Es un programa de emergencia para suplir la alimentación del ganado por los daños en cultivos y pastizales
El Cabildo de Gran Canaria ha puesto en marcha un programa de emergencia para paliar la pérdida de pastos en los incendios de agosto y entregará 387.000 kilos de forraje a 22 ganaderos para alimentar a 4.100 animales de pastoreo.
Los graves incendios afectaron un gran número de explotaciones ganaderas, así como a 1.800 hectáreas de cultivos, de las cuales más de 700 son de pastizales frecuentados por los ganaderos de la zona dañada y de lugares limítrofes, detalló el consejero de Soberanía Alimentaria, Miguel Hidalgo.
Y es que el área afectada por los incendios está considerada el núcleo principal de producción ganadera de pastoreo de cabras y ovejas en Gran Canaria, además de producción de quesos, y aunque es habitual el aporte de materias primas como millo en grano, esta forma de ganadería está vinculada a pastos naturales.
Para suplir la falta de zonas de pastoreo, el Cabildo ha destinado una partida de 220.000 euros para cubrir la compra de alimentos. La entrega ya ha comenzado de forma paulatina y se hará hasta el 31 de diciembre, aunque este periodo podría incrementarse si no consigue recuperarse el pasto necesario para alimentar al ganado.
Los más de 380.000 kilogramos de forraje deshidratado están destinado inicialmente a los 22 ganaderos que han hecho ya la declaración de daños de 1.500 hectáreas afectadas, una cifra de terreno que también podría aumentar si aparecen nuevos solicitantes.
La Institución insular ha establecido un tope máximo de forraje por titular, según el número de cabezas de ganado reproductor y su alimentación estimada por día. El reparto a los ganaderos oscila, por tanto, entre 908 y 68.700 kilogramos de forraje hasta diciembre.
Este programa de emergencia de alimentación está incluido en el Plan de Revitalización Económica y Medioambiental para la Cumbre de Gran Canaria, una iniciativa del Cabildo para la recuperación de los montes y el sector primario afectado, así como para la reposición de las propiedades e instalaciones dañadas en el menor plazo posible y para la revitalización económica y medioambiental.
Este plan ha arrancado con una cuantía inicial de 20 millones de euros, cinco de ellos son los destinados a los daños sufridos en viviendas, zonas agrícolas y ganaderas y empresas, otros ocho millones de euros para la recuperación de las carreteras, además de 6,2 millones para planes especiales de empleo para la contratación de 700 personas.