Antonio Morales no se opone a que las empresas usen gas propanado, pero sí a que ello implique desplegar una red de gas y poner en peligro 445.000 hogares cuando pueden usar cubas y depósitos
El Cabildo de Gran Canaria se opondrá frontalmente al intento de imponer a Gran Canaria el despliegue de una peligrosa red de gas ciudad por calles y edificios para llevar aire propanado a la puerta de empresas y 445.000 hogares porque la vuelta a las cocinas de gas es un sistema obsoleto que prima el interés de unos pocos a costa de la seguridad y el bien común.
“No vamos a dejar que nos impongan un sistema caduco y peligroso por el interés de unos pocos”, aseveró hoy el presidente del Cabildo, Antonio Morales, quien recordó que también se oponen los Ayuntamientos de La Laguna, Telde, Agüimes y parte del Grupo de Gobierno de la capital grancanaria, que Noruega y Amsterdam ya ha anunciado que se pondrá fin al gas ciudad, y que Nueva York, París, Berlín, Oslo y Ciudad del Cabo, entre otras, ya han anunciado que desinvertirán en fósiles, aparte del Banco Mundial, que acaba de anunciar que no financiará ningún proyecto fósil más.
“Y a nosotros nos quieren devolver al siglo pasado”, apostilló. No puede decirse tampoco que los empresarios de Gran Canaria estén a favor a pesar de las declaraciones del presidente de ASINCA porque los Polígonos Industriales de El Goro y Arinaga, el mayor de Canarias, ya se han manifestado en contra.
En cualquier caso, el Cabildo de Gran Canaria “no se opone a que los empresarios usen aire propanado” a pesar de ser más caro que la biomasa o la aerotermia, a lo que se opone es a que para ello haya que desplegar una peligrosa maraña de tuberías por ciudades y polígonos, ya que siguen teniendo a su disposición el sistema actual de cubas y depósitos que les permiten elegir este combustible.