EL BAR DE PEPE
Ya lo dice el refrán “a rio revuelta ganancia de pescadores” lo que viene a significar que cuanto más compleja es la situación más partido se suele obtener.
La Reforma Laboral decretada por el Gobierno Rajoy, hará historia en la España del trabajador como la Ley más injusta en el último siglo en nuestro país. Los empresarios, me refiero a esa calaña de empresarios capaces de comerse las entrañas y el hígado de sus allegados por seguir atesorando poder y dinero, están que se frotan las manos con las infinitas maniobras de “reflotación de la empresa” y de “ajustar presupuestos a los difíciles tiempos que se avecinan” que eso de poder despedir a los currantes por cuatro euros les viene de perita en dulce.
La “suavidad” de la Ley Concursal (antes llamada suspensión de pagos) permite a más de un cabronazo de estos mal llamados “emprendedores” utilizarla con fines escabrosos. No es el primero que se declara en proceso Concursal y que paralelamente en otra empresa con los mismos fines y objetivos con testaferros bajo su mando, se hacen con el activo de esa primera empresa, pactando con los acreedores a la baja el pago de la deuda. De forma tal que una suspensión valorada en 100 la puede adquirir el propio suspenso, montando empresas paralelas por 20 ó 30. Vuelven a empezar de 0 pero con unas instalaciones y existencias valoradas en 100, el personal a la calle cobrando por el Fondo de Garantía Salarial y estos hijos de su madre tan panchos y con su buen cochazo y la vida sigue igual.
El caso de los medios de comunicación es de más cachondeo aun y del que parece que nadie quiere decir ni pio.
Recuerdo el tema de la radio de un periódico local. Se inauguró con toda clase de bombos y platillos, 120 empleados, todo lujo de redacción, deportes, política, un derroche de medios, todo un lujo de la radio local. Pero miré usted por donde la crisis llega a todas las puertas y la tarta publicitaria empezó a recortarse más y más y los gastos subieron más y más y empezaron los ERRES y ERES y ZETAS y al final to er mundo e güeno y a ti te encontré en la calle. Así que pérdidas por todos lados y personal a la puta calle con la mitad de la mitad de la mitad de la indemnización por despido le correspondía a cada currito de la radio.
Pero hete aquí que los milagros existen y a los pocos meses del cierre de la radio, del periódico local, aparece nuevamente la voz de Pepe, diciéndonos: ¡¡ Buenos días, Canarias¡! ¡¡guauuuuu!! y esto que es, ultratumba, cacofonías, ¿voces del más allá? Pues nada de eso, de nuevo se abre la emisora, aprovechando una franquicia radiofónica, se vuelve a contratar a las 6 ó 7 curritos fundamentales y de nuevo ¡¡A JUGARRRRRRRRRR!!
Y aquí no pasa nada, absolutamente nada de nada, los pajaritos vuelan, las palomas te cagan, la tormenta se descarga y en el cielo vuelve a brillar el sol. Y nadie dice nada, ni hola, Don Pepito, ni hola D. José al fin y al cabo lo que usted no quiere para el rastro es.
Estos también se creían los reyes del mambo radiofónico disfrazados de Madre Teresa de Calcuta defensora de los oprimidos y avasallados trabajadores que oprimió y avasallo hace poco tiempo. Todo esto es un cuento chino “filipino con mucha ciriscunstacia” que decía el Peret.
Por supuesto que al final de los finales el periódico se vendió y la tele y la radió se cerró, y colorín colorado a otro cuento se han marchado.