En el año 1984 conocí a Juan Rodríguez.
Era el único empresario español con una empresa de distribución de loza sanitaria, con autorización especial del comandante, para suministrar sus sanitarios en todo edificio que se construyese en la isla. Ni que decir tiene que Juan era intimo de Fidel, tanto es así que, en mi primer viaje, Tenerife – Madrid – Varadero, al pasar por el aeropuerto madrileño tuve el encargo de recoger sendos contenedores de poliestireno con el sello de “valija diplomática” en mi vuelo a Cuba. Facturé mi maleta y la “valija” cuyo exceso de peso me obligó a pagar unas 80.000 pesetas de la época, posteriormente me enteré del contenido de mi “especial equipaje” que no era otra cosa que una docena de lechazos de cordero de Segovia, cajas de almejas de Carril y angulas de Arinaga, dos pares de jamones de Jabugo y Guijuelo 5J, una docena de cajas de vino Vega Sicilia y otras exquisiteces made in Spain, como regalo especial de Juanito al Comandante, con lo que me confirmó mi teoría del revolucionario perfecto; “cuando el revolucionario deja la 9 mm parabellum, la metralleta y pone el seguro a las bombas, se hace con el palacio presidencial y se sienta en la poltrona del poder, la historia se repite, la dictadura está en marcha”
Mi viaje a Cuba no era en plan turista. La información privilegiada que teníamos del gobierno cubano era de una próxima apertura al turismo internacional, e incluso la entrada de empresas españolas, que podrían implantarse en la isla siempre y cuando el capital social estuviera participado en un 75% por las empresas públicas cubanas.
La playa de Varadero, en aquellos años, era un desierto de miles de metros cuadrados con una playa increíble. Un filón turístico de una magnitud extraordinaria para todos aquellos que buscábamos el segundo Dorado en la isla caribeña. En este sentido Juan y su empresa eran directos beneficiarios de la construcción de hoteles, apartamentos, etc., su loza sanitaria sería la marca que colocar, sí o sí.
En esa playa se construyeron cientos de bungalow copiados del proyecto de la urbanización Sur y Sol en la playa de Los Cristianos en el municipio tinerfeño de Arona, así comenzó el turismo en la Playa de Varadero en Cuba.
El problema de cobro de los forjados especiales y el proyecto se hizo por medio de un banco panameño, única forma de despistar al bloqueo norteamericano, un pesquero cubano se encargó del transporte de los forjados desde el puerto de Tarragona.
En esas fechas, Fidel Castro estaba convencido que la esperanza de vida de su política comunista, de su eslogan de “patria o muerte”, tenía su continuidad en el estomago de los cubanos, en las cartillas de razonamiento y el paquete de comida gratuita, pasaba por las divisas de los turistas.
Visitar Cuba en la década de los 80 del siglo pasado era un regreso al pasado, gente muy preparada, ingenieros conduciendo un taxi destartalado lo tenías a tu disposición 24 horas al día por menos de 200 pesetas diarias de las de entonces (en el mercado negro 400 pesos) la prostitución la ejercía toda clase de personas, una fisioterapeuta hoy en día afincada en España y de reconocido prestigio, se dedicaba al oficio más antiguo del mundo para poder dar de comer a sus padres y hermanos pequeños. Toda una generación de jóvenes preparadísimos en cualquier sector, medicina, construcción, industrias químicas, música, etc., salían de cuba en balsas de goma, en barcas de remo y vela hecha con tela de mantas, corriendo el riesgo de zozobrar la embarcación casera y ser pasto de los tiburones en la ruta hacía Miami. Muchos acabaron devorados por estos escualos.
Murió Fidel y le sucedió su hermano Raúl, y ahora con Miguel Diaz-Canel todo continua igual, el pueblo pasando miserias mientras que los miembros del aparato comunista cubano siguen siendo los privilegiados del sistema.
Consecuencia de la sombra totalitaria, miles de personas fueron exiliadas del país, asentando nuevas poblaciones cubanas en todas las latitudes. Eso explica que haya 1.4 millones de personas cubanas en EE. UU y casi 165.00 residiendo en España. De hecho, actualmente, bajo la presidencia de Miguel Díaz- Canel, las remesas de dinero de emigrantes siguen constituyendo la principal fuente de divisas de la isla.
Una tierra enemistada con la nación más poderosa del mundo. Cuyo principal socio comercial, Venezuela, lleva más de un lustro en caída libre. Y la pandemia impide la llegada de remesas y cierra las puertas al turismo, dos de sus fuentes de divisas más valiosas. Y a todo esto, se suma la imposibilidad de acudir a los mercados financieros para amortiguar el golpe. Pero esto es solo lo que nos cuentan sobre Cuba…
Estados Unidos de América, ha sido el verdadero verdugo de la precariedad de los cubanos, las transacciones comerciales se hacen imposible de realizar si no pagas a tus proveedores, este es el caso de la famosa vacuna cubana anti covid19 que ha tenido que paralizar su producción porque el Centro de Ingeniería y Biotecnología de Cuba y su vacuna Abdala (92% de efectividad) no podía realizar compras de materia prima por embargo de sus cuentas en bancos internacionales y no poder realizar pagos a proveedores.
Sin embargo, la Cámara de Comercio española, en un reciente informe sobre las ventajas de invertir en Cuba, enumera una serie de puntos clave, y dice:
“Ubicación geográfica situada a tan solo 150 km de Estados Unidos.
– La tasa de desempleo en 2019 fue del 1,3%, lo que cristaliza un mercado laboral muy dinámico
– Mano de obra cualificada y barata, sobre todo, en los sectores primario y terciario
– Leyes y resoluciones, como la Ley de Inversiones, que ofrecen seguridad y transparencia a los inversionistas
– Los precios de los productos nacionales se establecen por normativa gubernamental, e impera el monopolio estatal tanto en el abastecimiento como en la distribución de productos.
Además, en base al PNUD, Cuba disfruta de un nivel de desarrollo humano “alto”, superando países emergentes de mayor tamaño como México, Brasil, China o Sudáfrica. El resultado no es baladí, ya que se fundamenta por ejemplo en la elevada esperanza de vida de la población: 79.9 años, por encima de EE. UU.”
Por todo lo anterior, Cuba puede ser un enclave de inversión muy interesante. Así lo avalan las 285 empresas españolas que operan actualmente en el país sudamericano. En su mayoría, empresas mixtas y sucursales con gran presencia en el sector del turismo y de servicios. La empresa Meliá es la compañía hotelera con más presencia… En palabras del informe de la Cámara de Comercio “una posible inversión segura y con respaldo jurídico”.
¿No estaremos asistiendo a una “revolución made in Central de Inteligencia Americana”?
La dictadura del General Franco, en sus últimos años de existencia, tiene cierto parecido a la Cuba de hoy, porque, aunque no guste tildar de dictadura al régimen político cubano, no es menos cierto que el sistema unipartidista cubano propio de doctrinas políticas del estalinismo, el único partido que puede ostentar el poder de facto es el Partido Comunista, o sea una dictadura donde el dictador, disfrazado de padre de la patria, no deja manifestarse al pueblo por el que dice trabajar.
La pandemia azota en todo el mundo, las economías más fuertes del planeta se resienten ante el tremebundo desastre de la paralización económica producida por el efecto del virus chino, el hambre se reproduce anémicamente, en todos los paises se ha incrementado la pobreza severa, y lo peor es que ya parece no importarnos las colas del hambre. Cuba no es una excepción de la regla, la ventaja de toda esta mierda es que los cubanos saben mejor que nadie, lo que es pasar miseria. El régimen comunista cubano, tiene que cambiar, o cambia o el pueblo lo echará a los tiburones…