Entrevista a Cristian de Ganzo en Radio San Borondón
SB-Noticias.- A pesar de las múltiples denuncias por la falta de seguridad dentro de las Urgencias, aún el Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria carece de este servicio
Cristian de Ganzo ha trabajado como enfermero durante años en urgencias del Hospital de la Candelaria y, aunque en la actualidad ejerce en otro servicio del Centro, conoce en profundidad los problemas que soportan usuarios y profesionales.
De Ganzo afirma que tal es la situación de estrés y tensión con la que desarrollan su labor en este servicio, que todos los profesionales sabían que un día iba a ocurrir algún tipo de desgracia como lo que finalmente pasó, y señala directamente a los responsables sanitarios por no haber hecho caso a las numerosas denuncias que se han presentado por falta de seguridad dentro de las urgencias.
Este enfermero, que se hace eco de la opinión de muchos otros profesionales, asegura que diariamente tienen que enfrentarse a la incomprensión de los usuarios, fundamentalmente de los familiares de los pacientes, que echan la culpa de las deficiencias del sistema sanitario a los trabajadores: “No creo que haya compañero que no haya sufrido este tipo de acoso” afirma.
Estos profesionales deben soportar una sobresaturación en el trabajo, a la que se añade la presión y en muchos casos violencia verbal e incluso física de acompañantes de pacientes, que cargan contra los sanitarios su frustración y desesperación fruto de largas esperas y problemas no achacables a los profesionales, en muchas ocasiones fruto del desconocimiento de como funcionan las urgencias sanitarias. En su caso personal, indica que llegó a tener a su cargo a dicisiete pacientes a la vez, cuando la Organización Mundial de la Salud estipula que no pueden atenderse más de ocho de manera simultánea. A esto hay que añadir que las Urgencias requieren de una atención y un control constante a todos los enfermos, lo cual supone una carga laboral “indescriptible”, para lo que es imprescindible mantener una concentración constante.
De Ganzo acusa a los máximos responsables sanitarios de intentar encubrir los verdaderos problemas en las urgencias, aludiendo a otras circunstancias como la falta de educación sanitaria. En ese sentido, rechaza la explicación dada por Natacha Sujanani , Vicepresidenta del Sindicato Médico Canario que, en una entrevista el pasado día 17 en el periódico El Día, afirmaba que “más que hablar de seguridad, lo que falta es educación sanitaria”. De Ganzo expone que es cierta esa falta de educación a la que alude la responsable sindical, pero este es un problema estructural, propio de una sociedad capitalista y de unos gobiernos que no invierten en educación y en prevención, “pero mientras tanto no se resuelva, seguimos indefensos ante cualquier agresión”.
El Hospital de La Candelaria, al contrario que el Hospital Universitario de Canarias, es un Centro de puertas abiertas. De Ganzo reconoce que es un derecho de los pacientes el estar acompañados por un familiar, pero considera que, en las circunstancias en las que se ven obligados a trabajar, en un más que reducido espacio de urgencias, este derecho impide que se cumplan otros como el de la intimidad, la higiene o la seguridad.
Los pasillos de las urgencias se parecen más a la Calle Castillo que a un centro sanitario
“El derecho a la intimidad no existe” lamenta. Allí los familiares asisten, como si de un espectáculo se tratase, a como un paciente desorientado se desnuda o como otro tiene que hacer sus necesidades en la camilla debajo de una sábana delante de todo el mundo…
Esto sumado a que los pacientes de psiquiatría son atendidos junto a los demás, porque no se ha dispuesto de un espacio separado adecuado a sus circunstancias, hace que sea habitual que -por ejemplo- al lado de una persona con dolor toráxico – que debe permanecer tranquila – haya otro enfermo psiquiátrico, viéndose obligados finalmente a atarlos dada la imposibilidad de controlarlos. “Yo muchas veces tuve que quitarle mecheros a pacientes” añade. Además se incumple de forma habitual el que un paciente psiquiátrico no debe permanecer en Urgencias más de 24 horas y asegura que muchas de estas personas permanecen atadas en las camillas de urgencias durante bastantes días, en unas condiciones indignas y no adecuadas.
Añade el sanitario que en estas circunstancias se desarrolla su labor diaria en los pasillos de las urgencias, que “se parecen más a la calle Castillo que a un espacio apropiado para este servicio”, siendo presenciadas estas escenas por los acompañantes que, muchas veces están más atentos “al circo” que esta allí que a sus familiares.
Por ello responde a la portavoz del Sindicato Médico que parece estar encubriendo las deficiencias de seguridad: “en vez de estar en un sindicato debería acudir a las puertas de urgencias dando allí lecciones de educación, comportamiento cívico y aguantando las vejaciones que nosotros soportamos”.
“No se han realizado simulacros de incendios”
Cristian de Ganzo desmiente otra de las afirmaciones realizadas estos días, en este caso por el Gerente del Hospital, que afirmó en los medios de comunicación que se habían realizado varios simulacros de incendios. “Eso es rotundamente falso”, señala, porque en realidad lo que se ha hecho – según afirma- es impartir una charla a diferentes grupos de profesionales de cómo se debe actuar ante un caso de incendio, pero nunca un simulacro.
En este sentido entiende que las charlas fueron eficaces dado el comportamiento de los profesionales el pasado día 13 de agosto, y que este tipo de afirmaciones se hacen para tratar de ocultar el verdadero problema.