EL BAR DE PEPE
El peligro de Iglesias no son sus convicciones, ni siquiera su ambición, el peligro es que es un manipulador, manipula a sus adictos, cambia el discurso y descubre su malestar por no estar dentro del gobierno.
A nadie se le oculta que el golpe mortal que le asestó a Pedro Sánchez aquel 4 de marzo de 2016 cuando se alió con el PP y voto NO a la investidura de un partido socialista, supuso que en ese momento traicionó la memoria de su abuelo, socialista de pro, que si hubiera estado vivo en aquellas fechas seguro habría muerto del soponcio.
Pedro ha dicho claramente, y eso no pudo manipularlo, que el Psoe le ha ofrecido un gobierno de coalición con Unidas Podemos, incluso le agradeció su paso a un lado para facilitar ese gobierno de coalición.
Manipula las palabras el discurso de Sánchez y lo hace de tal forma que llega a decir que la culpa de que ellos, Podemos, exista, estén ahí, es gracia a los errores del Psoe, olvidándose de los gobiernos anteriores de Adolfo Suárez, Aznar y Rajoy.
Pablo sabe muy bien que Podemos no existe, Podemos a duras penas subsiste y por mucho que manipule, el sr. Iglesias sabe muy bien que en unas hipotéticas elecciones se quedaría con menos escaños que Vox.
No se oculta a nadie que la pérdida de casi tres millones de votos y una treintena de diputados, la dimisión de sus fundadores, y con ello los cerebros más significativos de Podemos tiene mucho que ver con la manipulación y la ambición de Pablo Iglesias.
En algo si estoy de acuerdo; es posible, que con un nuevo periodo electoral, no gane el Psoe, y no pueda gobernar.
Es posible que pueda ocurrir, peros si eso es así se lo tendremos que agradecer a Podemos, y también es posible que ante la sinrazón de tanto advenedizo a la política, la gente, el pueblo cansado de estar harto de tanta podredumbre se quede en casa y no acuda a la llamada de las urnas, y el vaticinio del sr. Iglesias se haga realidad, pero si esto ocurre que tome nota: le veremos acompañando al Sr, Puigdemont en Waterloo.