El CCPC se suma a las muestras de cariño y reconocimiento a esta histórica activista.
Desde el Hospital del Tórax, conectamos en directo con Rosy Cubas en Radio San Borondón. La llamada es posible gracias a Eloy Cuadra quien, como tantas personas han estado haciendo estos días, va a visitar a Rosy como parte del reconocimiento a una figura histórica del activismo en Canarias.
Cuando empezamos a hablar con Rosy, dos de sus hermanas llegan a la habitación por sorpresa. Ella no puede contener las lágrimas al verlas aparecer, después de haber pasado toda la pandemia sin haber podido reunirse con ellas.
La habitación de la activista en el área de paliativos del Hospital del Tórax está llena de carteles, fotos y mensajes de apoyo que han llegado estos días que la convierten, según define el propio Eloy, en un museo de lucha de Rosy.
Lleva décadas dedicada a luchar por los Derechos Humanos. A principios de siglo empezó su acción pública a favor de los sintecho en la capital chicharrera. Rosy recuerda cómo le molesta la terminología usada con frecuencia para etiquetarlos: “más vagabundos son los que a día de hoy nos están dirigiendo”, responde. Ellos son “sus niños” y recordarlos la emociona.
Desde entonces, Rosy Cubas no ha parado de levantar la voz por los colectivos más vulnerables y la protección de los servicios públicos. Hoy reclama desde el hospital, una sanidad pública gratuita donde todos sean tratados con dignidad.
Cansada por las consecuencias de su enfermedad, a la par que emocionada por cómo se ha volcado la gente que se ha dirigido hasta su habitación para animarla, Rosa la Revoltosa -como quiere que la llamemos- finaliza esta entrevista con un lugar para la esperanza: “ni un paso atrás hasta la victoria final, otra Canarias y otro mundo mejor es posible”.