Él que era o fue un antiguo camisa azul, abogado laboralista nos, comenta en la tertulia “coñazo-radiofónico”, del revuelo que se produjo en España con la salida de los sindicatos verticales de Franco y la entrada de los “verdaderos Sindicatos demócratas de toda la vida”, se refiere a UGT y CCOO.
Me advierte que no tiene nada que ver los primeros Secretarios Generales, Nicolás Redondo y Marcelino Camacho, con los Méndez y Toxo y siguientes, que poco se sabe de sus sueldos ya que la transparencia en sus cuentas es nula.
Y es que las cuentas anuales de las dos centrales sindicales mayoritarias no pasan por ningún control estatal. “De hecho, los propios sindicatos admiten indirectamente en su información institucional que son entidades ajenas al control del Tribunal de Cuentas, es decir, el órgano fiscalizador del Estado. Dicho organismo inspecciona, bajo el concepto de «sector público», a la Administración del Estado, a las comunidades autónomas, a las corporaciones locales, algunos servicios de la Seguridad Social, organismos autónomos o entidades públicas, entre otros, pero en el que quedan excluidos los sindicatos, considerados entidades privadas, así como a la patronal. En este sentido, son las propias centrales sindicales las que ejercen un «autocontrol» de sus cuentas, al pasar un único examen anual por parte de las denominadas «Comisiones de Control Económico».
El moderador de la tertulia, “mata oyente de aburrimiento”, se pone nervioso y en una pausa avisa que la emisora recibe alguna ayuda económica de los sindicatos y aunque respeta la opinión de sus colaboradores y tertulianos de emisora de barrio, no está dispuesto a perder la pasta gansa que recibe de los llamados “defensores del obrero”.
Teniendo en cuenta dicha premisa, todos, excepto el abogado facha, bajan el “volumen” de críticas y reanudan el rollo sindicalista alabando los “maravillosos” cursos de formación dado por los “competentes profesores sindicales”. Como comprenderán el cabreo del abogado laboralista de la época franquista iba en aumento, de tal forma que se le estaba hinchando la vena del cuello, y por el color de su rostro todo hacía presentir un debate caliente y entretenido, agarrando el micrófono y pidiendo la palabra dijo:
“UGT y CCOO cobran al año en concepto de subvenciones 15.895.049,85 euros provenientes del Estado español, casi 16 millones de euros. Por otro lado, las Comunidades Autónomas participan en este despilfarro económico aportando más de 265 millones de euros.
Los inmuebles, edificios y locales patrimonio del Estado cedidos a UGT y CCOO gratuitamente, más de 600.000 mts2., tasado el alquiler a la baja, les supone un ahorro de más de 180 millones de euros al año.
La formación tripartita formada por UGT, CCOO y CEOE perciben en concepto de formación continua del trabajador la cantidad de 2.235 millones de euros como subvención. A cada trabajador se le descuenta de su nómina un 1,65% para este fin. Por ley se establece una comisión legal del 3%.
No paran ahí los privilegios ya que estos millones para “formación” se perciben antes de impartir esos “cursos” que, en realidad, es un “negocio rotundo” según palabras de un alto militante socialista tinerfeño.
UGT tiene 1500 trabajadores, 167 centros y 577 aulas subvencionadas para impartir no sabemos qué formación. La anterior Fundación de los Sindicatos (FORTEM) tuvo que ser disuelta ya que los cursos no se daban. Además, dirigentes sindicalistas, habían creado academias paralelas donde derivaban el “negóciete didáctico”. Desde el año 2006 hasta 2011 aumentó en más de un 50% las subvenciones a sindicatos, incluso estamos subvencionando al sindicato etarra LAB con 265.000 euros año.
No es de extrañar la estúpida huelga general convocada por los dos sindicatos mayoritarios en contra de la reforma laboral, después de aprobarla la Cámara de Diputados con el consentimiento “of the récord” de los defensores del currante”.
Ahora era al director del chiringuito radiofónico al que le iba a dar un yeyo, y haciendo señas a la “pecera” para que el técnico apagase el micro del tertuliano cabrón y traidor, aun tuvo tiempo a dar su “moraleja”
“La moraleja es: que mientras el paro crece, el hambre y la penuria se adueña de millones de hogares de españoles, esta fauna política aumenta su beneficio. ¿Alguien me puede decir que beneficio saca la sociedad española de estos tarugos demagogos? Desde luego esto tiene que cambiar, y la solución es bien sencilla; el que quiera Sindicatos, el que quiera apoyar con su voz y voto a este tipo de negocio, de chiringuito millonario… ¡¡Que lo pague de su bolsillo!! ¡¡Ya estamos hartos de chorizos de guante blanco!!”
Y levantándose, no sin antes mandar a tomar por culo al director y colegas tertulianos, dijo en voz y brazo en alto: ¡¡VIVA FRANCO!! y se largó escaleras abajo como diablo en pena.