ENTREVISTA A JOSE MANUEL ESPINEL CEJAS, SOBRE SU LIBRO “JUEGOS GUANCHES INÉDITOS”
DIARIO DE AVISOS / TEXTO: Yurena Díaz
El libro “Juegos Guanches inéditos. Inscripciones geométricas en Canarias” editado por el Centro de la Cultura Popular Canaria, vio la luz por primera vez hace 30 años y posteriormente se ha ido reeditando con importantes actualizaciones; la última acaba de publicarse recientemente. Sus autores son los investigadores José Manuel Espinel Cejas y Francisco García-Talavera Casañas.
Hablamos con José Manuel Espinel, que nos transmite en su conversación no solo la información valiosa que atesora esta obra, sino la pasión por nuestra cultura y patrimonio, que ha guiado su trayectoria vital y profesional.
Maestro y Técnico Especialista Agrario, Capataz de Restauración Medioambiental. Trabaja en el Servicio de Programas de Prevención y Protección de Menores de la Dirección General de Infancia, Familia y Mujer del Gobierno de Canarias. Durante varios años fue miembro del Aula de Etnografía del Centro Superior de Educación de la Universidad de La Laguna. Lleva muchos años dedicándose con pasión al estudio, rescate, difusión y revitalización de elementos agonizantes de la cultura material y tradicional de las Islas Canarias: Alfarería Tradicional, Trabajos en Madera, Piedra, Molinos, Herrería etc. También ha investigado sobre las técnicas de elaboración tradicional de juegos tradicionales de inteligencia, trabajos en madera… Ha actuado como ponente en numerosos Congresos y también ha participado en un gran número de proyectos de Investigación Etnográfica.
Ustedes han sido pioneros en la investigación en Canarias de este aspecto tan importante de nuestro patrimonio cultural ¿Cómo surgió el proyecto de este libro, cuya primera edición vio la luz hace 30 años?
“Juegos guanches inéditos. Inscripciones geométricas en Canarias” vio la luz, por primera vez en 1989. Todo comenzó en 1985 de forma accidental. Sucedió durante una excursión en la que estábamos presentes una docena de intelectuales, entre ellos don Manuel J. Lorenzo Perera, Fernando Sabaté Bel, etc. Durante dicha actividad, Francisco García-Talavera Casañas, geólogo y antropólogo, encuentra, escudriñando en un paradero pastoril situado junto a un afloramiento rocoso cerca de Izaña, un bloque afanítico con dos figuras geométricas inscritas cuyo significado nos era a todos los presentes totalmente desconocido. Así que, es de justicia que se diga y sin él hoy no estaríamos hablando del tema, puesto que fue él quien nos invitó a sumarnos al proyecto. Y recalco esto pues no todo el mundo obra de ésa manera, y menos en el mundo académico, lo cual define su talante y su humanidad, y es de justicia corresponderle.
¿Qué ha supuesto a nivel científico y cultural la publicación de este libro?
No seré yo quien haga hincapié de lo que supuso nuestro trabajo como avance a nivel científico. Sólo decirte que en ciertos sectores académicos oficialistas, parece que mas bien supuso un jarro de agua helada. La prensa de la época incluso se hizo eco de una cierta polémica, en especial a raíz de una pluma mercenaria instada a escribir una crítica muy burlona, descalificando las posibles capacidades de los antiguos isleños. La polémica fue amplia y sostenida. El negacionismo duró décadas pero poco a poco, en vista de los descubrimientos en otras culturas, tuvieron que ir aflojando ante el cúmulo de evidencias.
Sin embargo, las cosas han ido mejorando en las últimas décadas, tras la tercera y cuarta edición. Y sobre todo tras contar con el apoyo del reconocido profesor Samuel G. Armistead, prestigioso hispanista norteamericano (Davis University, California), reconocida figura a nivel mundial, pionero entre otros asuntos en el estudio de los isleños de Luisiana, uno de sus grandes logros científicos. Paralelamente contamos, además del apoyo desde Francia de diversos colectivos científicos y culturales, dando lugar a una formidable traducción y su edición por la Editorial L`Harmattan. Desde entonces las cosas parece que cobran otro color.
Sí creo que fuera una obra que marcó un antes y un después en muchos aspectos, ya que por primera vez se realizó un estudio amplio interdisciplinar que abarcó desde arqueología a lingüística, matemáticas, astronomía, etnografía, etc. Por primera vez una obra hablaba de juegos de inteligencia, de su origen africano.
También por primera vez se habló de «arqueoastronomía», de bases numéricas en los juegos a nivel práctico, de aritmogeometría, de diseño paramétrico o inteligente, de desarrollo de un calendario concreto. También en estudios paralelos de registros de registros aritméticos computacionales en los que no sólo se registraban calendarios de 365 días sino incluso los ajustes necesarios para sincronizar los ciclos astronómicos lunares y solares… Creo que los avances y las aportaciones no han sido pocas y en muchos casos pioneras.
¿Qué novedades incluye la nueva edición ampliada que ha salido recientemente?
La principal novedad en ésta última edición ha sido la incorporación de un calco de grabados de un yacimiento arqueológico del Neolítico Sahariano en el que aparecen avestruces asociadas a un damero del tres en raya descubierto a principios de los años 70 por una expedición franco-germana al norte del Ouad Draa, lo que corrobora nuestra tesis de que los juegos son una invención sahariana. Una herramienta disruptiva de diseño paramétrico, fruto de una necesidad de subsistencia frente al fuerte cambio medioambiental que surge tras la desertización progresiva del Sáhara verde.
¿Cuáles son los juegos que han pervivido hasta nuestros días?
Consideramos que la herencia cultural es amplia, con decenas de juegos y variantes o modalidades. Algunos de los cuales aún conservan denominaciones «guanches» o antiguas, tales como Trique, Druque, Chascona, Chiquichasque… incluso Dama es vocablo africano que aun se usa en todo el norte de Africa y que significa «capturar» o «coger» (la ficha del contrario) en algunos dialectos, sobre todo tuareg.
Prestan especial atención a La Dama ¿qué importancia tiene este juego?
Partimos de La Dama porque fue lo que primero descubrimos al encontrar su pervivencia en dameros de trazado reticular y su significado etimológico tanto en lenguas y dialectos africanos como en español, donde se emplea el término en plural y en damero de ajedrez, muy diferente a nuestra forma africana de juego y a la riqueza y biodiversidad cultural africana que aun perdura, sobre todo en Canarias y algunas otras regiones africanas.
¿Qué nos dicen estos juegos tradicionales de inteligencia sobre nuestro pasado aborigen?
Considero que como todo legado, son una pieza fundamental de un gran puzzle. Nos habla de un desarrollo matemático, tecnológico, de su invención, de su diseño inteligencia, de una relación femenina entre el lenguaje simbólico de los registros matemáticos de las vasijas y el mismo a nivel aritmogeométrico de los dameros de juegos… En fin, sería interminable entrar en detalle de cada cosa, de cada grupo de juegos, de cada relación matemática y su significado astronómico…
¿Qué se sabe de la procedencia de estos juegos que practicaban los primeros habitantes de las islas?
Ahora se sabe que tienen un origen netamente africano, y que surgen por necesidad. Son parte de la Historia Primigenia de las Matemáticas, antes de que existieran las cifras tal y como las conocemos hoy en día. Son fruto de la necesidad de computación con elementos de la naturaleza: semillas, granos, piedras, caracoles… contar para gestionar y para planificar…
¿Estos juegos para los guanches eran solo un divertimento o responden a otros fines?
Eran herramientas multifuncionales, que suplieron la necesidad de computación. Eran ábacos y no sólo juegos, lo dijo Suetonio y Herodoto y nosotros descubrimos además que guardaban un secreto en su propio diseño. Era un diseño paramétrico que encerraban en sí una cifra de forma geométrica y, en algunos casos, la fórmula de ajustes periódicos en los ciclos astronómicos para elaborar un calendario.
¿En qué zonas e islas han encontrado más grabados rupestres?
No me gusta citar zonas para evitar su depredación. Pero existen numerosas. Sólo en Fuerteventura hay centenares de yacimientos, publicados en diversas cartas arqueológicas. También hay islas ricas en este tipo de manifestaciones gométricas. La Palma es una de ellas, con poblados casi intactos en los que dichos dameros son un lugar importante dentro del complejo arquitectónico. En Gran Canaria empiezan a aparecer muchos más de los que se conocían, e incluso en el 2014 aparece durante la excavación de la Cueva Pintada de Gáldar un magnífico damero en una roca suelta, de la que desconozco la cronología estratigráfica asociada.
Pero uno de los mejores yacimientos se encuentra en Tenerife, abandonado a su suerte… lo que podría ser un centro de interés cultural y turístico, está a expensas de que sea pasto de desalmados.
A pesar de que en los últimos años se ha avanzado mucho en la investigación y protección de nuestro patrimonio ¿queda mucho aún por investigar?
Quedar… yo diría que, sin duda, queda muchísimo. No niego que se han hecho grandes cosas en los últimos años, pero también se ha desperdiciado grandes oportunidades.
Islas como El Hierro aun no cuentan con Museo Arqueológico. El museo insular de La Gomera es una vergüenza… Y sé muy bien que se ha invertido más en protección del patrimonio eclesiástico, patrimonio clerical que se come más del 90% de todo el presupuesto, que lo que se ha invertido en el legado arqueológico y etnográfico.
En unas islas como las nuestras, es un lujo y un derroche que no sólo no nos podemos permitir, sino que son un insulto y una falta de respeto.
¿Fue fácil encontrar personas que todavía practicasen estos juegos?
Sí, lo fue porque teníamos un bagaje amplio en cuanto a praxis etnográfica. También las muestras de juegos que llevamos por las islas y pueblos nos facilitaban las cosas. Muchas personas se emocionaban al volver a reencontrarse con esos juegos de antaño.
Usted ha dedicado buena parte de su tiempo a divulgar sobre todo entre los jóvenes estos juegos. Háblenos de esta experiencia
¿Qué puedo decir de una divulgación durante décadas? Han sido incluso con medias de 20.000 personas al año. Desde niños en colegios a jóvenes de secundaria y universitarios. Desde mayores en centros de tercera edad y culturales a CEP de profesores…. nuestro patrimonio lúdico engancha y enamora, es adictivo y divertido. La gente se lo pasa tan bien que quieren repetir muchas veces. Es tal que han ocurrido situaciones cómicas como tener que apagarles la luz para que se marcharan y poder cerrar el salón… o montar una exposición para un mes y ampliarla no dos sino hasta tres meses por el nivel de éxito y visitas que tenía. Esto ha ocurrido en la AC Raiz del Pueblo de La Oliva (Fuerteventura), en la Fundación MAPFRE (Arucas, Gran Canaria), En el Instituto HispanoAmericano (CSIC, Sevilla)…
¿Qué plantearía al nuevo gobierno de Canarias para avanzar en investigación y difusión de nuestro patrimonio arqueológico y cultural?
Es complicado ponerse a plantear nada a los políticos. Ellos llevan años demostrándonos que sólo buscan poder. Generalmente piensan solo en rédito inmediato, en beneficios a corto plazo y beneficiar a unos pocos, generalmente colegas de negocios y chiringuitos afines.
Sin embargo, existen proyectos formidables como el del propio Centro de la Cultura Popular Canaria, al que han asfixiado sistemáticamente, o el Proyecto de Desarrollo Comunitario de la Aldea, o Raiz del Pueblo en La Oliva… hay muchos proyectos e ideas. Pero la protección del legado patrimonial y su gestión pasa por crear escuela, por implicar a diversos organismos, por salvaguardar, restaurar, reutilizar y vindicar el legado. No solo arqueológico, sino etnográfico, material e inmaterial. No vale que se proteja al silbo gomero en detrimento del herreño o el canario. Porque si mueren los silbadores de Tejeda en Gran Canaria o de El Hierro, pierde también Canarias. porque perdemos bagaje y perdemos biodiversidad cultural.
Nosotros tenemos recogido más de 60 juegos tradicionales de inteligencia. En Túnez apenas tienen media docena, es decir una décima parte. Sin embargo ellos están luchando para que se declaren Patrimonio de la Humanidad…
Somos uno de los lugares del mundo con mayor riqueza etnográfica y patrimonial y, sin embargo, la estamos dejando perder y desaparecer irremediablemente. Al menos, debería considerarse como una necesidad imperiosa su registro y su preservación.