En una carta firmada por medio centenar de cargos públicos canarios de Podemos, la sucursal morada en el Archipiélago solicita al Ministro del Interior políticas que permitan la continuación de las rutas de los migrantes llegados a Canarias hacia la Península y el resto de Europa. La misiva destaca el carácter de urgencia con que debería facilitarse la libertad de movimiento dentro del espacio Schengen a centenares de personas retenidas en las Islas por el Gobierno español, ante el aumento de la tensión xenófoba en el Archipiélago.
A continuación, reproducimos el texto íntegro de la carta, firmada hasta el momento por más de 500 personas:
«Estimado Sr. Ministro:
Por medio de la presente, como cargos públicos de Podemos Canarias en diferentes instituciones, le hacemos constar la situación que estamos viviendo en el archipiélago ante la grave crisis migratoria que sufrimos y le trasladamos nuestra solicitud para que implante las políticas migratorias que permitan que los actuales migrantes retenidos en las islas contra su voluntad puedan continuar su viaje hacia Europa.
Como bien saben desde el Ministerio que representa, en varias ocasiones durante los últimos meses, desde el grupo confederal Unidas Podemos se ha formulado petición de derivación de las personas migrantes que han llegado de manera masiva en los últimos tiempos a Canarias. Ahora, entendemos que, esta petición, se hace urgente con el fin de descongestionar la situación en Canarias y evitar las consecuencias negativas que esta situación está generando para un territorio con capacidades de acogida limitadas como es el archipiélago canario y en pos de poder dar una acogida digna a las personas que llegan a nuestro país con pleno respeto de los derechos humanos.
Canarias es solidaria pero vive una situación límite. Es imperativo que las necesidades de Canarias y la defensa de los Derechos Humanos estén muy por encima de las exigencias de Bruselas. Sabemos que en varias ocasiones ha pasado momentáneamente por las islas, pero como cargos públicos a pie de calle nos vamos a permitir el atrevimiento de contarle de primera mano lo que se está viviendo en los barrios de las diferentes islas.
Las manifestaciones de odio, racismo y xenofobia son ya diarias en barrios populares, especialmente en la isla de Gran Canaria, donde la desazón y la incertidumbre que genera la crisis sanitaria, económica y social que vivimos facilita estas posturas poco dialogantes, poco democráticas y excluyentes, que en ocasiones llegan a la violencia, apuntando directamente hacia las personas migrantes como chivos expiatorios y las culpables de todo el sufrimiento que la clase trabajadora está experimentando en estos momentos.
Canarias no puede ser utilizada por el Estado como mera base donde poner sus campamentos, este Gobierno y esta tierra merece estar informados de lo que ocurre, y demandamos total transparencia y colaboración con las entidades autonómicas y locales en la gestión de los recursos habilitados para las personas migrantes, y el pleno respeto de los derechos humanos
Estas personas, ante el impedimento que encuentran desde su ministerio a poder seguir con su ruta migratoria hacia la península u otros países europeos donde tienen familia y oportunidades, viven Canarias como una cárcel que les ha despojado de sus derechos básicos y les obliga a la miseria y la mendicidad, provocando situaciones que vulneran los derechos humanos y ponen en riesgo la convivencia democrática y pacífica en la islas.
La libre circulación de personas es un derecho fundamental, una vez que se accede al espacio Schengen no se puede limitar su libertad de movimiento, se deben establecer vías seguras de migración, estas personas no quieren quedarse en Canarias. Nuestra región es tierra de paso, no de encierro, y al obligarnos a ser una tierra que no somos se generan tensiones con la población.
Además, la situación en la que se encuentran los campamentos militares destinados a acoger a migrantes, improvisados la mayoría, se ven desbordados e incapaces para hacer frente con unas mínimas garantías, a las necesidades de estas personas. Barro, hacinamiento y la falta de zonas de aseo e higiene son la tónica habitual de estos espacios que lejos de solucionar el problema solo lo ha amplificado. Es urgente que la acogida se haga en condiciones de dignidad y escrupuloso respeto a los derechos humanos y que de la misma forma se ofrezca el asesoramiento jurídico necesario para que puedan decidir con libertad y seguridad lo mejor para su futuro.
Es por todo esto que le hacemos llegar nuestras exigencias. Usted es la única autoridad pública que puede y debe dar una solución urgente a esta situación antes de que se sigan precipitando los acontecimientos.»