Entrevista con el periodista Ramón Pérez Almodóvar, uno de los activistas históricos de Canarias
Aprovechando su estancia en Canarias, entrevistamos al periodista Ramón Pérez Almodóvar, destacado y comprometido profesional, especialista en comunicación social, con amplia experiencia en España y América Latina y un histórico activista social.
Quizás lo que ha marcado su trayectoria es su inquebrantable compromiso por la dignidad. Ha priorizado la ética y la denuncia contra la corrupción a sus propios intereses personales, lo que lo ha llevado a “auto exiliarse” en América Latina, donde ha trabajado como consultor político para diversos gobiernos.
Ha sido promotor y partícipe de históricos movimientos sociales, como Asamblea por Tenerife y Coordinadora de Pueblos y Barrios promotoras de multitudinarias manifestaciones que marcaron un antes y un después en la sociedad tinerfeña y canaria.
Hablemos de Asamblea por Tenerife, quienes la conformaban, actividades…
Asamblea por Tenerife es el movimiento social más importante de la historia reciente de Canarias, formado por trabajadores, vecinos en lucha, funcionarios, estudiantes, académicos, profesionales, militantes de partidos políticos como IU, PSOE, PCPC, de organizaciones independentistas, de organizaciones ecologistas y ambientalistas, de feministas, de anarquistas, afiliados de distintas organizaciones sindicales (como FSOC, UGT, CCOO, Intersindical, Cobas), miembros de asociaciones culturales y deportivas, artistas, pensionistas y desempleados. Los ingredientes de tal amalgama fue el sentido común, el instinto de supervivencia, lo que se llamó el “espíritu de Vilaflor” y un programa común para un nuevo modelo de desarrollo y la mejora de la calidad de la democracia en Canarias. El método utilizado fue la construcción colectiva, la constancia en el trabajo y la coordinación semanal. La esencia de todo ello fue el amor a la tierra, la defensa de un modo de vida y con identidad canaria.
¿En qué contexto se produjeron las multitudinarias movilizaciones que se realizaron en aquellos años llegando a convocar a más de cien mil personas?
Cuando en julio de 2004 se realizó un Foro Empresarial por el Progreso de Tenerife en el Recinto Ferial, donde políticos como Ricardo Melchior, Adán Martín y Miguel Zerolo se mezclaron con los miembros más notorios del capitalismo de amiguetes de la Isla, gente condenada por corrupción, se produjo una reacción al cúmulo de megaobras innecesarias de infraestructuras que se estaban repartiendo allí mismo: la segunda pista del aeropuerto Reina Sofía, el macropuerto industrial en Granadilla, la Vía Exterior, el Anillo Insular, los pelotazos diseñados en los Planes Generales de Ordenación Urbana de Santa Cruz y de La Laguna, etc. Un grupo de personas protestó por fuera del Recinto Ferial y pocos días después se convocó la primera asamblea y en septiembre, donde muchos nos incorporamos, la segunda. Ahí se fijó una fecha para la historia de las luchas sociales de Canarias: el 27 de noviembre de 2004. En mi opinión, fue una especie de 15-M pero en Canarias, once años antes. Un movimiento vanguardista, conservador en lo ambiental y enfocado al ecosocialismo en lo político y a la democratización de Canarias. Heredero de otras importantes luchas, desde el movimiento para proteger Malpaso de la instalación de un radar, para reivindicar las playas de Las Teresitas y de Valleseco como espacios públicos, no como negocios privatizados, de la defensa de los montes de Vilaflor para evitar un atentado ecológico, de las movilizaciones contra la guerra de Irak. Es decir, fue un gran movimiento pacifista y ambientalista canario.
Puedo decir que al término de la manifestación del 27-N, con participación de unas cien mil personas, se me acercó Daniel Cerdán, asesor durante muchos años del presidente de Gobierno, Adán Martín, y me preguntó si creía que con esto, en referencia a la movilización, “se va a conseguir algo”. Bueno, lo cierto es que han pasado 14 años y dos meses y el Puerto de Granadilla da pena, hay políticos y empresarios condenados por el intento de privatización de Las Teresitas, no existe la segunda pista del Reina Sofía, tampoco el puerto deportivo que pretendía realizar el profesor de Economía de la ULL, Rodolfo Núñez Ruano, se ha parado la Vía Exterior, el PGOU de Santa Cruz está anulado por el Tribunal Supremo… Ahora están a toda máquina con el cierre del Anillo Insular, antes de las elecciones, y veremos en qué queda el PGOU de La Laguna.
¿Cuáles son los motivos fundamentales por los que AxT fue languideciendo hasta desaparecer?
Se produjo un debate para convertir Asamblea por Tenerife en partido político. Fue promovido por personas que venían de Alternativa Popular Canaria (APC), independentistas decían. Hubo una votación en el Colegio Mayor San Fernando en 2006 y solo una persona votó a favor. Hubo una aplastante mayoría en contra. Entonces consiguieron la ruptura del movimiento, que arrastró también a la Coordinadora de Pueblos y Barrios. Se pusieron como nombre Alternativa Sí Se Puede por Tenerife y han sacado unos cuantos concejales en estos 12 años. Solo gracias a su acuerdo con Podemos pudieron entrar en instituciones como el Parlamento o el Cabildo de Tenerife hace cuatro años, porque estaban en el 0,1% de intención de voto. Dentro de esa organización hay gente muy válida.
Usted lleva décadas “auto exiliado” en diversos países de Latinoamérica. Háblenos de esa etapa.
El año del 27-N gané una demanda de tutela de derechos fundamentales contra una empresa de comunicación propiedad de importantes empresarios de Gran Canaria, como el presidente de Unelco o el entonces presidente de Domingo Alonso. Adán Martín y Ricardo Melchior, entre otros, pidieron mi cabeza. Publiqué varios casos de corrupción y la gota que colmó el vaso fue cuando difundimos la noticia de una campaña contra Román Rodríguez, siendo presidente de Canarias, lanzada desde una web de gente de Manuel Hermoso. Ahí tomaron la decisión. Previamente, en julio de 2003, me habían ofrecido un soborno por 1 millón de euros para irme de la Isla. Lo rechacé y acto seguido se censuró un programa de denuncia que emitía Teidevisión, Canal 6. Entonces me hicieron la vida imposible. Gané la demanda y me fui a Venezuela, a cubrir el revocatorio del presidente Hugo Chávez en agosto de 2004. Estuve un año y medio apoyando al movimiento social, en especial a la Coordinadora de Pueblos y Barrios, haciendo un periódico que publicábamos cada tres meses. Vendíamos 5.500 ejemplares de cada número, venta casi puerta a puerta que hacían los vecinos y una red de distribución que construimos.
Pasó el tiempo, aquí no tenía esperanzas de encontrar trabajo remunerado, y opté por emigrar. Llevo 13 años de idas y vueltas entre América Latina y Canarias. He podido trabajar como consultor para diversos Gobiernos en tres países distintos, Venezuela, Ecuador y Perú, y también para la Alcaldía de Lima, una ciudad con 8,5 millones de personas. He trabajado junto a consultores de comunicación de México, Ecuador, Colombia, Venezuela, Perú, Honduras y Francia. He aprendido mucho de comunicación política y electoral. Siempre he sido bien recibido, quizás el acento canario ayuda, y de hecho siempre distingo que vengo de Canarias, que también fue colonizada por la Corona de Castilla y Aragón. He aprendido mucho en general y allí he descubierto el mundo de las plantas medicinales y terapias complementarias.
¿Cómo ve la actualidad de los hermanos países de Latinoamérica, que después de estar en gran número gobernados por organizaciones de izquierda han ido perdiendo a favor de gobiernos de derecha y ultraderecha de manera que prácticamente permanece Bolivia y en cierto grado Uruguay y la esperanza de México?
Hay un reflujo porque ha cambiado la geopolítica. Estados Unidos está interviniendo con más fuerza en lo que siempre consideró su “patio trasero”. Acaba de reconocer como presidente de Venezuela al titular de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó. China y Rusia apoyan al Gobierno de Nicolás Maduro. El petróleo de Venezuela, más sus riquezas en gas, oro y agua, es la clave de todo lo que está pasando. El proceso de paz en Colombia y el golpe a Dilma Rousseff en Brasil forman parte de la misma estrategia de guerra económica, aislamiento internacional contra el Gobierno de Maduro y mutilación de la vía bolivariana de Chávez, en el sentido de lograr la unidad suramericana. En Ecuador, tristemente el Gobierno de Lenin Moreno ha dado un giro de 180 grados a la política exterior de Ecuador, centrada por el ex presidente Rafael Correa en dos ejes: los Derechos Humanos y la unidad latinoamericana, que promovió incansablemente para que se ratificara el Tratado de la UNASUR. Ese proyecto sudamericano se ha torpedeado desde adentro y desde afuera. Vendrán etapas de mayor represión, desestabilización en algunos países y deterioro medio ambiental, especialmente por la agresividad de los proyectos capitalistas que afectan al corazón del planeta, la Amazonía.
Cuando retorna periódicamente a Canarias, ¿cómo ve la evolución de las islas?
Desde muchos puntos de vista me recuerda a la película ‘El día de la marmota’. Pero las islas no evolucionan, sino que se destruyen desde el punto de vista ambiental, retrocedemos en lo social y lo cultural y cada vez dependemos más de la nefasta industria que es el turismo de masas.
¿Cómo ve que Coalición Canaria se eternice en el Gobierno de Canarias?
Es una pesadilla, el corto cuento de Monterroso sobre el dinosaurio… Es necesario que se produzca la salida en masa de gente que lleva 30 años en funciones político-institucionales. Esa gente nos ha traído hasta donde estamos: colapso en el transporte, colapso en los hospitales, 42% de menores de 17 años en riesgo de extrema pobreza, total dependencia alimenticia de grandes cadenas de distribución, ruina económica para las mayorías sociales, deterioro de todos los servicios públicos, destrucción ambiental. Como ejemplo, la decisión del Gobierno de Canarias de permitir al Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife que siga vertiendo aguas sin tratar al mar que nos rodea, los define. Les importa una higa todo lo que no sea su beneficio propio, aun a costa de la destrucción del territorio que necesitamos para vivir…y convivir.
¿Qué alternativas ve a esta situación? Son muchos los activistas que hablan desde hace tiempo de la necesidad de un frente unitario apoyado por todas las organizaciones progresistas de Canarias…
Creo que necesitamos un frente de gente conservadora, que quiera ayudar a proteger lo poco que nos queda, desde el punto de vista ambiental, gente que quiera a esta tierra y gente que siempre ha estado denunciando las injusticias sociales y económicas, personas con sensibilidad social. Pero los frentes no son nada sin personas creíbles. Por ejemplo, tenemos a una persona como Ramón Trujillo Morales que es conocido por su capacidad de trabajo, su seriedad y moderación, que podría liderar perfectamente una candidatura provincial o en Canarias al Parlamento de ese frente unitario. Es un desperdicio que no nos demos cuenta dónde podemos aportar más cada uno. Si queremos que las cosas cambien en Tenerife, hay que olvidarse de las peleas absurdas, de intrigas, conspiraciones de mesa camilla, de infantilismos y presentar proyectos y programas políticos serios y esperanzadores defendidos por gente con dos dedos de frente. Por ejemplo, en ese esquema algunos de los que han sido diputados estos cuatro años deberían estar descartados para repetir en las listas de eso que se llamaría un frente progresista. Se necesitan personas con capacidad de trabajo, que sepan trabajar colectivamente y sin absurdos protagonismos.
Lo mismo debería pasar en municipios como La Laguna, donde Santiago Pérez, por encima de siglas, es la persona más preparada para liderar el futuro de la ciudad, y Santa Cruz, donde Pedro Fernández Arcila, por encima de siglas, podría aprovechar su conocimiento sobre el Ayuntamiento de Santa Cruz, en especial de lo que se puede mejorar, en estos ocho años. Ambos estarían en condiciones de ganar y el que no lo quiera ver es que está ciego.
¿Qué nuevas ideas podrían plantearse para el desarrollo del Archipiélago?
A lo mejor no hacen falta ideas nuevas, sino razonables. El manifiesto de César Manrique, Momento de Parar (1985), es un buen punto de partida. Por ejemplo, el problema de los atascos en las autopistas se podría solucionar en tres meses, solo que nos gobierna gente muy inepta. La isla más habitada tiene un millón de personas y miles de millones de euros mal distribuidos. Nos podríamos organizar de tal manera que toda la población pueda vivir bien, aumentar el trabajo en sectores abandonados, conservar la naturaleza, proteger a los animales y ser un laboratorio ante la catástrofe planetaria en que estamos inmersos por el cambio climático. Si como están diciendo, se deshiela una superficie del tamaño de Groenlandia, muchas islas van a desaparecer… aquí pueden ser ciudades enteras, pero de eso no se habla. Creo que es el momento de escuchar más y mejor a profesores como Roque Calero y Federico Aguilera Klink que a gente como Rodolfo Núñez Ruano, de abrir debates públicos masivos, ahora que se aproximan las elecciones, para consensuar medidas que tengan como objetivo el bien común, no el interés personal de 15 o 20 familias que están detrás de quienes nos gobiernan.
AUTORA: YURENA DÍAZ