¿Se imaginan a Ana Oramas contando lo de las abuelas canarias en la ONU?
Días de contrastes. Después de escuchar durante el primer y fallido pleno para la investidura de Pedro “El Bello” a Gabriel Rufian decir; “A mí no me roba España, repito, a mí no me roba España. A mí me roba Rato, me roba Bárcenas, me roba Millet y me roba Puyol. Y esos da igual de donde sean”, me encuentro con Manuel García, el “intelectual” del nacionalismo canario y defensor a ultranza del caciquismo ultraperiférico de Coalición Canaria, soltando las la siguientes perlas:
“Somos el nacionalismo más peligroso del Estado español porque mañana podemos acudir a Naciones Unidas y reclamar nuestro estatus de pueblo descolonizado, lo que no pueden invocar ni vascos, ni catalanes ni gallegos”. Y sobre los partidos golpistas -de obediencia goda- que descabalgaron a Coalición Canarias de las instituciones que eran suyas por derecho divino… “Todos contra cualquier obediencia canaria a secas, todos de acuerdo en que los jefecillos deben ser de fuera. Debemos seguir siendo cautivos de decisiones foráneas. Debemos de seguir siendo subalternos.”
Según el Premio Canallas de Literatura y defensor a capa y espada del nacionalismo “de baja intensidad” de Coalición Canaria, “los jefecillos”, o sea, “los caciques”, deben ser de aquí, es que si no fuera así entonces ya no sería caciquismo. Por eso le rechinaron sus dientes cuando escribió que desde Secundino Delgado, Antonio Cubillo, Fernando Sagaseta, Manuel Hermoso, Adán Martín, Paulino Rivero… hasta llegar a Fernando Clavijo Batlle, fueron “perseguidos por la justicia española”. Manuel Hermoso, perseguido por el “Caso Floreal”; Adán Martín, por unas escuchas telefónicas que no se habrían producido si tuviésemos una justicia y policía autonómicas; Paulino Rivero, no se sabe si por el «pequeño Nicolás» del CNI; Fernando Clavijo, ese “mirlo blanco del municipalismo” … por el “Caso Corredor”, “Caso Grúas” y “Caso Reparos”.
Seremos de derechas mientras respetan nuestro caciquismo ultraperiférico. Si no, a la ONU.
Tal vez fuera por el fallo de la memoria reciente propio del estado senil, pero el caso es que Manuel Garcia olvidó citar a Miguel Zerolo, perseguido y “baqueteado” por la justicia y “fuerzas políticas españolas” hasta en su echadero como senador del Reino de España, dónde hacía lo que le “salga de la polla” siempre en defensa de la canariedad más bizarra. De hecho olvidó incluir también al patriota del urbanismo Manuel Parejo y a los ejemplares y caribeños empresarios patrocinadores de esta democracia, don Antonio Plasencia y don Ignacio González. En total son cuatro nuestros insignes “presos políticos” del nacionalismo canario los que se le olvidó citar. Ya se sabe que con la edad se va perdiendo la memoria reciente.
Menos mal que Manuel García se dio cuenta a tiempo de que en Coalición Canaria ya no se confundían política y negocios. Ese convencimiento le surgió tras recibir el Premio Canallas de Literatura, porque hasta un poco antes ponía su boquita de piñón más fotogénica para explicarnos con todo lujo de detalles esa “confusión”.
Naturalmente, el confundido era él, porque hoy ve con absoluta naturalidad que “(el puerto de) Granadilla es el 3%” y los desvíos de fondos del otro padre del nacionalismo canario, Luis Suárez Trenor, a las islas Bermúdez, del que tampoco ya se acuerda. Ay, los años, qué duro es envejecer.
Resumiendo. O los «jefecillos» y “caciques” vuelven a ser de “aquí”, o Fernando Clavijo y Ana Oramas acudirán a la ONU para exigir la descolonización de Canarias impelidos por su nacionalismo “peligroso”, según la propia versión de Manuel García, quien no ha dejado de defender el caciquismo ultraperiférico de Coalición Canaria como el modelo de un nacionalismo que si no es respetado por los partidos “godos”, que son todos salvo Coalición Canaria y su franquicia del PNC, acudirán a la ONU para exigir la descolonización de Canarias, la amnistía por los casos “grúas” y “reparos” y la inmediata liberación de los presos políticos de nuestro “prusès” de Las Teresitas ¿Se imaginan a Ana Oramas contando lo de las abuelas canarias en la ONU?
El último cartucho de Manuel García es movilizar al lumpen intelectual que creció en torno a la idea de que había que votar a Coalición Canaria porque son de «aquí», no en vano el caciquismo ultraperiférico de Coalición Canaria nos ha ubicado en los vagones de cola de todos los indicadores de bienestar social del estado español, muy especialmente educación y cultura. Ni hecho adrede; ahora somos algo parecido a Alemania justo antes de la segunda guerra mundial: sólo hace falta un cantamañanas sin escrúpulos que sirva en bandeja a los culpables, el «España te roba» de Artur Mas. Mándate una papa chinegua cruda, Manuel García.
Aunque después de leer tanta soplapollez ya no sé si pedirle que se mande una papa o recordarle, de forma motivada como es el caso, que es el cantamañanas más grande de nuestra ultraperificidad. Ajúl, Manuel García.
Manuel García, perseguido por un funcionario de la Hacienda colonial, encima «godo», que no le hacía «un favor».