El presidente del Gobierno de Canarias emuló a Manuel Fraga, tras el accidente nuclear ocurrido en la localidad española de Palomares el 17 de enero de 1966, en el que la Fuerza Aérea de los Estados Unidos perdió un avión cisterna, un bombardero estratégico y las armas nucleares que transportaba este último.
SB-Niús.- “Que no hay peligro, coño“, fue la frase que pronunció Fernando Clavijo en la mañana de hoy justo antes de introducirse en las cálidas aguas de Las Teresitas. José Miguel Barragán, que lucía un bañador azul ajustado con el que marcaba paquete, prefirió no introducirse en las aguas contaminadas por microalgas, alegando “estoy haciendo la digestión“.
“Si Manuel Fraga fue capaz de bañarse en la playa de Palomares tras caer una bomba nuclear en sus inmediaciones, yo, que soy un admirador de Manuel Fraga, no voy a amilanarme por unas algas de nada“, dijo Clavijo mientras adoptaba una postura que nos recordó por un instante una secuencia de “Lo que el viento se llevó“. Las cámaras de la TV Autonómica grabaron la escena a 120 fps (frames per second) con la intención de hacer un programa especial en el que se mostrará la gesta de Clavijo a una perfecta cámara lenta, sin perder detalle. El resto de los periodistas nos conformamos con fotografiarle desde el cordón de seguridad que montó la Policía Autonómica a unos 30 metros de distancia.
“Está fresquita y está buena, no hay peligro alguno“, dijo Fernando Clavijo en el momento en el que la mancha de microalgas le llegaba a los tobillos. Justo entonces fue cuando salió del agua y dos asesores del Gobierno de Canarias le cubrieron inmediatamente con un albornoz con los colores de la bandera de Canarias y siete estrellas verdes bordadas en la espalda. Otro asesor le alcanzó la mochila.
“Espero haber aclarado de una vez por todas que no hay peligro alguno y que las microalgas no son malas en absoluto. Son unos angelitos comparados con los sebadales, aquellos cabrones sí que era unas algas malas que te arañan y te pican, como dijo Cristina Tavío“, afirmó Fernando Clavijo.
Los enviados especiales de la redacción de SB-Niús quisieron hacerle más preguntas, pero lo impidieron diez médicos del Servicio Canario de Salud, que escoltaron al Presidente del Gobierno de Canarias hasta el helicóptero que esperaba en la zona de estacionamientos, escoltados a su vez por la Policía Autonómica.