EL BAR DE PEPE
Una nómina bien espléndida es la que deberíamos tener para poder pagar los 2.315 euros que nos ha costado, por ciudadano, la quiebra de la banca española. De esta cantidad por persona, 1.800 euros, o lo que es lo mismo, más del 80% del grueso, se ha destinado al rescate de un banco y cuatro cajas de ahorros: Banco de Valencia, CAM, Bankia, Catalunya Caixa y Nova Galicia.
No es casualidad que los tres organismos financieros que más le han costado al Estado se encuentren en la Comunidad Valenciana, donde la burbuja inmobiliaria y los macroproyectos de Camps se financiaron gracias a estos bancos. En total, según un informe del Tribunal de Cuentas, casi 108.000 millones de euros ha destinado la Administración a sufragar el rescate de 14 entidades bancarias.
Después de sacar a Bolsa un 7,5% de la participación estatal de Bankia, el Estado recuperó aproximadamente 1.300 millones de euros. Por su parte, Nova Galicia devolvió 1.003 millones en cuatro cuotas hasta junio del 2018, tras su venta al banco venezolano Banesco. La venta de su banco filial Evo, le reportó otros 60 millones, insuficientes para hacer frente a los más de 9.000 millones de euros que le fueron inyectados desde 2010. Pero el primer caso de devolución de dinero público en la actual reestructuración financiera lo protagonizó CaixaBank después de integrar Banca Cívica.
La suma del dinero reintegrado supone 3.300 millones de euros. una cifra todavía lejana a los casi 108.000 millones entregados. A esta cifra hay que añadir 520 millones de euros como “Otros conceptos no distribuibles entre entidades”
Dentro de este epígrafe que se recoge en el informe del Tribunal de Cuentas se encuentra el pago de comisiones de apertura (200 millones de euros), informes de terceros (15 millones de euros), dietas (6 millones de euros), gastos de asesoramiento (3,3 millones de euros), así como el abono de intereses por el rescate financiero (10 millones de euros)
Bankia nos debe, descontando los 3.303 millones de euros recuperados, un saldo de 20.766 millones de euros.
La cuestión quedó con Bankia nacionalizada donde el Fondo de Reestructuración Bancaria (FROB) dependiente del Ministerio de Economía controla un 61,8% de la banca nacionalizada.
Según dicen los entendidos en la materia, al fusionar con CaixaBank el porcentaje bajará entre un 14 y un17% que estaría valorada en menos de 2.000 millones de euros, con este panorama es imposible que se pueda recuperar el resto de los 18.766 millones de euros.
Siento pena, asco, vergüenza y rabia.
Pena por haber creído que un gobierno de coalición entre el Partido Socialista Obrero Español y Unidas Podemos, podía obligar a la banca carroñera a saldar las deudas con el pueblo español, y por llegar a la certeza de que es el capitalismo neoliberal el que domina el Estado. Pedro Sánchez y su mariachi son unos títeres cuyos hilos maneja la Sra. Botín y compañía.
Asco por tener una justicia que mira al lado que más le interesa, que es incapaz de ser justa y mientras ejecuta y embarga al que impaga un crédito y desahucia al que no paga un par de recibos de la hipoteca, deja en libertad los que utilizan el dinero público, dinero de todos, para su lucro personal, que gastan en putas y drogas.
Vergüenza por sentirme utilizado y poner mi voto a disposición de unos políticos que no se lo merecen, que han mentido y traicionado con promesas que son incumplibles, por sentirme como un idiota al ver a Mariano Rajoy paseando por la calle en lugar de estar pudriéndose en Soto del Real, a Rato que en un par de días lo veremos con su flamante Audi y su chofer por Madrid mientras nos dejó una estafa monumental, que también pagamos los españoles.
Y rabia por sentirme impotente ante tanta cabronada política, al saber que 800.000 personas están a la espera de un salario mínimo vital para, al menos, poder comer 15 días al mes, pagar las compresas o los pañales al bebé, comprar un jabón de baño o papel higiénico, no creo que la miseria tenga más reparto.
Con el dinero que Mariano Rajoy regaló a la banca mafiosa, los españoles podríamos presumir de tener la sanidad más eficaz de Europa, con cien mil millones de euros, por ejemplo, se pudieron crear un promedio de 300 mil pequeñas y medianas empresas, dando trabajo a unos dos millones de desempleados a jornada completa y duplicando el número si se comparte la jornada laboral.
Con cien mil millones de euros, por ejemplo, se podría invertir en investigación y desarrollo, en nuevas tecnologías, energías alternativas, en mejoras para el sector primario…
Con cien mil millones, queridos lectores, se podrían hacer mil virguerías, multiplicando por 10, el resultado económico de esa inversión, a corto plazo veríamos descender el paro obrero entre un 40 y un 50%, a medio y largo plazo la inversión en I+D+T daría sus frutos creando nuevos retos, nuevas empresas, otra generación de personal más cualificado, generando nuevas ilusiones entre nuestra juventud.
Es una pena, por no decir una grandísima putada, que esos cien mil millones, que todos vamos a pagar sin lugar a ninguna duda, se les haya entregado a unos negocios fraudulentos, donde cada miembro de su consejo de administración se embolsaba millonarias cantidades de dinero sin el más mínimo escrúpulo.
Los españoles esperamos, aun, saber cuánto es el desfalco producido por estos depredadores legales, qué responsabilidades se van a pedir, sea por la fiscalía o por el propio gobierno español que se supone representa a la mayoría de los ciudadanos.
No todos los españoles tenemos mala memoria, algunos la tenemos histórica, ya no solo para sacar de las cunetas los cadáveres de Franco, también la tenemos para recordar los cadáveres que dejo por el camino el gobierno de Mpunto Rajoy y cómplices.
Exigimos al gobierno de coalición del Psoe y Unidas Podemos, a Pedro Sánchez y a Pablo Iglesia la formación de una comisión para reclamar la urgente devolución de las cantidades entregadas a Bankia, Cajas de Ahorros adquiridas por la CaixaBank, BBVA, Bco. Santander, etc., incluidos los beneficios fiscales y qué fue de los fondos inmobiliarios del “Banco Malo”. Exigimos luz y taquígrafos, necesitamos aclarar los chanchullos y corrupciones políticas, no solo las del Rey emérito y sus “comisiones” (que al lado de este asunto es el chocolate del loro)
A ver si nos dejamos de milongas, mucho rollo de socialismo y populismo, pero con la banca hemos topado, amigo Pablo.