Ecologistas en Acción otorga en su informe anual dos banderas negras a la isla de Tenerife: a la contaminación por vertidos residuales y a la gestión informativa del bloom de microalgas.
Ecologistas en Acción en su informe Banderas Negras 2017, que resume los casos más paradigmáticos en materia de degeneración medioambiental del litoral español, concede dos banderas negras por provincia, una por contaminación ambiental y otra por mala gestión.
Este año, los protagonistas de la contaminación en Canarias han sido el litoral de Gran Canaria, en el que según los datos disponibles de los 107 vertidos de aguas residuales, 77 no tienen permiso, y toda la isla de Tenerife por verter más de 57 millones de litros de aguas residuales al mar sin cumplir la legislación vigente: el 96% de las aguas residuales generadas.
Que dos de los quince vertidos ilegales pendientes de una multa multimillonaria de la Comisión Europea a España estén en Tenerife y que el propio Cabildo insular haya reconocido la situación, no hace más que agravar la inacción al respecto, más cuando la población asiste a cierres intermitentes de sus playas por contaminación por Escherichia coli. Ecologistas en Acción denuncia también que el sector turístico, además de sufrir el problema, forme parte de su agravamiento por su alta demanda hídrica y el escaso compromiso de la gestión de sus aguas residuales.
Las Banderas Negras a la mala gestión han recaído en la ampliación del puerto de Agaete y la falta de información sobre la proliferación de microalgas. Ecologistas en Acción considera que la opacidad informativa y la respuesta bacilante del Gobierno de Canarias sobre este problema de salud pública, promueven que la ciudadanía sienta que prevalecen los intereses del sector turístico a su propia seguridad, por lo que demanda que tome partido y lleve a cabo los estudios locales pertinentes para determinar las causas de la aparición de las microalgas, si existe o no relación directa con los vertidos de aguas residuales y el papel del cambio climático.