La Asociación Canaria de Neuropsiquiatría y Salud Mental ante el pacto de reactivación social y económica de Canarias como consecuencia de la pandemia, considera fundamental y necesario proponer unas medidas indispensables, no como una estrategia defensiva, sino como una oportunidad para reforzar y reorientar el sistema sanitario y el sistema social, dado el gran impacto de esta crisis en la sociedad canaria.
PLAN DE ACCIÓN DE LA ACN EN EL MARCO DEL PACTO DE REACTIVACIÓN ECONÓMICA Y SOCIAL DE CANARIAS
Estamos convencidos y por experiencia sabemos los beneficios que esto comportaría en toda la ciudadanía, especialmente en aquellos sectores ya castigados, y vulnerables desde antes de la pandemia y el confinamiento.
Dichas medidas, serían:
1. Garantizar la protección adecuada de todos los profesionales sanitarios de la red asisten-cial, facilitando condiciones dignas de trabajo.
2. Mantener abierta la línea telefónica del Servicio Canario de la Salud un tiempo después de la pandemia, para orientar las posibles demandas de ayuda psicológica especializada.
3. Tampoco vemos necesario la creación de dispositivos específicos en la red pública de salud mental, para atender el impacto emocional del COVID -19, a fin de evitar riesgo de cronificación y/o victimización. Muchas personas desarrollarán su capacidad de adapta-ción y afrontamiento. y podrían seguir un curso natural gracias a las muestras de apoyo mutuo mostrada por la sociedad canaria,
4. Disuadir la creación de dispositivos supuestamente especializados fuera del habitual circuito asistencial público. Elaborar indicadores para determinar los cuidados de las po-tenciales demandas.
5. Atender a los damnificados en la red de salud mental publica, cuando su situación clínica requiera de un abordaje especializado, contemplando criterios de derivación existes y siempre de manera integral e integrada con el resto de la atención sanitaria general.
6. Normalizar la cita presencial de la asistencia sanitaria pública en salud mental, siempre que sea posible, según los planes de la desescalada, y gravedad clínica de nuestros pacien-tes a fin de empezar a recobrar los espacios rehabilitación y recuperación, lo antes posi-ble.
7. Reconocemos la importancia de la Atención Primaria en la asistencia sanitaria que re-quiere en este momento de más apoyo y reorientación estructural para acometer las funciones que desempeña en la prevención primaria y promoción de la salud en la aten-ción comunitaria. Es por ello que necesita dotación de recursos humanos, también para trabajar con la comunidad y en estrecha relación con los ayuntamientos y recursos so-ciales de la zona básica. Para ello se necesita duplicar la inversión en atención primaria con la contratación de nuevos recursos humanos y de medios que permitan extender su acción, más allá del espacio físico del ambulatorio.
8. La transversalidad es uno de los ingredientes estratégicos de las políticas integradoras en los sistemas y servicios públicos de salud. En este sentido, en la red pública de aten-ción a la salud mental se requiere:
· La Cooperación entre Salud Mental y Atención Primaria. De forma presen-cial, a través de la figura del Equipo Consultor. Los encuentros se realizan con una periodicidad determinada entre el Equipo de Salud Mental Comunitario (ESMC) re-ferente, y el Equipo de Atención Primaria (EAP). Dichas consultas se realizan en los propios centros de salud para desempeñar entre otras las siguientes funciones:
a) Apoyo y supervisión de casos. Análisis. de las derivaciones, Seguimiento de tra-tamientos.
b) la figura de “enfermera de enlace” o “gestora de casos”, tanto en atención espe-cializada como en atención primaria. Tratando de resumir: Esta participa activa-mente en la coordinación de la continuidad de cuidados de modo que las interven-ciones se desarrollen siguiendo un plan que integre las diversas necesidades del su-jeto enfermo, generalmente se trata de pacientes con patología crónica y/o con plu-ripatologia. Su misión es la de garantizar una intervención integral y continuada que incida sobre las diferentes necesidades del sujeto con dolencia y a sus cuidadores o red social de apoyo, movilizando los recursos necesarios para tal finalidad.
Estas formas de cooperación deberá implementarse o en su caso, extenderse a todas las áreas sanitarias y al conjunto de las zonas básicas de Salud relacionadas con los Equipos de Atención Primaria de Salud y los Equipos Comunitarios de Salud Mental.
· Cooperación entre Salud Mental y Servicios Sociales. Se deben superar los departamentos estancos y establecer objetivos y líneas de cooperación conjunta más allá de unas llamadas telefónicas, creando espacios estables y sistemáticos de cooperación para una política integral capaz de garantizar la continuidad de cuida-dos de los ciudadanos. Los cuidados de los pacientes de larga duración deben ser re-visado porque su objetivo no es la supervivencia sino llevar una vida digna. El mo-delo de atención de los cuidados de larga duración debe basarse en la atención domiciliaria con la corresponsabilidad de los servicios sanitarios y sociales públi-cos. El desarrollo de la ley de Servicios Sociales es más urgente que antes, para quin-tuplicar la presencia de trabajadores sociales entre la atención primaria, los servi-cios de salud mental y en los ayuntamientos. No estamos por macro centros resi-denciales. No será posible un modelo único para todos, la diversidad deberá ayu-dar a ofrecer respuestas más personalizadas,
9. El uso de la teleasistencia aunque se ha incorporado a nuestras vidas, en el campo de la salud mental, como un espacio relacional y emocional, la teleasistencia no deberá confi-gurase como un modelo de atención de la asistencia sanitaria. Es una técnica más a dis-posición de los servicios, pero para su uso debe limitarse a unos criterios, pues se requie-re consentimiento informado, el respeto a la intimidad, y no todos los usuarios la prefie-ren y no todos las personas cuentan con los medios adecuados,
10. El impacto económico hará que poblaciones y comunidades más vulnerables ahora sean más vulnerables en sus estados de salud física y mental. Todas las áreas de la administra-ción y en todos sus niveles institucionales deberán redoblar sus esfuerzos en las poblacio-nes más vulnerables (pobreza, inmigración irregular, niños y niñas en precario. adultos desempleo, violencia y pobreza mujeres, etc) , lo que lleva a agilizar las ayudas y la no bu-rocratización de las mismas.
10 de Mayo 2020
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Asociación Canaria de Neuropsiquiatría