El tres de julio de mil novecientos treinta nace Don Antonio Cubillo Ferreira, así que hoy, se cumplen ochenta y ocho años del nacimiento de este luchador por la independencia de nuestra amada tierra canaria.
Para muchos, sobre todo para muchos gobernantes y ex gobernantes del estado español, Cubillo era una grave complicación para sus intereses coloniales, así que para ellos era un terrorista. Y eso que nuestro querido personaje utilizaba la propaganda armada, que no la lucha armada, tan lícita como otras luchas de otra índole o con estrategias diferentes, ya que cada lucha revolucionaria se adapta al terreno y a las circunstancias del momento que la rodea.
Al escribir esto, con tantas restricciones a la libertad de expresión, muchos pueden ir corriendo a presentar estas líneas como enaltecimiento de lo que se les ocurra, pero como se suele decir: “sólo se ve la paja en el ojo ajeno”.
El 25 de enero de 1978, los dirigentes de la emisora nacional argelina, le decían al MPAIAC, que el programa “por razones técnicas no podrá salir hoy a la calle”. Un guiño a la avanzadilla colonialista del PSOE de Felipe González, Alfonso Guerra, Luís Yañez y Miguel Boyer, que veinticuatro horas más tarde llegaban al aeropuerto de Dar el Beida de Argel.
Llegaron con la pobre excusa de intervenir en un simposio sobre los crímenes de la junta militar chilena, pero la realidad era la de comprar la españolidad de canarias, cerrando primeramente la boca a las ondas radiofónicas de La Voz de Canarias Libre, con el ofrecimiento de suculentos contratos y recursos económicos provenientes de las arcas del estado español.
Aun así, Felipe González no fue tan diplomático como hubo de serlo, y por menos de lo que declaró en esos días, a cualquier ciudadano del montón, hoy día en España, lo empapelan por enaltecimiento de la violencia y bla, bla, bla…; a la pregunta sobre el tema del Sáhara, el susodicho, declaró a los periodistas argelinos lo siguiente: “La lucha armada del Frente Polisario se justifica perfectamente dado que el pueblo saharaui no ha podido ejercer libremente el derecho de autodeterminación. Mientras no haya autodeterminación, la guerra de liberación continuará”.
O sea, que la lucha armada está justificada si el grupo de liberación en cuestión agrada al que fuera presidente del gobierno español, y por supuesto que se quiera liberar de un país que no sea España. Curiosamente defendía al mismo grupo que ametrallaba barcos canarios. Pero en Canarias no, no puede ser, no; porque cualquier tipo de violencia en Canarias sólo puede venir por parte de los que someten y expolian, de los que están en el poder, pues al contrario será determinado terrorismo. ¡Qué hipócritas!