Entrevista en Radio San Borondón a Jonay Acosta, miembro de la Asociación para la Investigación y Conservación del Silbo Herreño y de la Cátedra de Estudios Bereberes de la Universidad de La Laguna.
Entre otros aspectos denuncia la paralización de la concesión de BIC para el silbo herreño, por parte de la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias, que desde el 21 de mayo de 2018, fue solicitado por los herreños, a través de su máximo órgano de representación, para que se reconociera y protegiera como manifestación cultural inmaterial en peligro de extinción, que ya acumula más de 125 años de historia. En este sentido afirma que “lleva paralizada desde 2018 por afán monopolizador del silbo gomero”.
Recuerda, por otra parte, que en Gran Canaria y en Tenerife también hay testimonios de silbo, además de El Hierro, antes de que se concediera el título de Patrimonio de la Humanidad para el silbo gomero; y que existen testimonios de viajeros que pasaron por Tenerife y dejaron testigo de que es una expresión pancanaria.
Jonay Acosta afirma que en El Hierro persisten 70 silbadores que conservan el lenguaje silbado en su uso primigenio, como modo de comunicar mensajes cortos entre grandes distancias, que solo utiliza dos vocales y por tanto se apoya en el contexto de la actividad agraria. Y sin embargo, el silbo gomero ha sufrido una folklorización, pues ya ha perdido el fin original y ha sido modificado de cara al turismo, de tal manera que en la actualidad es un silbo recreativo, que utiliza 4 vocales en lugar de 2 como era el tradicional.
Como contraposición, asegura que se ha difundido falsamente la idea de que el silbo gomero solo existe en La Gomera. El silbo gomero se descubre a mediados del s XIX y un par de décadas más tarde el silbo herreño… Por tanto, la conclusión es que se trata de un fenómeno archipielágico.
Por parte de los investigadores de las dos universidades canarias, existe un claro respaldo a la existencia del lenguaje silbado en Canarias. Por lo que concluye que en la actualidad existe una polémica entre el gremio y la academia.
Finalmente Jonay Acosta reclama un planteamiento regional del Silbo, con estudios en todas las islas para impedir que se pierda allí donde aún existan personas que lo practican.