El 6 de Agosto de 1936 fueron asesinados en el campo de tiro de La Isleta, por los franquistas, los diputados del Frente Popular, Eduardo Suárez Morales y Fernando Egea Ramírez. La historiadora Isabel Méndez Suárez, nieta de Eduardo Suárez, recuerda los hechos.
Hoy se cumplen 84 años desde el asesinato vil de Eduardo Suárez Morales, quien demostró que la unidad es la única posibilidad para hacer frente a todos los EXPLOTADORES y caciques, y lo dejó patente en su frase: “unámonos en un sólido bloque frente al fascismo, para alcanzar la libertad”.
Eduardo Suárez Morales, diputado comunista a Cortes por la provincia de Las Palmas de Gran Canaria, fue detenido en la isla de Gran Canaria en julio de 1936 cuando defendía la legalidad democrática vigente en España en aquel momento, la II República.
Eduardo Suárez Morales, junto a su compañero de resistencia Fernando Egea Ramírez, delegado gubernativo en el norte de Gran Canaria, a quien acompañaba la esposa de Fernando Egea Ramírez, Herminia Dos Santos, fueron de los primeros ciudadanos españoles que se opusieron firmemente al golpe de estado que estaba efectuándose por parte de militares facciosos encabezados por el general Franco y desleales al gobierno al que representaban.
La pena de muerte a la que fueron condenados Eduardo Suárez Morales, de 30 años y Fernando Egea de 28, fue llevada a efecto por los militares sediciosos el 6 de agosto de 1936 a las seis de la mañana en el campo de tiro de la Isleta.
Entendemos que en cualquier país de nuestro entorno y dentro de la Unión Europea, un representante público asesinado por el fascismo, cuenta con honores y reconocimientos acorde a su trayectoria democrática y su sacrificio personal.
El diputado comunista a Cortes en representación de la provincia de Las Palmas, Eduardo Suárez Morales, fiel servidor de su pueblo y respetuoso de la legalidad democrática, jamás ha tenido ningún reconocimiento por parte de las nuevas instituciones democráticas españolas nacidas de la Constitución de 1978.
Y por ello, 84 años más tarde, seguimos haciendo frente luchando por sus derechos porque resulta del todo incomprensible que en un país donde han transcurrido más de cuarenta años desde la restauración de la legalidad democrática, no haya habido el adecuado reconocimiento hacia figuras como la del diputado a Cortes Eduardo Suárez Morales, que dignamente representaron a los ciudadanos de este país en el periodo democrático anterior al que vivimos.
Hoy más que nunca es necesaria una ética de la memoria que acoja el recuerdo de aquellas injusticias y barbaries cometidas en nombre de falsos intereses para poder cerrar las heridas abiertas en la vida de las víctimas y sus descendientes.
Hoy más que nunca es necesaria la lucha contra la amnesia y la defensa por la Memoria Histórica.
“A mayor injusticia, más grandes deben ser los actos que mueven tu vida”, cita de Eduardo Suárez en su carta de despedida a su esposa e hijos, en la noche del 5 de agosto de 1936.