SB-Noticias.- A raíz del lamentable incidente acaecido el pasado día 12 de agosto en las urgencias pediátricas del Hospital Nuestra Señora de La Candelaria de Santa Cruz de Tenerife, se han destapado una serie de notables deficiencias en la seguridad de este centro, a pesar de que desde las altas instancias de la Sanidad pública se haya tratado de minimizar.
Por ello un grupo de trabajadores del Servicio de Urgencias del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria se han organizado para hacer públicas reivindicaciones tan básicas como que exista un servicio de seguridad en el interior del área de urgencias, donde hay acceso abierto a los familiares de los pacientes, y donde se han producido numerosas situaciones de violencia hacia los enferemros y resto de personal en el ejercicio de su responsabilidad.
Los trabajadores denuncian que no conocían los protocolos de actuación que seguir la noche del incendio del 13 de agosto en el servicio de urgencias pediátricas. El suceso obligó a la evacuación inmediata de 160 pacientes por parte del personal, vecinos y familiares, y fue provocado presuntamente por una mujer que habría quemado ropa de cama. Asimismo, revelan que no sabían a quién acudir para recibir indicaciones.
Los portavoces del colectivo aseguran que el fuego se saldó sin fallecidos ni heridos gracias al «instinto de supervivencia de los presentes que les llevó a huir del humo» y a que «el número de pacientes que se encontraban en el Hospital era bajo».
Por todo ello, el pasado día 11 de septiembre, presentaron un escrito al centro sanitario, en el que se exige al responsable del Servicio Canario de Salud, Conrado Domínguez, que abra las diligencias de investigación pertinentes para clarificar lo que aconteció la noche del siniestro, ya que pasado más un mes después no conocen exactamente qué fue lo que ocurrió. Asimismo reclaman que se adopten las medidas de protección y seguridad que el personal sanitario «lleva solicitando desde hace tiempo» ante el «aumento y la normalización de las agresiones que los sanitarios sufren cada día».