El sindicato Intersindical Canaria afirma que, contrariamente a las optimistas estimaciones realizadas por el gobierno en funciones: “el conjunto de indicadores laborales del País Canario, vuelven a remarcar su tendencia negativa”.
Los despidos individuales durante el primer trimestre del presente año han aumentado en un 21% en relación al mismo periodo del 2018. Por ello el sindicato afirma que ello da una idea del endurecimiento de las condiciones laborales del conjunto de la clase trabajadora canaria, un dato éste que, junto a los bajos salarios, la temporalidad laboral, desempleo y pobreza, continúa situando al País canario en el vagón de cola del Estado en evolución laboral y social.
Califica IC esta situación de anomalía social, que carece de toda lógica en el contexto de la situación de bonanza económica que vive Canarias, en la que los ingresos empresariales van en sentido ascendente y la patronal continúa disfrutando de bonificaciones y subvenciones y beneficios fiscales al calor de la política de las administraciones públicas canarias que continúan dando la espalda a los trabajadores como mayoría social.
El sindicato muestra su preocupación por la inexistencia de respuesta de la clase política, así como de los agentes económicos y los sindicatos mayoritarios ante la persistente escalada segregacionista hacia los trabajadores del Archipiélago.
“La denominada Mesa de concertación social, así como el Consejo asesor del Gobierno, en sus acuerdos y resoluciones, promueven e impulsan la desigualdad social y el injusto reparto de la riqueza, pareciendo actuar bajo el mendaz principio de que la injusticia laboral, indefectiblemente, debe ser una de las señas de identidad que debe caracterizar a los canarios”, afirman.
Concluye IC que “el objetivo de promover la normalización de las condiciones laborales en nuestro territorio, vuelve a ser la asignatura pendiente y el primer reto de las mayorías de gobierno que se constituyan a partir de las recientes elecciones. Una medida esta que, en su caso, solo puede venir de la mano de gobiernos progresistas”.