El Juzgado de Instrucción número 4 de La Laguna ha acordado en la tarde de hoy viernes el ingreso en prisión comunicada y sin fianza del empresario y abogado tinerfeño Evaristo González como presunto autor intelectual del asesinato del también empresario Carlos Machín, fallecido el 18 de abril del año pasado en el aparcamiento de la Escuela Oficial de Idiomas de La Laguna tras ser tiroteado por presuntos sicarios, según han informado fuentes oficiales del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC).
El asesinato por encargo ha sido resuelto gracias a un concienzudo trabajo de la Policía Nacional, que ribeteó trece meses de intensas y discretas investigaciones tendiendo una trampa a los supuestos criminales: un aparente rastreo el pasado 14 de mayo en el cauce del barranco del Drago, a la altura del barrio de Gracia, en supuesta búsqueda de pruebas que llevó a los acusados a activar algunos de los teléfonos que se habían utilizado en la gestación del crimen, alarmados ante la evidencia de que se estrechaba el cerco.
La autoridad judicial ha tomado declaración hoy viernes a los ochos detenidos el pasado miércoles por la Brigada de Homicidios de la Policía Nacional de Santa Cruz de Tenerife en relación con el crimen, en una investigación calificada como “sobresaliente” por la autoridad judicial tras más de un año de minuciosa investigación en colaboración con la Brigada Central de Homicidios. Tres de ellos han quedado en libertad provisional como presuntos cómplices del crimen y los otros cinco han sido enviados a prisión preventiva.
Entre los tres investigados que han quedado en libertad provisional con cargos por presunta complicidad en el asesinato de Carlos Machín se encuentra el abogado Santiago Martínez, socio de Evaristo González, que en las horas que sucedieron a la muerte de Machín actuó de portavoz público de la familia de la víctima. Actualmente está en libertad provisional como supuesto autor de un delito de encubrimiento de asesinato, con la obligación de comparecer ante el juzgado cada quince días.
Las otras dos personas que han quedado en libertad son dos varones que supuestamente habrían facilitado a los asesinos el coche del que se valieron para consumar el asesinato. Admitieron el robo del automóvil, pero dijeron que no sabían para qué se iba a usar. Se les acusa de complicidad en asesinato y de robo con fuerza.
Respecto a los otros cinco acusados, la situación queda como sigue: el abogado Evaristo González ingresa en prisión incondicional como supuesto autor intelectual del crimen; otros dos acusados lo hacen como autores materiales, y los dos últimos, como cómplices de la muerta violenta.