Entrevista a la historiadora Irma Mora Aguilar en radio San Borondón
En su reciente tesis doctoral, Irma Mora Aguilar ha realizado la transcripción de la escritura líbico-bereber de la Isla de El Hierro. Se trata de la documentación y estudio de las inscripciones líbico-bereberes y su contextualización histórica. Un excepcional trabajo que viene a corroborar que la lengua que está detrás de estas inscripciones es de la familia bereber.
Epigrafista y codirectora de la Cátedra Cultural de Estudios Bereberes de la Universidad de La Laguna, Irma Mora Aguilar ha recibido con este trabajo la máxima calificación, que ha sido propuesto para Premio Extraordinario de Doctorado por el tribunal. El proyecto, dirigido por el profesor del área de Geografía e Historia Juan Francisco Navarro Mederos y el catedrático en Arqueología ya jubilado, Antonio Tejera Gaspar, retoma el estudio epigráfico de Canarias que, hasta ahora, solo había sido objeto de una tesis doctoral en 1994 por la filóloga Renata Springer Bunk.
Sin embargo, Irma Mora no ha recibido ninguna ayuda institucional para llevar adelante su tesis, una investigación que le ha ocupado 10 años. En esta entrevista reconoce que en Canarias la investigación no está apoyada, y menos aún cuando se refiere al pasado canario.
El único espacio para este tipo de estudios en la Universidad de La Laguna, es la Cátedra Cultural de Estudios Bereberes, de la que es codirectora, creada hace unos 15 años, a través de la que han venido organizando cursos, seminarios con especialistas no solo Canarios sino del extranjero etc. Mora se lamenta de que el apoyo económico recibido por la Universidad es cada vez menor, de tal manera que este año ha sido solo de 600 €.
“No hay una apuesta por apoyar estudios de esta parte tan importante de la historia de Canarias y es una pena, porque estamos perdiendo un potencial enorme para ahondar en la misma”, afirma.
La epigrafista destaca que es muy importante el estudio de la escritura pues es un marcador étnico de las poblaciones que llegaron a las Islas. Recuerda que fruto de algunas investigaciones hoy conocemos que las inscripciones líbico-bereberes están en todas las islas, además existe el mismo alfabeto en toda Canarias y hay unanimidad lingüística, aunque existen lógicas diferencias fonéticas en cada isla
“Lo que observamos claramente es que la lengua que está detrás de estas inscripciones es de la familia bereber, no hay ninguna duda de que eran bereberes los que llegaron a Canarias. Ya lo suponíamos con la Toponimia y ahora la epigrafía lo corrobora”.
Con esta tesis, la investigadora llega a la conclusión de que se podría transcribir el alfabeto líbico bereber canario a partir del ejemplo herreño, pues se podría generalizar con ciertas precauciones. Pero advierte que si queremos seguir profundizando en ello habrá que apostar por esta investigación, que será lenta y requiere participación de numerosos especialistas.
Por qué empezar por El Hierro
Mora centró su investigación en la isla de El Hierro por varios motivos. En primer lugar porque es la isla que contiene más paneles epigráficos con escritura líbico-bereber, si tenemos en cuenta que existen 114 y constituyen más de la mitad del corpus archipielágico. Por tanto, su estudio rebela bastante información sobre esta escritura que llegó a Canarias. Además El Hierro supone el límite occidental de la dispersión de este alfabeto y de la lengua bereber.
Similitudes con las inscripciones del Norte de África
Este estudio de El Hierro ha mostrado que casi todas las inscripciones son rupestres, sobre piedras, paredes de las cuevas, columnas basálticas… Con la excepción del conocido chajasco o tablón de madera de Guarazoca, usado en un contexto funerario. Por tanto, es un comportamiento parecido al de algunas zonas pre saharianas del sur de Marruecos y Argelia.
“A través del estudio epigráfico hemos visto que sus caracteres son similares a estas zonas meridionales del norte de África. Asimismo hay faltas o errores ortográficos que rebelan que la que llegó a Canarias es una variedad relacionada con el bereber meridional”.
Otras de las informaciones que ha aportado este estudio es que no se desarrolló de la misma manera en toda la isla de El Hierro. De tal manera que hay mayor concentración de inscripciones líbico-bereberes en el norte de la Isla, especialmente en Valverde, donde también tenían un mejor dominio de la escritura.
Asimismo la investigadora ha observado que existen morfemas que se relacionan con el género, número y otros aspectos gramaticales “por tanto nos estamos acercando al contenido de esos paneles, que parece que son antropónimos, nombres de persones, gentilicios y otros aspectos en los que sería fundamental seguir profundizando”.