SB-Noticias.- A las 21:22 horas de la noche del 24 de agosto de 1944, la 9.ª Compañía irrumpió en el centro de París por la Porte d’Italie. Al entrar en la plaza del Ayuntamiento, el semioruga español “Ebro” efectuó los primeros disparos contra un nutrido conjunto de fusileros y ametralladoras alemanas.
Después los civiles que salieron a la calle cantando La Marsellesa, para su sorpresa constataban que los primeros soldados liberadores eran todos españoles. El jefe francés de la 9.ª Compañía, Raymond Dronne, se dirigió hacia la comandancia del general alemán Dietrich von Choltitz para requerir la rendición.
Mientras se esperaba la capitulación final, los españoles tomaron al asalto la Cámara de los Diputados, el Hôtel Majestic y la Plaza de la Concordia tras sufrir un muerto. A las 3:30 horas de la tarde del 25 de agosto, la guarnición alemana de París se rindió y fueron los soldados españoles quienes recibieron como prisionero a Von Choltilz, mientras otras unidades francesas también entraban en la capital. El general estadounidense Eisenhower remitió entonces parte de sus tropas para colaborar con los franceses.
Al día siguiente, el 26 de agosto, las tropas aliadas entraron triunfantes en París. Los españoles desfilaron frente a la Catedral de Notre Dame y posteriormente escoltaron al general Charles de Gaulle por los Campos Elíseos. Los soldados españoles de la División Leclerc desfilaron llevando en sus estandartes los colores de la Segunda República Española; las posteriores protestas del régimen franquista fueron ignoradas por el gobierno francés.
Por esas paradojas que tiene la vida, en 2015, los Reyes de España rindieron homenaje en Francia a “La 9”, formada por republicanos antifascistas españoles. Durante le homenaje, los Reyes descubrieron una placa que daba nombre a una plaza pública de París. El acto fue bendecido por la prensa oficlal española con frases como “Esta monarquía encarna la joven España reconciliada”.
Lo cierto es que ése homenaje hubiera sido imposible de llevar a cabo en España por dos motivos principales. El primero es que el régimen fascista ganó la guerra civil en España y sus descendientes siguen gobernando el país. El segundo es que el Rey tendría que recorrer España entera saltando de cuneta en cuneta para depositar coronas de flores, pues quedan 113.000 muertos, en su mayor parte republicanos, sin recibir sepultura.