello le cause grandes problemas geopolíticos. No le sorprende a Juan Martín Vega la tolerancia con el país vecino, pues manifiesta: “le permiten cualquier cosa desde los tiempos en que se cargaron el tomate canario con el cierre del mercado europeo”. La competencia desleal practicada desde la monarquía marrroquí con el Sáhara Occidental, en primera instancia, y también con el Archipiélago han concluido en una cosa, según recalca Martín Vega : “la huerta de Europa que fue Canarias, ahora es Marruecos”.