El 8 de marzo de 1857, trabajadoras del sector textil salieron a las calles de Nueva York para luchar por sus derechos laborales.
Las luchas obreras se suceden, las trabajadoras se organizan y en 1910, en Conpenhage, la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, con la participación de 17 naciones a las que se irían sumando otras en años sucesivos, proclamó el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. El 25 de marzo de 1911, se produjo un incendio en una fábrica de camisas de Nueva York en el cual, por no poder escapar de las llamas al encontrarse la fábrica cerrada por los responsables, dijeron que para evitar robos, murieron 123 mujeres y 23 hombres, la mayoría inmigrantes, entre 14 y 23 años.
Todo luchas de obreras, proletarias, anticapitalistas, socialistas, hasta que en 1975, la asamblea general de la ONU, fíjense ustedes qué organismo, declara oficialmente el Día Internacional de la Mujer, donde aún así, hace referencia a “las mujeres corrientes como artífices de la historia y hunde sus raíces en la lucha plurisecular de la mujer por participar en la sociedad en pie de igualdad”.
Canarias, año 2018. La clase trabajadora de cualquier género sigue siendo invisible después de más de cinco siglos de lucha. A unas condiciones laborales pésimas y unos salarios de miseria, hay que sumar el trato colonial dispensado por el estado español y el gobierno canario como colaborador necesario y que nos proporciona, además de convertirnos en el balneario de la Europa del capital con la destrucción de nuestro medio, los mayores índices de paro y pobreza, pero además recae especialmente sobre la población trabajadora femenina la doble discriminación salarial, la exclusión ante la dependencia, la alta postergación y falta de oportunidades de la mujer rural canaria. Recae también sobre las mujeres más menesterosas el mayor nivel de violencia de género. Súmese a todo ello los indicadores de mayores tasas de analfabetismo y los peores servicios públicos que afectan a las féminas y al conjunto de la clase trabajadora del País Canario.
Por estas y otras cuestiones, las personas plurales y diversas que somos las trabajadoras organizadas en Intersindical Canaria, reivindicamos la denominación de Día Internacional de la Mujer Trabajadora, porque nos sentimos identificadas con el devenir histórico de esas luchas, porque creemos en la lucha de clases y en el derecho a la dignificación de sectores invisibilizados de la sociedad y seguiremos luchando hasta que pueda ser posible la desaparición de las clases, que hoy existen y persisten en la realidad social de quienes ejercen la explotación y la mayoría social que la sufre.
Ningún ser humano puede ni debe olvidar las raíces ni la historia. La imposición o la mera sugerencia para las manifestaciones previstas este 8 de marzo, siendo las organizaciones sindicales las únicas convocantes posibles de la huelga, de la no exhibición de símbolos o banderas de los colectivos organizados, constituye en sí misma la expresión del capital y persiguen en último término la invisibilización de la lucha obrera organizada que estuvo y sostuvo el origen de la conmemoración de este día y que con tanta fuerza reivindicativa se ha desarrollado en Canarias y en el mundo.
Ni todos los sindicatos son lo mismo, ni todos los partidos son iguales, ni Canarias es lo mismo que España para permitirse establecer criterios de forma generalizada, ni todas las mujeres somos obreras anticapitalistas para que sean subsidiarias de la misma lucha las empresarias del íbex 35 con las operarias de cualquiera de las empresas de hostelería.
Éstas son las contradicciones: se abre la convocatoria del 8 de marzo a las personas integrantes de los partidos del capital, corresponsables junto con la cúpula empresarial, integrados ambos por mujeres y hombres, de la actual situación de abuso frente a la cual intentamos luchar, y se cierra para la expresión de la organización social y obrera que integra la clase trabajadora. Esto, permítannos, constituye un atentado al libre derecho de las mujeres Canarias con sus especificidades a organizarse para la lucha y al recorrido histórico de este día reivindicativo.
Cati Darias Delgado
Federación Nacional de Salud
De Intersindical Canaria