El buque ‘Cheshire’, del armador Bibby Line Group, no será transportado a ningún puerto de Canarias hasta que Capitanía Marítima pueda acceder al barco y comprobar el estado del mismo que, por otra parte, no supone en la actualidad ningún riesgo para las personas ni para el medioambiente.
Así lo indicó este viernes el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, tras una reunión de la Plan Especial de Protección Civil por Contaminación Marina (PECMAR) que contó con la asistencia del presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales; el alcalde de San Bartolomé de Tirajana, Marco Aurelio Pérez; y el subdelegado del Gobierno en Las Palmas, Luis Molina.
En el encuentro estuvieron presentes también la consejera de Política Territorial, Sostenibilidad y Seguridad, Nieves Lady Barreto; y representantes de la Dirección General de Pesca, Dirección General de Salud Pública, Viceconsejería de Turismo y Puertos Canarios.
En el encuentro estuvieron presentes también la consejera de Política Territorial, Sostenibilidad y Seguridad, Nieves Lady Barreto; y representantes de la Dirección General de Pesca, Dirección General de Salud Pública, Viceconsejería de Turismo y Puertos Canarios.
“No hay peligro para las personas ni peligro medioambiental. Tal y como nos informa Capitanía Marítima, la flotabilidad del barco está garantizada y todo parece indicar que la mercancía se consumió con la reacción química y que lo que queda son residuos”, expuso Clavijo.
En este punto, el presidente reiteró que el ‘Cheshire’ no será remolcado a ningún puerto de las islas sin que previamente los técnicos de Capitanía Marítima hayan subido.
En estos momentos, el buque se encuentra a unas 42 millas del sur de Canarias y se seguirá trabajando hasta que los técnicos de Capitanía Marítima puedan acceder al barco [hasta ahora sólo han podido subir expertos del armador]. “Lo importante es que no hay peligro para el medioambiente ni para las personas”, insistió.
La embarcación se incendió el pasado domingo, 13 de agosto, a unas 70 millas al sur de Gran Canaria, por lo que sus tripulantes fueron rescatados y el barco quedó a la deriva con su contenido de fertilizantes y varias bodegas incendiadas, aunque el fuego ya se ha extinguido.