Puede que sean estos momentos que vivimos de pandemia la razón del desquiciamiento que se nota en el país; parece que los nervios están a flor de piel.
Todo se sobredimensiona. Linares es un ejemplo, con la agresión salvaje de dos policías de paisano a un ciudadano y a su hija menor de edad. Las manifestaciones de protesta ya no se hacen de forma pacífica, ahora es rompiendo mobiliario urbano y cristales de comercios, así como atacando violentamente a los antidisturbios en verdaderas luchas campales, que son contestadas por éstos con contundencia disparando balas de goma. Este fin de semana en Madrid, unos trescientos fascistas se manifestaron con cánticos falangistas, donde tuvo su minuto de gloria uno de los criminales del despacho de abogados de Atocha y una sílfide que se lució, con atuendo de “flecha” falangista, ensalzando a la División Azul; bajo su ignorancia dijo que, aquélla que fue a dar su vida en Rusia para acabar con el comunismo, en realidad lo hizo contra el judío. Y que ¡el fascismo es alegría!
La actriz Anabel Alonso, ante el hecho, dijo: “Supongo que esta “señorita” ya estará detenida ¿no?”, por su coreografía neonazi. Hasél, en la cárcel y Cifuentes en libertad, cuando las que le hicieron la trampa a indicación suya, sí van a prisión; el Emérito de rositas y las manifestaciones de pensionistas, necesarias. ¿Qué nos está pasando para que un juez, presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, José Luis Concepción, dijese que “La democracia se pone en solfa desde que el Partido Comunista forma parte del Gobierno? El gobierno de los Jueces, el CGPJ, por el momento ha descartado apercibir a José Luis Concepción tras sus graves declaraciones. No sé si por ignorancia o que le falla la memoria, pues uno de los llamados “padres” de la Constitución era comunista. Este personaje es reincidente con sus declaraciones polémicas. Ya fue apercibido por la Comisión Permanente del CGPJ en mayo pasado tras acusar al Gobierno de España de “usar el estado de alarma para fines distintos a los de salvar a la población de la crisis por el coronavirus”. En tal sentido, no se disculpa; todo lo contrario, se pregunta ante las cámaras de TV “¿les parece adecuado que un vicepresidente segundo del Gobierno, ponga en solfa la democracia de un país?” El CGPJ aseguró que su órgano de gobierno “no va a hacer ninguna valoración previa” sobre las declaraciones del juez Concepción contra el Ejecutivo y que será, en caso de que la Comisión Permanente vuelva a recriminarle sus palabras, como ocurrió en mayo, se “informará después” a los medios de comunicación. Este facha se equivoca, porque Pablo Iglesias no pertenece al PCE, a lo sumo éste es integrante de su formación Unidas Podemos.
El país ha tenido, la semana que termina, un aluvión de protestas muy violentas por el encarcelamiento de Pablo Hasél. Soy de los que opinan que nada, por grave que sea, justifica el disparate de barricadas, enfrentamiento a por todas, con las fuerzas antidisturbios, incendio de mobiliario urbano, destrozo de escaparates comerciales y de todo lo que se les puso por delante a esa manada de energúmenos. Sin embargo, cabe hacernos una reflexión: Todos, Gobierno, oposición y sus medios de comunicación es culpar a Pablo Iglesias y a Echenique, pero nadie pone el acento en Pedro Sánchez, único responsable de los incidentes. Con el rapero, el juez fue correcto aplicando la Ley (Mordaza), ésa que parió Mariano Rajoy en su mandato, y que Sánchez prometió derogar en cuanto llegara al Gobierno. Lleva más de dos años en La Moncloa. ¿Qué sistema que se declare democrático amordaza la libertad de expresión de los ciudadanos, cuando ésta se hace por medios pacíficos? ¿Qué frena a Pedro Sánchez, no solo para cumplir su promesa, sino para acatar el compromiso con su socio de Gobierno? ¿Es real que sea un verdadero demócrata? No me vale que cuando su socio en el gobierno, Pablo Iglesias, afirma que “no estamos en una democracia plena”, diga él y todos sus ministros que no es verdad, que la nuestra es una democracia de las primeras del mundo en calidad y libertades. Mentira, es una afirmación falaz. Aquí, para empezar, la Justicia es fuerte con el débil y debilucha con los fuertes. Veremos que a los neonazis no los tocarán. En Alemania, Vox no existiría: sería ilegal.
Contra Unidas Podemos están todo a una. Desde que llegó a la escena política, no han dejado un solo día de atacarlos con todos los medios a su alcance, que no son pocos. Les buscan la mínima, y a veces la encuentran, claro, porque nadie es perfecto. Pero es llamativo que habiendo problemas gordísimos, como por ejemplo, ese que nos ha avergonzado a todos, venido del rey Emérito -el primer y más importante ciudadano del país- Jefe del Estado nada menos, al descubrírsele sus nefandas tropelías y paraísos fiscales, incluso rechazado por su propio hijo Felipe VI y huido a los Emiratos Árabes, lo importante no sea ésto. Lo sustantivo es ver qué le inventamos a Podemos para demostrar que “todos somos iguales”.
La cloaca político-periodística nacional, nunca menciona que el mensaje de Podemos es siempre el mismo: mejorar la vida de los más desvalidos y menesterosos de nuestro país, garantizar las pensiones, Ley de Vivienda, optimizar las condiciones laborales y todo, en definitiva, encaminado a una mejor vida a toda esa legión de los “sin voz”. (¿Qué miedo tiene Pedro Sánchez de aplicar políticas de izquierda?). Podemos defiende la plena libertad de los ciudadano/as Trans, que puedan vivir conforme a su propia naturaleza: si su mente es de mujer y piensa como mujer, ¿por qué no se le permite que su cuerpo sea también de mujer? Tal vez sea igualmente por ésto que persiguen tanto a Podemos.
Erasmo Quintana