Comunicado a la opinión pública de la Red Canaria por los Derechos de las Personas Migrantes y Somos Red, ante la sentencia de la Audiencia Provincial de Las Palmas sobre el “muelle de la vergüenza”
¿EN QUÉ CONSISTE NUESTRA HUMANIDAD?
Reconocer al otro como ser humano significa reconocer su inalienable dignidad. Y reconocer su dignidad supone reconocer sus derechos como persona, los derechos que adquiere por el mero hecho de haber nacido, independientemente del lugar de su nacimiento, de su cultura, de su religión, de sus ideas, del color de su piel…. Justificar en la práctica la negación de estos derechos, supone el no reconocimiento del otro como ser humano y el no reconocimiento de su dignidad.
Esto es lo que acaba de hacer la Audiencia Provincial de Las Palmas de Gran Canaria en la sentencia que invalida y archiva la denuncia presentada contra el hacinamiento de las personas migrantes en el muelle de Arguineguín, que fue denominado en el mundo como “El muelle de la vergüenza”, en noviembre de 2020. La misma concluye que “la medida adoptada fue adecuada” por más indeseable que parezca…(…)
Y concluye que las personas que estuvieron en el muelle “pueden considerarse afortunadas” por sobrevivir a la travesía más mortífera del mundo y por ser atendidas por Cruz Roja y El Estado. Según esta sentencia, emitida por las personas cuyo trabajo consiste en velar por la justicia imparcial y la seguridad para todas las personas, según recoge la Declaración de los DDHH, las personas migrantes (estuvieron unas 2.000 personas) que padecieron varios días, incluso semanas, las condiciones del muelle (sin duchas, durmiendo sobre el asfalto, sin atención médica, comida insuficiente, sin asistencia letrada…) deben sentirse afortunadas por ser acogidas en unas condiciones infrahumanas.
Estas personas no son las víctimas cuya dignidad ha sido violentada y maltratada ¿Cómo podemos llamarnos civilizados cuando la Justicia se muestra tan parcial, interesada e inhumana? La sentencia exculpa a las autoridades y las exime de toda responsabilidad. Nos preguntamos ¿Es posible esta impunidad en un Estado de Derecho en el que presumimos que nos encontramos? Como dice la Comisión Española de Ayuda al Refugiado “Las políticas inhumanas nunca deberían quedar impunes”.
Constatar que los delitos cometidos por las autoridades competentes, amparadas en leyes y políticas inhumanas y asesinas quedan impunes, recibiendo el aplauso de la Justicia, nos indigna y entristece. Pero la dignidad herida de las personas migrantes que estuvieron hacinadas en el muelle de Arguineguín sigue reclamando reparación y justicia. Por ellas y con ellas no podemos callar. Nos va en ello nuestra propia humanidad. No podemos continuar indiferentes ante el sufrimiento del otro, máxime si es provocado por decisiones políticas inhumanas. Si no continuamos reclamando esta justicia y el reconocimiento y reparación de la dignidad herida de todas las personas que estuvieron hacinadas en el muelle de Arguineguín y de todas las que ven negados sus derechos ¿En qué consiste nuestra humanidad?
Animamos a todas las personas, colectivos y organizaciones a mostrar su repulsa a esta sentencia y a trabajar por el reconocimiento práctico de la dignidad de todas las personas.